En estos días hemos podido ver el Debate del Estado de la Nación, pudimos comprobar que el gobierno de Zapatero esta solo, todavía sigue teniendo el chantaje de los nacionalistas. Yo soy de los partidarios que en este país hay que modificar la ley electoral, ya que no se puede consentir que el futuro de todos los españoles este en manos de unos cuantos.
La hipocresía de los partidos nacionalistas y los pequeños partidos de izquierdas, pusieron una vez mas en la mesa una serie de condiciones para seguir sosteniendo el Gobierno de España, a un partido sin ideas ni recursos, a un presidente cono Rodríguez Zapatero sin credibilidad tanto en España como en el extranjero.
Los partidos a los que me refiero todos con representación en el Congreso de los Diputados son: Izquierda Unida (IU), Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Convergència i Unió (CiU), Partido Nacionalista Vasco (EAJ/PNV), Unión Progreso y Democracia (UPyD), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) - Bloque Nacionalista Galego (BNG) - Coalición Canaria (CC) y Nafarroa Bai (Na-Bai).
Después de que Mariano Rajoy líder del Partido Popular, primer partido de la oposición, propusiera disolver el parlamento y convocar elecciones generales, todos miraron para otro lado, eso si, cada uno de los portavoces de esos partidos criticaron a Zapatero y a su Gobierno de todos los problemas de España, dejando muy claro su oposición al Gobierno, pero en sus discursos dejando una puerta abierta para volver a apoyar a Zapatero si veían sus reivindicaciones satisfechas, aunque para ello el Gobierno tuviera que rodear las leyes o beneficiar a una regiones de España en perjuicio de otras. No olvidemos que a la vuelta de las vacaciones de verano esta la aprobación de los Presupuestos Generales del estado, un rechazo por parte del Congreso de los Diputados a esos presupuestos, supondría un voto de censura al gobierno de Zapatero, y el Gobierno se vería en la obligación de convocar elecciones anticipadas.
No hay que olvidar que el Partido Socialista Obrero Español, se presento a las elecciones con un programa que no ha cumplido, mejor dicho, ha hecho los contrario de lo que prometió en su programa electoral. Con un discurso de investidura del Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero, en el cual solo engaño a todos los Españoles, para muestra un botón, Zapatero en ese discurso de investidura dijo: “Quiero dejarlo hoy muy claro: si hay alguna propuesta de abaratar el despido o de recortar derechos de los trabajadores, le digo que no va a pasar porque la mayoría del grupo socialista no la va a aceptar”. Bonitas palabras en aquel momento, pero al final el tiempo pone a cada uno en su sitio, la cruda realidad es que Zapatero mintió y engaño a los españoles.
Quiero terminar este artículo con las palabras que Mariano Rajoy dijo para terminar su intervención en el Debate del Estado de la Nación del pasado miércoles, que a mi modesto criterio resumen la situación actual del Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero.
“Yo comparto ese criterio y creo, sinceramente, que usted no está en condiciones de gobernar. Por lo tanto el mejor servicio que puede hacer al país para cortar este calvario es disolver el parlamento y convocar elecciones generales. En caso contrario, usted podrá encerrarse en sí mismo y aferrarse al poder, pero mucho me temo, señoría, que sin confianza será imposible gobernar. Se puede ocupar el puesto como usted lo ocupa, pero, como ya lo estamos viendo, no podrá ejercer la función con eficiencia. Sin confianza puede uno mandar, ordenar, incluso imponer su voluntad, pero no se puede gobernar. Porque para gobernar no basta con el poder, señoría; se precisa la reputación. Usted no la tiene, y sin ella no es posible crear el clima de certidumbre que sustente el crecimiento; ni cuenta con la autoridad moral para reclamar sacrificios que no se entiendan; ni podrá vencer la resistencia que los beneficiarios del statu quo oponen a las reformas. Tiene usted el poder, pero carece de autoridad porque no inspira confianza. Y eso es algo que no se cura, señoría. La confianza es tan frágil como el vidrio de una bombilla, e igual de irreparable cuando se quiebra. Es uno de esos bienes que se no pueden perder dos veces. Su tiempo se ha agotado y lo sabe. Reclamar a estas alturas la confianza de los españoles para continuar igual, es pedir lo imposible para retrasar lo inevitable”.