No queda colectivo alguno que no se haya quejado ya de las incidencias y fallos informáticos que se registran a diario en los juzgados ralentizando la justicia
A las habituales quejas por los fallos informáticos, el estado de las instalaciones e infraestructuras judiciales se le suma el proceso de digitalización de la justicia. Desde la implantación del modelo ‘papel cero’ ya se han venido registrando las quejas de los diferentes colectivos judiciales en Ceuta, a las que ahora se suman las sobrevenidas por la implantación del expediente digital. Desde el Decanato de Jueces de Ceuta se remitió hace dos semanas una carta al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en el que se especifican los problemas a los que se enfrenta el colectivo día a día. Desde la Fiscalía apuntan a una recarga de trabajo sobrevenida por la multiplicidad de programas informáticos que deben usar, en la mayoría de las ocasiones, para redactar un informe. Desde el Colegio de Abogados también aquejan problemas con la implantación de las nuevas tecnologías en la Administración judicial. Y, por último, aunque no menos importante, los trabajadores. Desde la sección sindical CCOO Justicia, lamentan la mala gestión a la hora de implantar una justicia digital que se aleja de ese objetivo ‘papel cero’.
La implantación del expediente judicial digital lleva pocos meses en marcha, y supone que muchos procedimientos judiciales se lleven aún en ese papel que se quiere eliminar con las nuevas tecnologías. En los nuevos procedimientos, todo documento debe escanearse para incluirse en el sistema judicial, pero, ¿en cuál?
Multiplicidad de programas La respuesta es sencilla a la vez que compleja. En todos. Los jueces se manejan con el programa Minerva, la Fiscalía, con el Fortuny, para las notificaciones e información sobre los procedimientos del resto de agentes judiciales, el Lexnet. Si se quiere consultar un procedimiento se puede ver en el programa Visor. Si se redacta un informe o un auto, éste primero se redacta en un procesador de textos, se convierte en un documento pdf para poder incluirlo en el procedimiento a través de Minerva. Hasta aquí ya hay tres programas informáticos en marcha.
Pero ese informe debe comunicarse a las partes implicadas en el procedimiento judicial. Ello se hace a través de Lexnet, eso sí, con la firma digital correspondiente que se ‘plasma’ en el documento gracias a otro programa informático.
¿Qué ocurre cuando el ciudadano de a pie o los investigadores de las Fuerzas de Seguridad llevan sus documentos al juzgado? Éstos están en papel por lo que deben escanearse para su digitalización. Ello también implica problemas para los funcionarios. CCOO denuncia que los escáneres se bloquean a diario. “De igual forma ocurre con frecuencia que una vez escaneadas y registradas las demandas no llegan a los órganos de destino, así como archivos que adjuntan y no aparecen”, agregan.
Fallos informáticos A la multiplicidad de programas hay que añadir la incompatibilidad entre los mismos porque unos tienen una versión más moderna que el resto. “Lexnet se cae y se bloquea con mucha frecuencia”, denuncian desde CCOO, que achaca estos problemas a la falta de compatibilidad entre versiones de software y sistemas operativos.
Es por ello que todos los agentes judiciales deben acudir a los servicios informáticos para resolver las incidencias. La consecuencia, ralentización del trabajo y lo que antes se resolvía en cuestión de minutos ahora puede tardar horas.
CCOO señala que desde el Servicio de Registro y Reparto registran las incidencias al Centro de Atención al Usuario (CAU), y critican que éstas no se solucionan por parte de la CAU. “Los fallos informáticos no son en modo alguno corregidos por el CAU”.
A veces los documentos se ‘pierden’ de sistema en sistema ralentizando la justicia y ya se han dado casos en los que el juzgado ha admitido documentos de los abogados en un procedimiento judicial, pero que no ha quedado reflejado en ese expediente judicial digital y el juicio se ha visto suspendido para aclarar este ‘entuerto digital’.
Igualmente, desde CCOO refieren otros casos similares de ‘desaparición’ de archivos digitales. “Ocurre frecuentemente que la documentación no llega completamente al órgano de destino” e igualmente ocurre con las inhibiciones de asuntos de un juzgado a otro. Todo ello provoca que “el descontrol y la falta de orden sean tan notorias que hay que acudir a la antigua usanza de la llevanza de listados y libros de registro para tratar de mitigar y paliar esta grave situación”.
Ante este panorama un tanto pesimista, desde el Colegio de Abogados confían en que el nuevo modelo de sistema mejore con el paso del tiempo. El trabajo ciertamente se ralentiza, bien por falta de costumbre o bien por fallos de unos programas informáticos que aún están “por pulir”.
En ambos casos, estos colectivos reclaman una mayor formación a los agentes judiciales sobre el uso de las nuevas tecnologías así como la resolución inmediata de los fallos e incidencias que se detectan. Igualmente, la unificación de criterios, definición de protocolos y que todo ello se comunique a trabajadores y operarios judiciales podrá hacer de la Administración de la Justicia no solamente más ágil sino de calidad.