“La Europa que queremos los socialistas está secuestrada por la derecha”

Izaskun Bernal afronta este domingo su segundo asalto al Parlamento Europeo en las listas del PSOE. Asesora en Bruselas del Grupo Socialista Europeo, vuelve a ser la gran apuesta de su partido en Ceuta

para que los problemas e inquietudes de la ciudad resuenen en los foros donde se deciden leyes, directivas y normativas que, a la postre, condicionan el día a día de los ciudadanos. En su discurso censura la política de recortes sin estímulos alimentada por la derecha conservadora y apuesta por un giro ideológico en el seno de la UE que vuelva a reactivar la economía y, sobre todo, la ilusión. La abstención y la apatía, asume, juegan en contra.
–Defíname la Europa actual, la de la tormenta de la crisis y la de la década de Gobierno conservador.
­–La Europa del austericidio.
–¿Y a la que aspira el PSOE?
–La Europa de los ciudadanos.
–¿Qué las distancia?
–Mucha cosas, pero sobre todo que a la derecha se le olvida ahora, en plena campaña, decir que son ellos los que tomaron las decisiones que nos han llevado hasta donde estamos. Si yo fuera esa derecha que gobierna el Parlamento Europeo trataría de explicar por qué  se tomaron esas medidas y no otras, por qué había 1,6 billones de euros para rescatar a los bancos y al sistema financiero, pero no para servicios públicos, educación, sanidad... Yo rendiría cuentas, pero la derecha no lo hace y encima, en España, sigue  echando la culpa a los socialistas, obviando que la crisis no la provocamos nosotros, ni muchísimo menos, sino que surgió en EEUU por las políticas neoliberales y un capitalismo salvaje que hizo que el sistema financiero cayera. Y además obvian que son ellos los que tienen la mayoría para solucionarlo, como si no les gustase admitirlo.
–¿El argumento de la ‘herencia recibida’ que pesa sobre el PSOE tiene fecha de caducidad o puede utilizarse eternamente?
–Lo seguirán utilizando eternamente. La herencia no tiene sentido. Como socialista admito, hablando en términos sanitarios, que en la segunda legislatura de Zapatero tuvimos un fallo en el diagnóstico, tardamos en darnos cuenta de cuál era la magnitud de la crisis. Pero una vez que fuimos conscientes empezamos a trabajar para solucionarlo, y ello a pesar del coste que tuvo para nosotros. De lo que nunca habla la derecha es de que en la primera legislatura de Zapatero España avanzó en derechos y libertades como nunca lo había hecho. Nos convertimos en referente de igualdad en toda la UE con la Ley de Igualdad, que al día siguiente de aprobarse nos pedían en toda Europa;  fuimos el primero Gobierno paritario, la Ley de Violencia de Género, la de Igualdad de Trato, la de Dependencia... Esa herencia la derecha la obvia, y la otra es la que recalca de forma demagógica.
–¿Cuál es la receta del PSOE para intentar reconquistar el domingo al electorado?
–Frente a los ataques del PP, estamos haciendo una campaña pedagógica, hablando claramente de propuestas, insistiendo en relanzar la economía hacia una competitividad basada en dos pilares: más inversiones en I+D+i y una economía verde. Si logramos la competitividad a través de esto, podemos crear hasta 5 millones de empleos en tres años. Es fundamental como paraguas del cambio que defendemos en Europa. Y proponemos medidas específicas, como un salario mínimo digno e igual para toda la UE, luchar contra la brecha salarial entre hombres y mujeres, aumentar la garantía juvenil europea, elevar el fondo social europea para parados de larga duración... La derecha también busca esa competitividad, pero a través de la precariedad, bajando salarios y el gastos asociado a los trabajadores...
–Hay quien insiste en que, pese a la aparente distancia, PP y PSOE venden lo mismo...
­–No. Aunque otras fuerzas minoritarias se empeñen, no somos lo mismo ni por asomo. Una de nuestras señas de identidad es la Europa social, y la creencia firme en la igualdad, en la justicia social, en la no discriminación. Hay líneas rojas que los socialistas no pasamos, que además no se deben atravesar con la excusa de la crisis. En la derecha no existen esas líneas y si existen están difuminadas, porque si no no entiendo esos recortes a ultranza que nos están imponiendo. Hay una absoluta contradicción: nos dicen que nos apretemos el cinturón, que arrimemos el codo para salir de la crisis. La gente lo hace, lo asume, pero cómo les explicas  luego que haya dinero para rescatar a los bancos. O los sobresueldos en el seno del PP, la contabilidad b, las cuentas en Suiza y paraísos fiscales... El PP y la derecha europea no están rindiendo cuentas de su gestión y está queriendo pasar de puntillas por estas elecciones. Han sido los últimos en elegir a su candidato, los últimos en poner a disposición el programa político y cuando la campaña ha empezado están limitando, y mucho, sus salidas en los medios. En Ceuta, por ejemplo, han negado el cara a cara en un debate. Lo contrario que los socialistas.
–¿Ha notado en su intensa campaña puerta a puerta la apatía del electorado?
