Un alumno de la Escuela Infantil 'Manzanita', ubicada en la calle Francisco de Lería y Ortiz, se manchó ayer con las heces de presuntamente un perro que defecó en la puerta de este centro. La aparición de excrementos en la entrada a la guardería, un episodio que podría ser aislado, se ha convertido en un problema diario que el equipo de profesoras y los padres de los pequeños quieren denunciar públicamente.
Simona Benasayag, directora de esta escuela, critica que los propietarios de los perros lleven a sus mascotas a pasear por la calle en la que se encuentran sus instalaciones y nunca recojan las deposiciones como haría cualquier ciudadano. "Los padres tienen que sortear los excrementos con sus hijos y, evidentemente, les da asco", lamenta la directora en la puerta del centro mientras muestra varias heces que, durante la noche, evacuan animales. Cada mañana, cuando acuden al centro, se encuentran con el mismo contratiempo y, aseguran, los padres se quejan al igual que el profesorado.
La limpiadora de la guardería acude por las tardes, de modo que son las profesoras quienes tienen que hacer las labores de limpieza antes de iniciar las clases con los niños de edades comprendidas entre cero y dos años. "Somos nosotras quienes tenemos que echar zotal -un desinfectante- para baldear la entrada", protestaron.
La calle Francisco de Lería y Ortiz es una vía transitada que se encuentra en el Morro. A pesar de que el pavimento de la acera enfrente de la escuela ya fue sustituída por baldosas nuevas, el margen de la guardería mantiene losas que tienen "50 años", según un vecino de la zona que se sumó a la queja de las profesoras.
El equipo de 'Manzanita' solicita a la Ciudad que mantenga limpia la calle y repare el acerado, especialmente, una alcantarilla que está rota "desde hace años", denunciaron de forma pública las mismas fuentes. Una tabla pintada de color amarillo cubre la apertura superior de la alcantarilla. El equipo docente pide la colaboración de todos los agentes implicados para que esta situación no se vuelva a repetir.
No es el único incidente relativo a la suciedad que sufre la guardería, recordaron las profesoras. "Cuando hay viento y los contenedores están abiertos, las bolsas de basura vuelan y se cuelan en el patio del colegio", afirmó la directora de la escuela.
"Recurrimos desesperados a 'El Faro' porque ya no sabemos qué hacer ni cómo hacerle llegar a la Ciudad que limpie y arregle la calle", comunicó Benasayag. Esta queja popular no se limita al personal docente, los vecinos de la barriada secundan sus palabras y añaden problemas con el alumbrado de la calle Francisco de Lería y Ortiz.
La guardería Manzanita tiene matriculados de 60 a 70 niños y su horario de clases es de 8.00 a 15.00 horas.