La fétida butifarrada de Quim Torra

Ya saben lo maleducado que es Quim Torra. El domingo día 17, montó uno de sus numeritos a los que tan acostumbrados nos tiene con su innata falta de educación. El día 18 siguiente comparecía en juicio ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña como presunto inculpado por haber desobedecido la orden judicial de la Junta Electoral de retirar lazos y demás propaganda que en las pasadas elecciones colgó ante la Generalidad. Alguien le preguntó qué iba a declarar al día siguiente en el juicio, contestando: “Mañana no voy a defenderme de nada (...), voy a acusar al Estado de vulnerar mis derechos y los derechos de todos los catalanes”. Y, seguidamente, añadió de forma procaz, grosera y soez: “Como he comido un plato de butifarra con judías, según las preguntas que me hagan, la ‘cosa’ puede salirme por un lado o por otro”; mamarrachada impropia de un president de Cataluña, porque ya saben a la flatulenta “cosa” que se refería.

Y, como es él quien provoca con su lenguaraz vocabulario, pues se ha ganado a pulso ser por ello convenientemente censurado. Y hay que decirle lo bien que lo retrata un poema de su paisano catalán Manuel del Palacio Simó, poeta satírico y burlesco del siglo XIX, al declamar: “Miradlo bien. Su cara es del mono/ brazos caídos/ cuerpo contrahecho/ media estatura/ y encorvado pecho/ lo hizo Dios en un rato de abandono”. Aclaro que el poeta Palacio Simó se refería a la típica figura del “caganet” catalán, que representa a un personaje rústico y zafío del campo, de cuclillas defecando, con los pantalones bajados, piernas flexionadas y posaderas al aire. ¿Se estaría su paisano el poeta adelantando imaginariamente en el tiempo al futuro Torra andando algo encogido, desgarbado y cariacontecido como si fuera estreñido?.

Pues si así fuera, ello explicaría por qué sus huestes radicales se permitieron hacer varios escraches en la sede de dicho Tribunal y en la vivienda del Magistrado Llarena, embadurnándolas con hediondas heces y fétidos efluvios excrementales. Pero dejemos ya aparte sus pestilencias para ser más serios que él, y preguntémonos: ¿Cree alguien que una persona tan deslenguada, que públicamente se jacta de comportarse tan ineducadamente, puede ser presidente de Cataluña?.

Es que, con tal exabrupto no sólo se insulta, denigra y se hace indigno a sí mismo y a sus radicales, sino también a esa otra mayoría social de gente buena, inteligente, culta y educada que hay en Cataluña. Porque, ¿cómo se puede permitir que quien tiene por tratamiento oficial el de “molto honorable” tenga luego tan poca honorabilidad como para comportarse de forma tan insolente al referirse a esas otras persona de tanta relevancia, decoro y autoridad como los Jueces de Cataluña que al día siguiente lo juzgarían?. A cualquier persona que tenga un mínimo de seriedad, formación, sensatez, sano juicio y racionalidad, le repugna tan oprobioso proceder.

Aunque también es cierto que de semejante sujeto no cabía esperar otra cosa. Ya saben cómo él nos califica a los españoles, insultándonos y ofendiéndonos con aquel artículo de 2012 (“La lengua y las bestias”), en el que, entre otras necedades, escribe: “Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar a las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeras, víboras, hienas. Bestias con forma humana, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con verdín, contra todo lo que representa la lengua (…). Están aquí, entre nosotros, les repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay alguna cosa freudiana en estas bestias. O un pequeño estremecimiento en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos!”. Y esto último incluso destila tintes racistas. ¿No se dará cuenta que también él es español, lo quiera o no?.

