Agentes de la Guardia Civil adscritos a la Compañía Fiscal han detenido a tres personas por la comisión de un presunto delito contra la salud pública, después de que fueran sorprendidos con algo más de 200 kilos de hachís ocultos en la furgoneta que ocupaban. La intervención tuvo lugar en la mañana de ayer, como parte de los controles realizados sobre los vehículos que embarcan en dirección a Algeciras. Los detenidos, marroquíes con residencia en Bélgica, fueron informados de la comisión del delito después de que los agentes, alertados por el can del Servicio Cinológico, descubrieran el cargamento, perfectamente distribuido para su traslado a la península.
La droga, valorada en unos 200.000 euros, ha quedado decomisada en el búnker que depende de la Delegación del Gobierno, mientras que los detenidos se espera que sean puestos a disposición judicial en el día de hoy. Por las manifestaciones ayer prestadas, se presume que uno de ellos será el que asuma la implicación en el delito.
El decomiso de ayer viene a romper una tónica que se está estilando en este último mes: el de pases de droga en pequeñas cantidades. Y es que después de que la Comandancia de Ceuta haya superado ya las intervenciones de todo el año pasado, y tras meses de intervenciones de alijos importantes, desde el verano se estaba notando un mayor tráfico de hachís pero en pequeñas cantidades. En el día de ayer, festivo, se llevó a cabo esta incautación amén de otras más pequeñas.
Si esto ocurría en Ceuta, en la vecina Algeciras los agentes del puerto procedían a la detención de nueve personas relacionadas también con delitos contra la salud pública, interviniendo 61 kilos de hachís en dobles fondos practicados en vehículos que desembarcaban de ferrys procedentes de la ciudad.
Un funcionario de prisiones... pasando tabaco
Y parejo al tráfico de hachís, con una crisis cada vez más marcada, continúan las idas y venidas de aquellos que buscan en el contrabando de tabaco una forma de obtenerse un sobresueldo. Ya desde finales del año pasado ha aumentado notablemente las intervenciones de tabaco tanto en el Tarajal como en el puerto que es introducido desde Marruecos para su venta en la península. No se trata sólo de tabaco chino, muy perjudicial para la salud, sino también de otro tipo. La Benemérita tramita las oportunas denuncias contra quienes son sorprendidos con el material, encontrándose entre los portadores con soldados, policías o, como sucedió hace unos días, hasta funcionarios de prisiones.