La familia de otra joven denuncia su marcha a Siria

La familia de una joven de 18 años residente en la barriada del Príncipe denunció en la mañana de ayer en la Comandancia de la Guardia Civil su desaparición y posible marcha a Siria, tal y como han informado fuentes consultadas por El Faro.

Hacía un par de días que se había sospechado de su marcha de Ceuta pero fue ayer cuando sus familiares acudieron al cuartel de la Benemérita en Hadú para presentar denuncia formal por los hechos. La primera que se produce después de la última operación policial contra las redes de captación de mujeres para la yihad y la segunda en solo dos meses, después de que el pasado noviembre la familia de Lubna, de 21 años y residente en el Morro, comunicara al CNP su marcha siguiendo el mismo camino.
La Guardia Civil ya investiga lo sucedido, la misma historia que se lleva repitiendo con hombres, mujeres y un adolescente desde abril de 2012, cuando no hizo más que comenzar la auténtica sangría de captación de jóvenes que se está produciendo en la ciudad, en distintas barriadas y apuntando a foros muy complejos.
Esta joven, que habría cumplido recientemente los 18 años, se llama Rahma y, según todas las sospechas que se mantienen hasta el momento, habría sido captada en Marruecos y habría, de hecho, elegido esta vía, la marroquí, para intentar marchar de Casablanca a Turquía, esperando su posterior pase a Siria.
Su vía de salida es distinta a la utilizada por la joven que le precedió en el camino, que marchó primero a Málaga (tal y como recogieron las cámaras de seguridad del aeropuerto) para trasladarse en avión a Turquía.
La disparidad de formas empleadas apunta a que la captación haya podido ser distinta y que en este nuevo caso se habría producido mediante una red operativa en el vecino país.
Se da la circunstancia de que un familiar directo de esta joven ya fue en 2013 a Siria en donde fallecería tras haber permanecido, según apuntaron las fuentes de inteligencia en su día, en el campo de Alepo durante unos meses coincidiendo con otros ceutíes. De esta marcha, al igual que de buena parte de las que se han producido en Ceuta, también se presentó denuncia formal, única manera que tienen las fuerzas de seguridad de poder calibrar el número exacto de ceutíes o marroquíes residentes en la ciudad que han podido ir a Siria o pretendido hacerlo a Iraq. En base a esto, se habría producido ya la marcha de una veintena, entre varones y mujeres.
Las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes ya son conocedoras de este nuevo suceso, quedando en el aire la posibilidad de que la joven pudiera ser detectada por los servicios de inteligencia antes de que logre su entrada en territorio sirio. De cruzar la línea fronteriza resultaría ya complicada su recuperación; algo que sí se ha logrado con otras jóvenes, incluso menores, que tras haber sido captadas y radicalizadas para sumarse a la denominada yihad femenina.
Tanto CNP como Guardia Civil trabajan en las investigaciones sobre las distintas redes y focos de captación que se están dedicando únicamente a las mujeres, uno de los objetivos principales de los movimientos radicales. Esa captación no solo se hace a través de las redes sociales, sino que se están produciendo contactos con grupos asentados en la zona norte marroquí que están ejerciendo un importante poder captador sobre las chicas de Ceuta.
Precisamente la última operación policial que terminó con la detención de varias personas que presuntamente captaban a mujeres tenía su asentamiento base en Castillejos. De hecho en el vecino país se han producido en las últimas semanas varias operaciones para detener a miembros de presuntas organizaciones dedicadas a la captación de personas para su posterior traslado a los campos de combate en zonas de conflicto.

Más jóvenes ‘marcadas’ en Ceuta para su radicalización y marcha

Entre las fuerzas de seguridad hay una enorme preocupación por la captación de mujeres que se está produciendo en Ceuta. Saben de la existencia de más jóvenes que ya han sido ‘marcadas’, es decir, señaladas por grupos radicales para ‘lavarles’ el cerebro y conseguir su posterior marcha a zona de conflicto bélico. Es tal el proceso de radicalización que se lleva a cabo que resulta complicado recuperar a esas jóvenes. De momento se ha conseguido evitar la huida de dos chicas y se tiene señaladas a algo menos de media docena a las que se estaría preparando para su radicalización completa. En cuanto al número de mujeres que han partido a Siria, se tiene constancia de la marcha de una con su hijo.