Ya conocerán también las excentricidades y sandeces que dijo luego en el juicio, contestando sólo a preguntas de su Abogado defensor, porque al Fiscal y Magistrados del Tribunal no tuvo lo que hay que tener para enfrentarse a sus preguntas. Y tenía perfecto derecho a no responderlas, porque eso es legítimo en nuestro ordenamiento jurídico; pero no a faltar al respeto a la Justicia, al Estado de derecho y hasta a él mismo, comportándose de manera tan chulesca, prepotente, arrogante, altanero, rayando el insulto, retando y desafiando a jueces y Tribunal, manifestando que el juicio era ilegal; que él sólo obedecía al Parlament que lo eligió y es el único competente para ponerlo, quitarlo y censurarlo y que la Junta Electoral no tenía competencias para ordenarle que retirara los lazos, acusando a los Magistrados de prevaricar y cometer un delito de coacciones. Y todo esto último es lo que la ley no le permite.

Él se cree que es el gracioso mesías prometido, aunque su amo Puigdemont lo tenga ya de saldo para liquidarlo; un omnipotente, que cree estar por encima de la ley, de la justicia, del bien y del mal, pese a que luego demuestra ser un perfecto analfabeto en leyes, por mucho que en su “currículum” haga figurar que es Licenciado en Derecho. ¡Qué vergüenza debería darle, entonces, de ser jurídicamente tan inepto como para querer invertir la pirámide de la jerarquía de las normas jurídicas!. Porque, ¿desde cuándo los órganos y normas regionales están por encima y prevalecen sobre el Derecho Internacional, la Constitución y el ordenamiento jurídico del Estado, que vetan categóricamente la independencia a una región que ya pertenece al propio Estado?.

Pues que no se preocupe, que ya recibirá la notificación de la sentencia. Y la Justicia suele ser lenta y reflexiva, pero cuando llega pone a cada uno en su sitio. Y eso sí que le puede alterar el tránsito intestinal y crearle fuerte incontinencia intestinal, porque sólo los Jueces pueden determinar – y no él - lo que es legítimo y lo que no lo es, mientras que él, como supremo hacedor “divino”, se permite arrojar al ámbito de lo ilegítimo a todo el que no siga su pensamiento único y no comparta sus ideas independentistas.

De otra parte, ¿no se darán cuenta él y los suyos del gravísimo daño que están haciendo a Cataluña y los catalanes?. ¿Tan ciegos están para negar la evidencia de tanto haber ya el ridículo ante Europa y el mundo?. ¿Tan torpes son para no discernir que así no van a ninguna parte, que nadie les ha hecho caso a pesar de sus ingentes gastos en propaganda separatista?. ¿No ven que aunque otras regiones de Europa también tengan aspiraciones secesionistas, todas ellas se someten a la Constitución y acatan la ley y la Justicia?. Si todo el mundo ahora busca la globalización porque la unión hace la fuerza en un mundo más interdependiente, ¿cómo Cataluña va a retroceder a las cavernas, que sería su autodestrucción.

Aparte de esos graves perjuicios que en otros artículos he expuesto que han causado a Cataluña y del descrédito tan grande al que deliberadamente la han llevado, ¿saben las pérdidas que sólo con las barricadas, incendios, cortes de carreteras, vías férreas, frontera y destrozos de mobiliario urbano causaron en octubre pasado?. Pues 460 millones de euros, pérdida de 30.000 empleos desde que empezó el “procés”; bajada del PIB el 0,2 %, en septiembre alcanzó por primera vez Madrid (234.881 millones) a Cataluña (sólo 234.763), el turismo ha caído el 2´5 %, las empresas siguen marchándose y van más 5.800, Seat ya les ha advertido que si no cesan los desórdenes ponen en grave riesgo las inversiones y la producción y que tienen otros países y plantas industriales como alternativa, Nissan ya manda diez días a casa a 800 trabajadores de la planta de la Zona Franca, Michelín de Vitoria también ha anunciado que si siguen los radicales importunando, tendrán en diciembre que parar durante cinco jornadas. Si Cataluña sigue así, se autodestruye.

