Categorías: Opinión

La magia y los augurios en el Magreb

No hace muchos años en Marruecos, los dentistas, cirujanos y barberos, se confundía con la profesión de médico, que por lo regular estaban desempeñadas por charlatanes, que rodeaban el ejército de sus prácticas de cierto aspecto aparatoso y supersticioso con magias inadecuadas o extrañas.
Estos elementos  todavía algunos están muchos en las vidas del marroquí, mayoritariamente en los campos, que todavía creen en la magia y los augurios, temen el mal de ojos y dan importancia a los filtros y hechizos, que fabrican y vende a buen precio los tolbas y algunas mujeres rústicas e incultas, Entre los musulmanes los colores brillantes y especialmente el rojo, denotan alegría y felicidad, el negro y amarillo miseria y dolor, que los usan cuando desean mal para algunos de sus enemigos. De noche, al atravesar algún lugar triste, solitario o se escuchan algún ruido detrás de él, no volverá la cabeza, pues creen que estando un hombre seguido constantemente por el espíritu invisible, se expone a la muerte o a grandes peligros, por la indiscreción de satisfacer su curiosidad
Es también mal agüero escupir en el suelo, o soplar para apagar una luz pues esto debe hacerse agitando algo violentamente para apagar la luz con las manos. Al degollar a los animales los tiene que volver en dirección a la Meca siendo considerada como carne impura la que proceda de reses que han matado como carne impura. Quien emprende un viaje ha de hacerlo un lunes, jueves o sábados y con preferencia este último día y solo en caso de una extrema necesidad se permite el salir de estas reglas. Creen los marroquíes que el que muere durante el mes de Ramadán, va derecho al paraíso, cuyas puertas se hallan abiertas todo este tiempo y así es considerado como una ventura y es menos sentido por sus parientes y amigos, el que alcanza las golondrinas son para los musulmanes sagradas y de la misma impunidad gozan las ranas, las cigüeñas, los cuervos, las tórtolas y los ruiseñores.
Existe en Marruecos cierta vida cenobita en una clase de establecimientos de índole anacoreta llamadas las Zauyas, que son una especie de recintos que a la vez sirven para escuelas, conventos y hospedería. Por lo regular se hallan fundados sobre tumbas de algún santo o en sus cercanías, y su objeto es gran veneración por parte del pueblo que acuden allí en sus tribulaciones y desgracias. Compone generalmente la Zaugi de una Mezquita; una Kobba o cripta subterránea donde allí reposan el cuerpo del santón, un local para la lectura del Korán, está destinado a escuelas primarias de enseñanza, otro para el estudio de las ciencias, otros para departamentos de los tolbas o letrados, y finalmente también hay unos cuantos donde se albergan los viajeros y los pobres que no tienen un sitio para ser cobijado
Tanto el patio como el piso de la Mezquita, pueden enterrarse las personas que lo soliciten, mediante el pago de cierta cantidad para los sostenimientos de semejantes instituciones, en donde se practica el primer término la hospitalidad, con todo el que se presente por espacio de tres días. Además alrededor de los zauyas, suele haber gran numero de kolbas aisladas, es decir pequeñas casetas cuadradas, cubiertas de una cúpula en forma de media naranja que encierran los restos de algún piadoso varón: los fieles, a semejanza de los cristianos, cuelgan en estos santuarios como “ex votos”, alfombras, estandartes y otras prendas
Cada Zauya esta bajo la autoridad de un jefe superior que se designa con el nombre de Emkaddem, dignidad hereditaria de un varón y que al extinguirse la familia del fundador se convierte en electiva entre los “Mrabet”, doctores y Tolbas (letrados), que habitan en el santuario. Estos establecimientos se sostienen con el producto de donaciones voluntarias, de ofrendas numerosas y de donaciones y fundaciones piadosas. Los cenobitas no tienen que dedicarse a trabajo alguno, ni preocuparse por la satisfacción de sus necesidades, pues a estos los atienden con solicitud los fieles, proveyéndolos de alimentos y asistiéndolos en todos los pormenores de la vida.
Cuando las tolvas discípulos de los mrabet, han adquirido los suficientes conocimientos en el dogma, en la jurisprudencia musulmana y el texto del Korán, hasta recitarlo de memoria, pueden  ejercer las funciones de profesor y escribanos y aun llegar a obtener elevados puestos en la magistratura. Aún que todos afectan seguir con puntualidad las practicas del culto y llevan siempre consigo el rosario de las noventas y nueve cuentas, que recuerdan los diferentes nombres de Dios, aparentando gran humildad y modestia. Con frecuencia bajo esta capa de santidad se ocultan las más ruines y bajas pasiones
Así es, como son en general estos tolbas, más supersticioso y fanáticos que los demás musulmanes, afanándose en conservar el pueblo en el odio inextinguible hacia los infieles.

Entradas recientes

MDyC acusa a Acemsa de deberle más de medio millón a Eulen

Más de medio millón de euros desde el año pasado, eso es lo que Aguas…

06/10/2024

El XXX Triatlón Ciudad de Ceuta comienza con gran ambiente en la Ribera

El XXX Triatlón Ciudad de Ceuta ha dado su pistoletazo de salida este domingo por…

06/10/2024

Comienza la restauración del Torreón de San Miguel en la Ribera

Andamios que rodean al Torreón de San Miguel para devolverle su esplendor. Son la cara…

06/10/2024

Crimen del cabo Dris Amar: primera calificación fiscal

Ya hay calificación del Ministerio Fiscal en uno de los 3 procedimientos distintos en los…

06/10/2024

La tragedia social en la Ceuta 2024

2024, el año de la Inteligencia Artificial, de los nómadas digitales, de los influencers millonarios…

06/10/2024

Ley Mordaza y devoluciones en caliente

Esta semana hemos conocido el acuerdo de modificación de la Ley de Protección de la…

06/10/2024