La llegada de los Omeya a Al-Andalus

A pesar de los conflictos existentes entre las dinastías Omeyas y Abbasidas, que cada vez eran más violentas, después del triunfo de los Abbasidas tuvo por resultado que el príncipe destronado Abdelrramadan, buscará un lugar donde establecerse en el exilio con la intención de fundar un nuevo reino, lugar que se podía encontrar precisamente en los territorios recientemente islamizados que eran susceptible para la creación de un estado poderoso, tanto es así, que en el año 756 nació el Emirato independiente del Al-Andalus, situado en el sur de la Península Ibérica, dotado de unas fuerzas estructuralmente jurídicas y de un ejercito permanentemente estable.
En aquella época, la composición social de la España musulmana tenia ya el complejo que la caracterizo a través del tiempo, de sus ocho siglos de su vida, de la separación de razas por motivos religiosos, siendo muy numerosas estas refriegas que tantas vidas costaron, los castigos ejemplares realizados, como por ejemplo los sucedidos en la ciudad de Toledo que tantas creencias religiosas allí había, con la aplicación de castigos ejemplares, uno de ellos muy famosos que voy a referir “ En aquellos tiempos, en el día de los difuntos, los personajes mas distinguidos de la ciudad muladíes, la mayor parte, después de caer en una trampa fueron decapitados , ya que se habían obstinados en provocar a las autoridades locales por los ataques realizados contra la religión musulmana, señal importante en la formación conflictiva del Emirato en aquellas fechas.
Con el árabe como elemento aglutinador que la introdujo, previniendo el medio oriente con un sector preponderante, estando ya la sociedad andalusí compuesta por ancianos guerreros norte-africanos, que se habían instalado en ella desde el primer momento de los mozárabes y de cristianos sometidos llamados muladíes o de españoles convertidos al Islam, además de los “slaves” es decir, esclavos procedentes de Europa y también los judíos, siendo estos los mas refractarios a los mezclados de sangre, a pesar de haber adoptado voluntariamente la lengua árabe en sus intereses, tanto intelectuales como comerciales, que tenia una civilización rica y variada, al mismo tiempo de un factor de división en el seno del Emirato recientemente creado.
El nacionalismo naciente, apoyado a su favor de los sirios por Abderrahman I fue el mismo quien choco a la resistencia de los centros mozárabes y a otros signos de rebeldía, provocadas por mozárabes y mulaidines, que contaban con el apoyo exterior de los fatimitas, que eran una dinastía experimentadas establecidas en Túnez Los contactos de los mozárabes con los reinos cristianos del norte garantizaban sin embargo las transferencias de influencias entre las dos culturas dominantes, durante el trascurso de ocho siglos de vecindad entre cristianos y musulmanes.

Durante el transcurso de estos siglos, los motines y conspiraciones contra los emires, que se sucedían, eran numerosas y estos mas de una vez recibían castigos ejemplares , por ejemplo hay uno muy celebre llamado “ el día del foso” que sucedió en Toledo, realizados por las personas mas principales de la ciudad, mulatos la mayor parte , a los cuales, sus cabezas fueron arrojadas en tres fosas, porque se obstinaban en provocar a las autoridades, tanto civiles como religiosos mahometanos, que fue la represión mas importante contra los descontentos que pretendía ocupar el poder. Y no se puede decir que en el siglo IX también bajo el punto de vista de la civilización, estuvo antes de volver a tomar empuje en las ciudades prosperas de Al- Andalus.
El reino de Abderrahaman II ocupaba buena parte de su primera mitad, y se caracterizo por una floración extraordinaria en las ciencias y en las artes, en un estrecho contacto con la brillante cultura que envidaban a las cortes de Bagdad de un halo casi fabuloso. Sin tener en cuenta la enemistad existente entre sus propias dinastías, Los Omeyas y los Abbensidas,  que habían expulsado a su tatarabuelo Abderrahman I de Damasco y   el emir Cordobés había reproducido exactamente la organización política del Califato Sirio, creando un sello oficial como moneda, además de una fabrica de Tisú y tapices y también traer de Mesopotamia libros de filosofía, astronomía y medicina que el consideraba necesarios para hacer una escuela de sabios y además el vasto programa de construcciones hechas por Abderrahaman II, confirman la impresión de prosperidad librados por el emirato.
Pero lo más importante fue que al momento de hacer volver la gran influencia oriental de la cultura hispano-musulmana, era posible la presencia de Córdoba como una alabanza a un iraquí llamado Ziryab. Este personaje llego a la corte andalusí a través de peripecias que parecían que venían de los Cuentos de las Mil y una Noche. También estaba acompañado de músicos favoritos del Califa Haroun el Raschid, ya que tenían la ocasión de manifestar su arte delante del Sultán. Siendo la envidia que sintió su maestro después de una audición excepcional y tan violenta que tuvo que exilarse de la corte temeroso de su vida. Abderrahman II en estas circunstancias se aprovecho para instalarse en Córdoba y fue uno de los mas influyentes y poderosos durante su estancia en Andalucía, donde creo entre otras cosas un conservatorio de música andalusí y de una guitarra de cinco cuerdas que tocaba en todos los lugares mas refinados de la corte después del almuerzo hasta el atardecer, que embelesaba a todos.
A continuación vinieron los refinamientos en la gastronomía, la peluquería y los vestuarios, pasando por las reglas mas estrictas en los servicios de limpieza a las ciudades, además de la innovación del cristal tallado, que reemplazo para siempre las copas de oro y plata. Al mismo tiempo su astrónomo oficial descubrió también en Córdoba una prueba de fabricación que podía realizar un ensayo experiméntela de algo de navegación aérea y volver aterrizar indemnes.