El Juzgado de Instrucción nº 13 de Málaga cita de nuevo hoy a los facultativos que operaron a la ceutí.
Manuel Salazar, hermano de Encarni Salazar, la ceutí que falleció por las complicaciones surgidas tras ser sometida a una liposucción, insistió ayer en la pertinencia de que los dos médicos que atendieron a la difunta en el Hospital Pascual de Málaga presten una declaración completa “a diferencia de la comparecencia anterior, en la que no se permitió que se preguntara lo suficiente y satisfactoriamente para todas las partes”. Esta segunda oportunidad se plantea hoy en el Juzgado de Instrucción nº 13 donde han sido citados la familia y los facultativos inculpados.
El Instituto de Medicina Legal de Málaga advirtió “durante dos años” que se encontraba incapacitado para emitir un informe definitivo hasta que contara con los estudios toxicológico e histopatológico, los cuales ya están a su disposición, indicó el portavoz familiar.
“Ahora quieren que se les vuelva a tomar declaración a los médicos”, lamentó Salazar, quien valora esta solicitud como una “oportunidad de ventaja para poderse defender” ya que un forense estará presente en la declaración y formulará preguntas que, sostiene, “dirigirán las respuestas más ventajosas para los médicos sin ser su intención”.
Las presuntas irregularidades cometidas por los doctores del Hospital Pascual comienzan con la perforación del intestino por error, la cual le provocó una peritonitis. De las tres operaciones que le practican por la sepsis, señaló su hermano, la última se realizó “a escondidas”.
En esta última operación, aseguró Salazar, le “reseccionaron el trozo que le queda de intestino, de 80 centímetros” y, continuó, “no se sabe nada del mismo ya que no fue enviado al centro de análisis”, para apuntar a la posibilidad de que estuviera “infestado” al no bajar la fiebre después de cada intervención, para evitar así su estudio “destruyendo la prueba”.
La familia reconoce que mejoró “algo” después de esta operación aunque siempre con transfusiones de sangre. Encarni comenzó a tener problemas en órganos internos como los riñones o el hígado “sin medios en un hospital no adecuado, sin nefrólogo ni UVI en condiciones”. Sin embargo, denunció Salazar, “cuando vieron el peligro la enviaron a vida o muerte al Hospital Carlos Haya”.
Los familiares de la ceutí exigen que se depuren responsabilidades tras el fallecimiento.