La felicidad no tiene límites

Un reportaje de Raúl González en el programa El Día Después es el principio de esta historia, una historia que comienza con el sueño del joven Zacarías, un chaval de 19 años de Sant Joan les Fonts (Girona) que sufrió la amputación de una pierna cuando tenía 6 por culpa de una enfermedad.

‘Zaca’ se despertó un día con la intención de crear el primer equipo de fútbol en España para amputados, basándose en la propia experiencia de los jóvenes en Sierra Leona víctimas de las minas antipersonas.
Meses después de proponerse esta meta, y con la ayuda de muchas personas, está muy cerca de cumplir ese ansiado sueño.
La difusión de aquel reportaje emitido por Canal Plus en diciembre de 2013 llamó la atención de los familiares de nuestro protagonista, un ceutí de 31 años llamado José Enrique Corrales Bellido.
Kike, que sufrió un accidente de tráfico con tan sólo 6 años cuando jugaba en su barrio y que acabó por matarle el nervio ciático de la pierna izquierda, no dudó en ponerse en contacto con ‘Zaca’ para trasladarse a tierras catalanas a comienzos de 2014. Allí se reunió junto a otras personas de todo el país que persiguen la misma ilusión: formar un equipo de fútbol y demostrar que el deporte no entiende de barreras.
Tras esta primera e inolvidable experiencia, viajará de nuevo a Olot (Girona) en la próxima Semana Santa para realizar una concentración de 5 días y participar en un Torneo de Fútbol 7 junto a otras asociaciones.
Kike solicitó ayuda a la Federación de Fútbol de Ceuta para seguir un plan de entrenamiento y mejorar sus ya de por sí grandes cualidades para practicar su deporte favorito, ya que jugar con muletas requiere de una gran condición física, concentración y mucho talento aparte de capacidad de sacrificio.
De este modo, todos los martes y jueves, nuestro protagonista se ejercita en el Campo ‘José Martínez –Pirri-’ con la ayuda de Juanma Alamillos, entrenador de la Escuela de Fútbol.
Kike, gran ejemplo de superación, agradece el apoyo incondicional de su familia, de sus amigos de la barriada Polígono con los que solía jugar sus pachangas y por último, también el de la Federación de Fútbol de Ceuta por la colaboración prestada para alcanzar su objetivo.