Hace unos días el presidente de la patronal catalana, Sánchez Llibre, les advirtió que la situación es insostenible y no puede seguir así, que “el Govern no condena la barbarie y no evitarla es una grave irresponsabilidad del mismo; que el derecho de reunión y de manifestación no ampara provocar esa misma barbarie”. Pero ya habrán conocido la respuesta de Torra a todo eso, que pese a que tenía anunciada su asistencia al acto de los empresarios, junto con varios ministros, a todos les dio el plantón queriendo luego justificarse con una excusa tan “pobre” como que el ministro pretendía marginarle en el protocolo; o sea, enfadándose amulado como un niño pequeño cuando se le niega un caramelo y se enfada pataleando que él ya no juega. Menuda caterva de gente insensata, incompetente e irresponsable viviendo a costa del dinero público de los catalanes y de los españoles.

¡Ah!, pero tenemos una buena noticia: la alcaldesa de Barcelona, jefa de los “manteros”, Ada Colau, parece estar empezando a ver impresentable la tensa situación de revueltas callejeras de los insurgentes, que llevaban ya veinte días con tiendas de campaña, en acción de protesta por la sentencia del “procés”, y que, según los medios de comunicación, se venían dando entre ellos mismos situaciones de promiscuidad, con supuestas agresiones sexuales, amenazas, coacciones, consumo de drogas, acumulación de basura con peligro de crear focos infecciosos y hasta robo del dinero recolectado bajo el pretexto de crear una “bolsa de resistencia”.

Y ha mandado a la Policía Local a desalojar los pocos que quedaban, por el espectáculo que daban y la sensación de abandono, desorden y desidia que ante el mundo estaban dando.

Y menos mal que también esta vez Amnistía Internacional ha rectificado con una inusual declaración en la que asevera que el juicio del “1-O” ha sido justo, mientras que la actuación del Govern es “sancionable”, aunque se haya mostrado partidaria de que la legislación sea algo más flexible.

Sinceramente, estoy convencido de que el problema de Cataluña, más que de “convivencia” (que también), es de “conveniencia” de quienes se han dado perfecta cuenta de que les va muy bien teniendo como “modus vivendi” la presión y las barricadas que tanto perjuicio hacen a la comunidad en general, a costa del dinero de todos; de manera que parece como si cuanto peor le fuera a Cataluña fuera mejor para ellos, porque si algún día se acabara con el problema del secesionismo, ¿de qué iban a vivir tanto “desoficiados” que ahora lo hacen del Erario Público, mediante subvenciones clientelares y otras prebendas favorecedoras de la insurgencia y la secesión. Ya sabemos por la sentencia del “procés” que el dinero se desvía y desaparece por arte de “birlibirloque”, a la vista de los hechos probados en la sentencia del “procés”.

Si no hay más que fijarse en el hecho significativo de que desde 1714 hasta hoy, ha habido hasta cinco intentos secesionistas fallidos en Cataluña, y todos y cada uno de ellos se promovieron por los separatista en momentos de debilidad del Estado español, bien por crisis económicas o por problemas del Estado, gran confusión política o desórdenes públicos, sociales o de cualquier índole; momentos en que más se requiere aunar esfuerzos y voluntades para intentar salir de los problemas cuanto antes, pero que allí es al revés, porque es cuando ellos más “pescan en río revuelto”, promoviendo las algaradas y provocando los desórdenes.

¿Se imaginan el grave perjuicio y el descrédito que la imagen del “procés” ha acarreado ya a Cataluña internacionalmente?. En los medios internacionales de comunicación han aparecido calles en llamas, barricadas de neumáticos ardiendo, quema sistemática de contenedores, intentos de asaltar el aeropuerto y el Parlament, apedreamiento con adoquines arrancados del suelo por los “pacíficos”, cohetes disparados contra un helicóptero policial, huelga política de “país” que es ilegal, saqueos de algunos centros comerciales, etc.

Y todo ello por querer hacer a la fuerza lo que está terminantemente prohibido hacer por el Derecho Internacional, por nuestro ordenamiento jurídico interno y por infinidad de sentencias judiciales. Todo por terquedad en separarse de España, en base a una historia que no se ha tenido y a unos derechos que no son tales. Ya está bien, hombre.