La internacionalización del ridículo

Cataluña se ha convertido en una fuente inagotable de la que no dejan de emanar noticias estrambóticas. La capacidad de sorpresa ya no se agota con tanto hacer el ridículo algunos políticos catalanes independentistas. Y es por ello,  que quienes estamos empeñados en que sobre las falacias resplandezca la más pura verdad, pues no tenemos más remedio que seguir informando sobre la supina ignorancia y las historietas inventadas por el honorable Mas y compañía. Veamos su última ocurrencia, porque tampoco tiene desperdicio.
Resulta que el Presidente de la Generalidad catalana tiene públicamente manifestado que si Rajoy, Presidente de la Nación española, no escucha sus demandas (una vez más se aferra al chantajismo y no se apea del victimismo), internacionalizará el conflicto y llevará el asunto, según primero dijo, a Bruselas y, ahora,  el hombre se quiere dar una vuelta por todo el mundo para dar a conocer que los catalanes   “som una nació, nosaltre decidim” (somos una nación, nosotros decidimos); es decir, el mayor de todos los inventos elevado, además, a la enésima potencia. Y, persuadidos como están  el “Conseller en cap (Consejero en jefe)  y los suyos de que los organismos transnacionales y las grandes potencias van a hacerse eco de la “gran causa catalana”, pues no se les ocurre otra cosa que comenzar por organizar visitas a la Unión Europea y a los EE.UU. de Norteamérica (sin descartar, si llegara el caso, al Tribunal de Estrasburgo), para así ir allanando el camino a fin de que el señor Mas pudiera luego trasladarse a Bruselas y Washington a tratar “biletaralmente” (de tú a tú) con los Presidentes Durâo Barroso y Barck Obama, respectivamente, habida cuenta de que – para no ser en España menos – días pasados ya se entrevistó también aquí  con el Rey D. Juan Carlos I.
Y,hombre, si vale la ironía, lo cierto es que todo eso le va a venir bien al honorable, para promover y fomentar en el exterior, con sus “iguales” los Estados miembros de la UE y demás “sujetos soberanos” (políticos y jurídicos) su política de buen gobierno, habida cuenta de que será una buena ocasión para no desperdiciar el tiempo que en Cataluña le sobra al no tener  allí ningún problema, ya que los pobres y marginados que diariamente tienen que asistir a centros de caridad para poder subsistir, e incluso en muchos casos a rebuscar comida en contenedores de basura, a los que también se les cierran hospitales y se les ha venido cobrando el copago sanitario hasta que el Tribunal Constitucional lo ha suspendido, más los presuntos imputados por los Tribunales de Justicia en casos de corrupción y el poco déficit que Cataluña tiene, que en realidad sólo ascendió en 2012 a la “calderilla” de 1.389 millones de euros, etc, pues esos, en realidad, no son problemas para un Conseller en cap de su categoría. Pero, eso sí, como este hombre es tan previsor, de cara a resolver esos pequeños problemillas, y como tiene anunciado que se va a recorrer el mundo visitando sus numerosas “embajadas” (unas 50, para empezar), con el objetivo de potenciarlas y que a través de ellas se proyecte el nuevo  estado catalán, ahora que el Gobierno de España ha acordado asumir la acción exterior de las Comunidades Autónomas, pues de paso ha encargado a su tocayo Mas-Colell (Consejero de Hacienda) que pida al FLA (Fondo de Liquidez Autonómico), nada más que unos 9.073 milloncillos de euros (de los 19.000 programados en 2013 para todas las Comunidades Autónomas), para ir haciendo algo de caja, y que luego le quede para hacer también frente a los gastillos de su viaje “Urbi et orbi”, con tal de dar a conocer Catalunya ya como “sujeto soberano” en el mundo, cuyas embajadas catalanas sólo tienen presupuestadas 25 milloncetes de euros (unas “pelillas). En fin, ver para creer.
