La frontera se ha convertido en el escenario que nadie entiende. Y esto es así porque de la tranquilidad y el vacío se puede pasar al colapso en cuestión de momentos.
Hoy se han repartido más de 1.800 tarjetas, pero los porteadores no han salido hasta hacerlo todos casi a la vez… tenían miedo de que se les quitaran los bultos.
De nuevo la Policía ha tenido que intervenir ante la presencia de individuos que se colaron en el filtro del paso sin guardar cola y sin tener tickets. Tickets que, por cierto, se siguen revendiendo a 250 dirhams, causando el enojo de los comerciantes.
Los cierres intermitentes en el paso entre España y Marruecos se han convertido ya en algo habitual. Resulta ya complicado cruzar con cierta agilidad, la presión al otro lado del paso se ejerce durante todo el día.