La historia del 91 no se ha de repetir

La situación que está viviendo la Asociación Deportiva Ceuta esta temporada guarda una gran similitud con lo ocurrido hace veintiún años en nuestra ciudad. El entonces primer equipo futbolístico, la Agrupación Deportiva Ceuta, descendió a Tercera División y posteriormente desapareció por la importante deuda con los jugadores que habían denunciado sus contratos en la A.F.E. En aquella primavera de 1991 trabajaba en el ‘El Periódico’ y me puse en contacto telefónico con Gerardo Movilla, el presidente del sindicato de los futbolistas para preguntarle por el futuro del club blanco. Movilla, que cifró en casi sesenta millones de las antiguas pesetas lo adeudado a la plantilla ceutí, certificó el descenso administrativo de la Agrupación porque cumplido el plazo para ponerse al día con los jugadores no tenía noticias del club presidido por José Antonio Muñoz, conocido en aquella época como ‘Angelín’. El ex-jugador de la Agrupación Deportiva Ceuta había accedido a la presidencia en 1988 y después de dos campañas en las que rozó el ascenso a la Segunda ‘A’ con sendos subcampeonatos (aún no existía la fase de ascenso en Segunda ‘B’) no pudo hacer frente a la deuda y la historia de la Agrupación, que llegó a militar una temporada en la división de plata con Rafael Montero Palacios de presidente y José Luis Fuentes en el banquillo, acabó de mala manera. Recuerdo que en la campaña 90-91 el desencanto de la afición era mayúsculo y acudía en escaso número al estadio municipal Alfonso Murube. Consumada la desaparición de la Agrupación, tomó el testigo en Tercera el Atlético de Ceuta que confeccionó un equipo modesto y poco competitivo que no pudo evitar el descenso a Regional Preferente. Así las cosas, nos quedamos cinco años huérfanos del deporte rey en nuestro país hasta que el Ceutí Atlético, con Francisco Galán Puertas ‘Paquirri’ en la presidencia y Felipe Escane en el banquillo, dio el salto al grupo décimo de la Tercera División. Una travesía en el desierto que los aficionados al fútbol en particular y al deporte en general no se merecían. El alcalde Francisco Fráiz, que había ganado en el 91 las elecciones con el nuevo partido Progreso y Futuro de Ceuta, tampoco movió un dedo para evitar el desaguisado porque el aficionado, muy ‘quemado’, no se movilizó.
Han pasado más de veinte años y la Asociación puede correr la misma suerte si el presidente de la entidad no abona las nóminas pendientes a los futbolistas. Se da la triste paradoja que la campaña pasada la AD Ceuta se enfrentaba en la Copa del Rey al mejor equipo del mundo, el FC Barcelona, se colgó el cartel de ‘no hay billetes’ en el Alfonso Murube y la taquilla ascendió  a 242.910 euros, dato que resultó clave para cerrar el ejercicio 10-11 con un superávit de 57.380,23 euros. Nueve meses más tarde de la celebración de la asamblea de socios y abonados en la que se detalló la situación deportiva y económica del club, la AD Ceuta deambula por la zona media-baja de la clasificación y lo que es peor, sus jugadores suman cuatro meses (diciembre, enero, febrero y marzo) sin cobrar un euro. La plantilla está harta de promesas falsas, se siente engañada y abandonada a su suerte. Apela a la profesionalidad para preparar los partidos de la mejor manera posible y cuando el colegiado de turno decreta el inicio de los encuentros intenta superar al rival, eso sí, después de arrodillarse o realizar una sentada sobre el césped (ocurrió en la última jornada ante el Écija) como señal de protesta por el ‘calvario’ que están viviendo. Si escuchas a los protagonistas te das cuenta que el ‘día a día’ influye en el rendimiento de los jugadores. Germán, uno de los capitanes, manifestó en la televisión pública tras el 0-0 de la última jornada que “estamos en una situación límite, algunos jugadores tenemos gastroenteritis porque no podemos beber agua mineral en los entrenamientos. El material deportivo no es el adecuado y de San Juan de Aznalfarache estuvieron a punto de echarnos, nos dejan entrenar por pena”. El director deportivo Manuel Santana reconocía esta semana en la cadena SER que “algunos jugadores están trabajando de camareros durante la semana porque necesitan dinero para cubrir las necesidades básicas, otros sólo comen arroz... Un camarero pasa ocho horas de pie y este fin de semana por ejemplo nos espera un viaje en autocar de seis o siete horas para jugar en Roquetas”.