Pues, fruto de ese “buen gobierno” y de lo que ya podríamos llamar la “internalización del ridículo”, se han producido los siguientes hechos, que nos van despejando la incógnita catalana: Que el portavoz de la Comisión Europea, señor Olivier Bailly, comunicara ya a la Generalidad de Cataluña que: "Corresponde a las autoridades nacionales decidir sobre cualquier proceso. Cuando nos presenten un escenario jurídico podremos pronunciarnos", evitado así pronunciarse sobre la queja catalana de que no haya acuerdo entre el Gobierno español y el catalán sobre su independencia. Además, este mismo año la Comisión Europea también rechazó una propuesta parlamentaria expresada por la eurodiputada Mara Bizzotto titulada 'Fortalecimiento de la participación ciudadana en la toma de decisiones sobre la soberanía colectiva'. La Comisión sostiene que, “bajo el artículo 20 del Tratado de Funcionamiento de la UE, sólo los miembros de un Estado de la Comisión Europea comparten con el Gobierno su postura respecto a una posible independencia de Cataluña y sus implicaciones en la UE”. A la vez, en una carta enviada por la vicepresidenta  de la Comisión y titular de Justicia, Viviane Reding, al Secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, sostiene que “una Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera de la UE y, por tanto, España tendría la última palabra para poder aceptar su posterior entrada en el club comunitario”. En la misma misiva Reding hace referencia a la posición expresada por el presidente de la Comisión Europea, Durâo Barroso, a una pregunta parlamentaria en 2004 y 2012. En ambas respuestas Bruselas argumenta que "cuando un territorio de un Estado miembro deja de ser parte de ese Estado, los tratados de la UE no se aplicarán a dicho territorio. En otras palabras, un nuevo Estado creado como resultado de un proceso de independencia se convertiría en un 'tercer país' con respecto a la UE", expresión utilizada para referirse a los Estados que no son miembros de la Unión.
Pero, a pesar de ello, Mas se empecina en continuar haciendo el ridículo en su ciego intento de querer “ir a por todas”; porque, entre otras cosas, todavía nadie le ha parado los pies ni lo ha puesto en su sitio, como tanto mérito hace todos los días para merecerlo, retando, provocando y riéndose una y mil veces del mismo Estado de forma tan insensata como irresponsable. De manera que, después, los suyos se han dirigido nada más y nada menos que al Presidente de los EE.UU. de Norteamérica, Barack Obama (al parecer, otro país “sujeto político” de la misma categoría que Cataluña), pidiéndole apoyo para su causa soberanista, y los que EE.UU. han respondido que el debate político abierto en torno a Cataluña debería ser resuelto «con las leyes y la Constitución» de España. En su página web, la Casa Blanca publicó este sábado su respuesta a la petición que, también online, habían firmado un total de 33.070 personas a favor de la independencia de Cataluña. En su corta redacción, la nota USA evita utilizar la palabra “independencia” y se refiere a Cataluña como una «región»: «Gracias por vuestra petición en relación al pueblo de Cataluña – dice-. Estados Unidos reconoce la cultura y las tradiciones únicas de la región catalana, pero considera que el estatus de Cataluña es un asunto interno de España. Tenemos confianza en que el Gobierno y el pueblo de España resolverán esta cuestión de acuerdo con sus leyes y Constitución».
Y es que, la historia se repite, y hasta el estudiante más bisoño lo sabe. Parece mentira que haya Presidentes de Comunidades Autónomas tan  ayunos en Historia y en Derecho Internacional; porque esta misma situación que se está dando ahora con Cataluña, ya se dio con el País Vasco en EE.UU., en idénticos términos. Así, en el pasado, D. Salvador de Madariaga, que ha sido uno de los grandes historiadores que más ha conocido la historia de España, y nada sospechoso de ser retrógrado o centralista, censuraba muy duramente al entonces Lehendakari vasco José Antonio Aguirre que éste hubiera dirigido una carta al que fuera Presidente de los EE.UU, Dwght D. Eisenhower, pidiéndole ayuda en la causa por la independencia del País Vasco en los términos siguientes: “Señor Presidente: En la lucha de los EE.UU. por su independencia – cuando el pueblo vasco era todavía soberano – sus asambleas, autoridades y sus hombres reunieron sus ahorros para ayudar modesta y cordialmente a vuestros soldados y a vuestra  empresa a la libertad nacional…”, entre otras cosas
Madariaga espetaba, por ello, en una carta de reproche al Lehendakari Aguirre lo siguiente: “Empieza la carta (de Aguirre a Ehisenhower), con una afirmación de valor histórica más que discutible: ´Cuando el pueblo vasco era todavía soberano´.
El pueblo vasco no ha sido jamás soberano, ni aun en la Edad Media; y en épocas anteriores, no existía ni la noción de soberanía. En cuanto a la segunda mitad del siglo XVIII, la ´soberanía del pueblo vasco´ carecía de sentido jurídico, mientras que la de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra, aunque por razones distintas, la ejercía el rey de España. De modo que se da aquí uno de tantos casos de equilibrismo en la cuerda floja del lenguaje a que nos tiene acostumbrados el separatismo. Otro tanto digo de sus ´asambleas, autoridades y hombres´ que en el siglo XVIII por lo visto se dedicaban ya al anticolonialismo con dos siglos de antelación…Porque no es real (lo que decía Aguirre al Presidente de los EE.UU.). Ustedes son españoles. Esto es cosa de naturaleza y de esencia. Y negar lo real es ir al desastre”. Pues, señor Mas, idem de lo mismo. Aprenda Historia de España, deje ya de una vez por todas de hacer tantas veces internacionalmente el ridículo y de engañar al mundo y al trabajador pueblo catalán, que no se lo merece.