La formación, un antídoto frente al ébola

Medicina Preventiva explicó los protocolos y el uso de los equipos de protección a Cruz Roja y personal de Ingesa. Hasta el momento, se descartaron entre 20 y 30 casos.

La convocatoria de formación en torno a la primera atención de pacientes con enfermedades infecciosas y, en concreto, con la Enfermedad Virus Ébola (EVE), registró ayer una asistencia masiva que ni el Servicio de Medicina Preventiva, Salud Pública y Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Universitario podía preveer.
Los integrantes del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencia (ERIE) de Inmigración de Cruz Roja Ceuta; personal de Laboratorios; Emergencias del 061; tanto sanitarios como no sanitarios y efectivos de limpieza atestaron el salón de actos, el cual se quedó pequeño para acoger al público e incluso hubo quien siguió las explicaciones de pie. En consonancia con la terminología médica, esta numerosa presencia es sintomática de la inquietud que provoca el ébola.
Pese a que las autoridades y los medios de comunicación lo han repetido hasta la saciedad, nunca está de más, como hizo ayer Julián Domínguez, del Servicio de Medicina Preventiva,  recordar que este virus no se transmite por vía aérea. El contacto directo tanto a través de heridas abiertas en la piel, como de orina, sudor, saliva, semen y en general, de cualquier fluido corporal, es el modo de contagio de este virus letal para el que, hasta el momento, no existe vacuna.
El personal sanitario es en España, sin duda, el más expuesto a contraer la enfermedad como quedó patente con el caso de la auxiliar de Enfermería Teresa Romero. Por eso, este adiestramiento tuvo dos ejes principales: los nuevos protocolos de actuación ante los contactos y el uso de los equipos de protección.
Tras la introducción, Domínguez interpeló a Germinal Castillo e Isabel Brasero, del Departamento de Comunicación de Cruz Roja, para conocer el procedimiento que sigue la institución humanitaria tras prestar atención sanitaria a las personas extranjeras que llegan a las costas españolas de manera irregular. “Le preguntamos el país de origen; el tiempo de viaje y si portan alguna documentación”, enumeró Castillo. Este cuestionario le sirvió al jefe de Medicina Preventiva para aclarar que, antes de la prueba clínica, la persona que asiste al sospechoso de ébola debe determinar si el inmigrante procede de una de las áreas afectadas por el brote –Guinea Conakry, Liberia, Sierra Leona, los estados de Lagos y Rivers en Nigeria y la provincia de Ecuador en República Democrática del Congo– y hace menos de 21 días estuvo allí –periodo de incubación–. Precisamente, apuntó Castillo, una parte importante de las últimas entradas clandestinas estuvo protagonizada por ciudadanos de Guinea Conakry.
Los síntomas son fiebre a partir de 37,7º, cefaléa intensa, vómitos, diarrea, dolor abdominal y cualquier forma de manifestación hemorrágica no explicada. Desde que se activó el protocolo, las autoridades sanitarias descartaron entre 20 y 30 casos sospechosos en la ciudad autónoma, según estimó Domínguez.
Ingesa comunicó que si las sospechas de contagio son fundadas,  Cruz Roja trasladará al posible infectado al Hospital en la ambulancia de la institución humanitaria, cumpliendo los requisitos legales para su transporte y evitando que el resto de usuarios compartan las ambulancias de Ingesa con los pacientes que pueden estar contagiados. Sin embargo, la intervención correspondería al 061 en caso de que el aviso se produjera fuera del ámbito migratorio.

Instrucciones

Ministerio de Interior
Recomienda al CNP usar equipos de protección

“Utilizar guantes de látex, vinilo o nitrilo en la inspección de pasaportes, documentación e inspección de pasaportes”; “utilizar mascarillas FFPIII, sobre todo a la llegada de inmigrantes subsaharianos en cayucos u otras embarcaciones” y “utilizar gafas de seguridad y monos desechables ante la sospecha de estar ante personas afectadas por el ébola”, son algunas de las recomendaciones que el Ministerio del Interior ha hecho llegar a los funcionarios del Cuerpo de Policía para protegerse de posibles contagios de ébola. Sobre todo va dirigido a quienes prestan servicio en Extranjería y Fronteras, en puestos como Ceuta y Melilla.