Esta semana nos contaban que se celebraba el Día de la Libertad de Prensa.
El calendario juega malas pasadas haciéndolo coincidir con el día en el que los compañeros de El Mundo Andalucía mostraban públicamente sus protestas por la situación laboral en la que se van a ver cientos de profesionales; personas que se van sumando a la cadena de periodistas que, o se han visto en la calle o han perdido calidad de vida al tener que transformarse en esos muñecos que te hacen varias cosas a la vez pero en el fondo solo es uno. Los niños se lo pasan bomba con ellos, los padres también (ahorran y con un juego dan 3)... si el muñeco pudiera hablar diría que está hasta los cojones de que hoy tenga que sacar la cabeza para, después, convertirse en coche y, ya por la noche, hacer de pájaro. Y todo ello sin perder un ápice de efectividad, si no, ya lo saben, a la basura.
Pues eso. Que dicen que el otro día celebrábamos la Libertad de Prensa. Los que nos dedicamos a esto sabemos perfectamente qué se celebra y qué no. Unos más que otros intentamos llevarlo con dignidad, bordeando la línea dando saltos, por eso de que salpicando también se logran grandes retos. La tostada, caiga de un lado o de otro, la conocemos todos, así que me sorprende que todavía la mal llamada clase política juegue a felicitar la jornada de la libertad cuando entre sus gustos predilectos está el de cargársela. Pero aquí no se salva nadie. Y cuando digo nadie, es nadie. Porque no solo al poder le gusta eso de amoldar la libertad de prensa a su antojo, la oposición baila de igual forma, ocultando a pequeños dictadores que, cuando dispongan del poder suficiente, harán algo más que llamar a tu jefe por teléfono para darle quejas. A buen seguro querrán ser convertidos en dioses del papel, creyendo de esta forma que son aclamados por el resto de la población. Nada cambia, créanme. Ni los roles de cada uno, ni las apariencias de quienes asomándose como corderos no hacen sino ocultar fieros lobos.
La salida de Pablo Iglesias hacia un periodista de El Mundo así como la divulgación de sus planes con los medios de comunicación deberían haber exaltado solo a los periodistas. Pero fíjense que los primeros que se han llevado las manos a la cabeza han sido los demás partidos, de una manera tan hipócrita que, sinceramente, han dado y dan bastante asco, pues han visto en el rostro del contrario sus propias acciones.
A Iglesias le gusta su prensa, sus medios y modelar su poder mediático. Pero le gusta tanto como al resto de una clase política que se asoma al balcón mostrando un falso respeto hacia los periodistas. Esos mismos son los que se han cargado las ruedas de prensa, los que han convertido los canutazos en 'selección de preguntas', los que han amenazado a los medios y a sus trabajadores, los que buscan en éstos a sus amigos a sabiendas de que esto es imposible (o debiera serlo). No feliciten la libertad sin saber qué es eso, sin entender el concepto. No lo hagan porque incurren en un ridículo tan enfermizo que asusta.
El Teatro Auditorio del Revellín ha acogido este sábado la X Edición del Festival Peña…
El Club Natación Caballa de Ceuta se vuelve a proclamar campeón de la XXXVI edición…
La Unión África Ceutí consigue los primeros tres puntos de la temporada ante la UD…
No fue una buena jornada para el balonmano de Ceuta con tres derrotas en su…
El Ceuta consiguió su segundo triunfo de la temporada en su campo, tras doblegar al…
La Real Sociedad Pantera jugó un buen partido contra el Mengíbar correspondiente a la jornada…