Francisco Valero, presidente de O’Donnell y uno de los vocales de la FPAV, dijo que esperaban un movimiento de la Ciudad.
La queja de algunos vecinos de la barriada O’Donnell sobre un montón de estiércol que estaría desprendiendo mal olor ya está siendo atendida por los responsables. Al parecer, ese material, que está mezclado con tierra, pertenece a las Brigadas Verdes de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV). Así lo demuestran una serie de contenedores con el símbolo del ente vecinal que hay alrededor del abono y el propio testimonio de uno de los vocales de la FPAV, Francisco Valero, quien también es presidente de la barriada en cuestión. Según explicó a este medio, ese material se estaba almacenando ahí de forma temporal “pensando que no molestaría a nadie”. Ante las quejas que están recibiendo, Valero asegura que las primeras llegaron hace casi un mes aproximadamente, la FPAV ha movido ficha y se ha puesto en contacto con la Ciudad para que le facilite un espacio definitivo en el que poder almacenar la tierra mezclada con estiércol sin que moleste a nadie. “Estamos a la espera de que la Ciudad nos diga dónde podemos colocar ese material, pero tenemos la intención de trasladarlo cuanto antes”, explicó Valero, quien insistió en las buenas intenciones de la Federación de Vecinos y en resaltar que todo ha sido un error sin maldad. “No se pensaba que esa tierra podía llegar a molestar a nadie y por eso se puso en ese lugar, pero si los vecinos se quejan hay que retirarla lo antes posible”, sentenció.
Tal y como sospechaban los vecinos de la zona, ese material está siendo utilizado por los miembros de las Brigadas Verdes como abono para las zonas verdes, macetas y demás elementos de flora sobre los que trabajan habitualmente.
Según denunciaban algunos residentes en el lugar, el montón de abono desprendía algunos días, especialmente los de levante, un fuerte olor que les estaría molestando al invadir sus viviendas.