No es la que deberíamos ofrecer. Pero en torpeza creo que muy pocos nos ganan. Nuestras Murallas Reales constituyen una auténtica joya olvidada años atrás pero recuperada precisamente para no cometer antiguos errores. Cuesta entender cómo en una Ceuta en donde existen las prohibiciones más tontas por kilómetro cuadrado, nadie ha aprobado una normativa que prohíba cualquier acción orientada a mermar la imagen que debe tener este conjunto histórico.
Que hay que dejar el estacionamiento de determinados vehículos... pues se deja. Que hay que montar el Mercado Medieval con lo de agresión constante a las Murallas supone... pues se permite. Que tenemos que llevar los conciertos hasta allí porque se erigen en ese ‘marco incomparable’, pues lo hacemos año tras año y tras año... Y así nos topamos con la joya patrimonial que pueden fotografiar nuestros escasos turistas crucerísticos repleta de andamios y camiones de carga, descarga y agresión continuada. Parece como si nos importara bien poco que en esa cámara se lleven una especie de esperpento de lo que debe ser y no es porque somos incapaces de colocar un ‘basta ya’, aguantar las quejas de unos pocos y ceñir el uso de las Murallas a lo que se merece.
No todo vale. Ni podemos usar este entorno para acoger a cientos de fans, para vender chorizos y quesos artesanos o para celebrar bodas por todo lo alto con sus consiguientes borracheras. Que se siga haciendo esto es reflejo del poco interés que ponemos en esta joya patrimonial en concreto, algo que puede extrapolarse a otros ámbitos. Desgraciadamente somos la ciudad en donde se permite el abandono de bienes protegidos hasta que amenazan ruina y se caen por sí mismos o provocamos su caída. Somos capaces de despilfarrar millones en obras innecesarias mientras tapamos y ocultamos/destrozamos parte de nuestra historia incurriendo en una falta de protección a lo que estamos obligados a defender. Es una obligación moral hacia las próximas generaciones, a no ser que queramos dejarles un esperpento de ciudad a camino entre los pelotazos urbanísticos, las dentelladas a los montes y la invasión de la historia.
Me solidarizo con todas las voces críticas que ayer se hicieron eco de esa imagen, la de unas Murallas afeadas por una gestión inoportuna y plasmada por los turistas llamados a admirar nuestro patrimonio.
No todo vale para "criticar" y esto también afecta a los periodistas.Efectivamente, no se puede comparar un concierto con el mercado medieval. El concierto se puede trasladar a otros lugares que resulten menos agresivos con el enterono (explanada de la marina, recinto ferial.....) pero el mercado medieval tiene su sitio idóneo y no es otro que las murallas reales, por tradición y cultura.
Y los aparcamientos para coches, la mitad de la rocas del foso caidas y siempre lleno de mierda, el poco espacio que hay para andar por el mirador con rejas por culpa de las plantas, asi como la murallas real no pueda ser visitada en su plenitud.... ¿ cuando abriran las galerias subterráneas?
¿ cuando será accesible la parte de la murallas junto al hotel?
Y asi y asi....
¿Y que tienen que ver los conciertos puntuales o el mercado medieval con el mal uso que se haga a diario por el uso de aparcamientos o la falta de poda en las murallas? ¿Que tiene que ver? Que ganas de mezclarlo todo para justificarse......