El responsable de esta nefasta temporada no es otro que el presidente del club, él debe buscar soluciones para pagarle a los futbolistas lo acordado a principios de temporada y evitar el descenso a Tercera División por moroso. Esta semana viajó a Madrid para reunirse con responsables de la A.F.E., pero de la reunión con el sindicato de los futbolistas no ha trascendido nada. Muñoz sigue ‘missing’ y Santana se limitó a decir que se trataba de una primera toma de contacto y ambas partes volverían a verse las caras para continuar hablando de la delicadísima situación económica de la AD Ceuta. Tengo muy claro que la entidad está por encima de las personas y la ciudad de Ceuta no puede permitirse el lujo de quedarse sin equipo de fútbol en la Segunda ‘B’ después de catorce temporadas en esta categoría, cinco fases de ascenso a la Liga Adelante y enfrentamientos coperos contra el FC Barcelona, el Málaga o el Real Betis. El Gobierno, a través de la consejera de Juventud, Deporte y Menores, aseguró que la subvención aprobada para la AD Ceuta en la temporada 11-12 (700.000 euros, de los cuales trescientos mil son para el plan de saneamiento) se estaba abonando según los plazos previstos y lo que hiciera la entidad con la misma pertenecía al ámbito privado. Llegado el momento, entiendo que la Ciudad Autónoma puede realizar un esfuerzo para evitar la desaparición de la Asociación como ya hizo en el 2005 (final de la primera etapa de Muñoz) cuando aprobó un plan de saneamiento y el equipo caballa pudo continuar compitiendo en la Segunda ‘B’. Otro tema es el proyecto deportivo que se debe confeccionar para la próxima campaña que estaría en consonancia con las posibilidades económicas del club. Es el momento de darle la oportunidad a algunos jugadores de la ciudad para que la afición se sienta identificada con su equipo, algo que no ocurre en estos momentos con la plantilla en Sevilla y con la ausencia total de canteranos, hay que tener mucha paciencia y no engañar a nadie. El objetivo debe estar cifrado en la permanencia para a medio plazo, si por fin algún día funciona la famosa pirámide en el fútbol caballa, poder aspirar a cotas mayores con el plus de un plantel en el que tengan cabida un número aceptable de futbolistas locales.
El Ceuta se complica la vida
En el primero de mis escritos daba por segura la continuidad de la AD Ceuta en el grupo cuarto de la Segunda ‘B’ desde el punto de vista estrictamente deportivo. En un grupo con un nivel bastante bajo y dos equipos (Polideportivo Ejido y Sporting Villanueva) retirados resulta evidente que hay unos cuantos equipos peores que el de Sergio Lobera. Pero la espiral negativa de resultados en la que se encuentra inmersa la AD Ceuta (un punto sumado de los últimos quince en juego) ha dejado al conjunto blanco en la decimotercera posición con una renta de cinco puntos sobre La Unión, el equipo que disputaría la eliminatoria por la permanencia. El desinformado, conocido por sus pifias y meteduras de pata, escribía en el otro periódico que el Ceuta es decimosegundo y mantiene una cómoda ventaja de ocho puntos sobre la zona de descenso, que ocupa el CD Roquetas el rival esta mañana de los ceutíes en el campo municipal de ‘Los Bajos’ al no poder disputarse el partido en el estadio ‘Antonio Peroles’. El equipo almeriense, que se juega la vida ante la AD Ceuta, es el primero que perdería la categoría, pero no se puede obviar que el puesto decimosexto te obliga a jugar una eliminatoria a cara de perro con un equipo de los grupos I, II o III. El grupo de Sergio Lobera necesita puntuar ante el CD Roquetas para ahuyentar los fantasmas del descenso y no verse abocado a un final de infarto. En la trigésimoquinta jornada La Unión recibe al Villanovense tras el meritorio empate cosechado en el municipal de La Línea, mientras que el rival hoy de la AD Ceuta sumará el próximo fin de semana los tres puntos sin jugar porque debe medirse al Villanueva. Los ceutíes suman 43 puntos y además del duelo en Roquetas de Mar recibirán al filial de la UD Almería, viajarán a Melilla para medir sus fuerzas con el equipo de Óscar Cano y cerrarán la temporada en el Murube contra el Badajoz de Jesús Villatoro. Con cinco puntos de doce posibles debería bastar para ‘amarrar’ la categoría y evitar el desastre. La actual temporada (yo diría que la segunda etapa de Muñoz) ha sido un cúmulo de despropósitos, pero el club está por encima de los presidentes, entrenadores, jugadores y periodistas y lo que deseo es que la AD Ceuta pueda competir la próxima temporada en la Segunda División ‘B’.