Esta es la historia de cómo un grupo de unos treinta niños de 11 años revolucionó a toda una ciudad. Una ciudad que desconocía qué podía ser la médula ósea, desconocía en qué consistía su donación y las personas que podían necesitarlas. Un desconocimiento que llevaba al miedo hasta que llegaron ellos: los guerreros del ‘Vicente Aleixandre’. Han sido como el efecto de una mariposa, ese efecto ‘pequeño’ que provoca ‘grandes’ cambios y simplemente a modo de dato han conseguido cerrar el 2016 con 495 ceutíes inscritos para donar médula. Si nos seguimos manejando con datos, en 2015 fueron 60 los inscritos y en 2014 tan sólo 20. Con ello han conseguido que la Ciudad Autónoma se corone como la comunidad que más ha aumentado su registro de donaciones. Y sí, es una historia real, pero dura, llena de esfuerzo y superación, pero sobre todo entusiasmo y confianza en su programa. Una campaña que va tomando grandes dimensiones, y es que esto sólo acaba de empezar. Ayer presentaron el nuevo proyecto que han desarrollado en el marco de la misma, el corto ‘Contigo hasta el final’.
La Sala de Usos Múltiples de la Biblioteca fue el lugar elegido para hacer la presentación para el resto de la sociedad ceutí que llenó hasta los ‘topes’ las instalaciones del ente público. Diferentes autoridades del mundo sanitario y educativo tampoco quisieron perderse el estreno del año, pero los verdaderos protagonistas fueron ellos, los más pequeños que, con su cortometraje, dieron una lección de superación a los más ‘grandes’. Su caras cargadas de emoción contagiaban el ambiente y la energía que desprendían animaba a sumarse a su tropa. Unos valores que también quiso destacar el tutor de los estudiantes, Jose María Gutiérrez Durán. “Este grupo no es lo que parece, ¿angelicales verdad? Todo es mentira, son auténticos animales”, señalaba. Dirigidos todos ellos por otra ‘fiera’ que les ha marcado las pautas en la batalla, les ha enseñado que cuando se tiene un sueño, una ilusión “no hay que rendirse ante el continuo rechazo”, hay que luchar y perseverar.
‘Yo doy’ es el proyecto planteado a principio de curso por el profesor Gutiérrez, una campaña que forma parte del programa ‘Samsung Smart School’ en la que trabajan desde hace dos años a través del uso de dispositivos móviles como herramienta para mejorar el sistema de enseñanza y aprendizaje a través de la integración de la tecnología en las aulas. La campaña ha ido ampliando sus miras y con ‘Contigo hasta el final’ alcanzan una meta que no imaginaron al principio. Los alumnos explicaban que les ha encantado poder vivir esta experiencia y que desean repetirla, pero destacaban que lo que más les ha gustado de realizar el cortometraje ha sido “el poder enseñar al resto de la población lo fácil que es donar médula, lo fácil que es dar vida”.
El corto puede visualizarse a través de la cuenta de Youtube de estos alumnos y quién sabe si en unos meses nos lo encontraremos en pantallas más grandes porque la ambición de este grupo no tiene límites y su próxima parada será competir en concursos nacionales.
Pero mientras, los estudiantes volverán a las aulas, allí seguirán lidiando con las matemáticas a la vez que conciencian que en la vida los mayores demonios a los que se enfrentan las personas no son los de carne y hueso, sino los que se encuentran en nuestro interior.
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