–Somos conscientes de la desafección hacia la política europea. Por eso estábamos dándole vueltas a herramientas innovadoras, creativas, para hacer más atractivo el mensaje, par quitarnos el corsé impuesto a los políticos. Es complicado. Primero porque el mensaje que llega y se transmite es que en Bruselas solo hay recortes y austeridad, y segundo porque los socialistas hemos sido la única fuerza política que hemos hablado de Europa. El PP ha estado hablando más de gestiones nacionales y en Ceuta ni siquiera eso, intentando defender la gestión de Vivas, olvidando que son elecciones europeas. Pero no nos ha influido negativamente en el ímpetu, justo a las personas con apatía y desafecciones es a las que hemos dedicado más tiempo en el calle a calle.
–¿En qué ha fallado en Ceuta el PSOE para que incluso en tiempos de Zapatero el PP haya gobernando con mayoría absoluta?  
­–Cuando Vivas llegó al Gobierno de la Ciudad, hace ya más de diez años, Ceuta estaba en una situación tremenda, nefasta, tras la gestión del Gil. El PP lo tuvo relativamente fácil para hacer algunas cosas, porque a la mínima que hiciera, con dos o tres gestos y pusiera un poquito de orden, que era lo normal pero no se había hecho, le iba a lucir. Y luego ha estado viviendo del rédito de las gestiones de sus primeros años. Después de más de diez años digo yo que tendrá responsabilidad en que seamos la región de Europa con más tasa de paro, en el paro juvenil ya ni hablemos porque se dispara al 70 por ciento, en el mayor nivel de analfabetismo, de mayor desigualdad... Ceuta en todos los indicadores sociales está a la cabeza de lo peor. Y son ellos los que gestionan los fondos europeos y la Ciudad, luego alguna responsabilidad tendrán. ¿Por qué aquí no hubo ese impulso con Zapatero? Recordemos que el PSOE pasó uno de los momentos más complicados, incluso llegó a disolverse el partido, con el nombramiento de una gestora, pero creo que en los últimos años el partido ha resuelto determinadas cuestiones herencia de problemas internos que tuvimos y ahora ha habido un cambio brutal. Me hace ilusión  que me identifiquen no con Zapatero o González, sino con Carracao. Es sintomático del trabajo que hace el partido día a día. Este sprint que nos dicen que estamos haciendo en las europeas tengo la sensación de que no lo es, que es una carrera de fondo . Me siento orgullosa del trabajo que hace José Antonio Carracao.
–¿Con la expresión ‘carrera de fondo’ quiere decir que un buen resultado el domingo les anima hacia la meta de las próximas autonómicas de 2015?
­–Creo que sí, y a pesar de la abstención tan grande que se espera. Ojalá el mensaje transmita. Creo que es una pena que no haya habido debate, que el PP no se haya tomado en serio las europeas, porque todo eso habría beneficiado a la ciudadanía y no solo a los socialistas, como querían vendernos. Había que fomentar el interés, el debate, la cultura en favor de Europa.
–¿Qué podría hacer más Bruselas para combatir esos indicadores negativos que arrastra Ceuta?
–Si logramos apoyo suficiente para relanzar la economía mediante un sistema sostenible, el desarrollo y la innovación, estaremos fomentando un empleo digno y de calidad. Acabaríamos con nuestra condición de  capital del paro. Si logramos ampliar además la cuantía de la garantía juvenil europea, como pide la OIT, pues imagínese los jóvenes cómo nos podríamos beneficiar del impulso.
–¿Y en el debate migratorio, asumiendo que nos hemos convertido en la frontera sur de la UE?
–Los socialistas defendemos, y va en el programa específico para Ceuta, una apuesta por dos vías: un avance en política común en inmigración con implicación y trabajo conjunto de todos los países y, por otro lado,  un plan de lucha contra la inmigración irregular, que pasa por reforzar los recursos económicos y humanos, la fuerzas de seguridad que se encargan de nuestra ciudad. La lucha contra las mafias, contra el tráfico de personas, un aumento de la ayuda al desarrollo, volver a acuerdos bilaterales con los países de origen... Ha habido desidia, abandono por parte de la derecha. En España y en Ceuta hemos visto la falta de interés por trabajar de forma firme y convincente con el resultado que hemos tenido, 15 muertos y una dudosa gestión de la inmigración irregular, pasando por la violación de los derechos humanos, pasándose a la torera la legislación vigente en materia de asilo.
–¿Cómo percibió desde Bruselas la gestión del Gobierno del 6-F?
–Mal y tarde, el ministro fue a la comisaria de Interior a pedirle un montante de 45 millones para reforzar las fronteras de Ceuta y Melilla. Pero a día de hoy no he oído por qué esa cantidad, ni más ni menos. Tampoco he escuchado en qué la quiere aplicar, porque la única medida anunciada es aumentar el espigón del Tarajal. No digo que no sea necesario, pero levantar muros en el mar no es la solución que necesita Ceuta, y pelotazo y pelotas de goma, mucho menos. Si hubiese sido ministra del Interior, me habría sentado en la mesa con la comisaria, habría dado un puñetazo en la mesa, y habría dicho “se acabó, son las necesidades de mi país y rememos juntos, de tú a tú, de colega a colega”. Y eso el PP no lo ha hecho, perdiendo una oportunidad tras otra de impulsar esa política.
–¿Les ha hecho un flaco favor Felipe González con su propuesta, luego retirada, de animar una gran coalición PP-PSOE?
–Bueno, no dijo que lo proponía, hay que matizarlo. Dijo que él personalmente, en momentos determinados y si las circunstancias lo requerían, no veía mal un posible pacto entre PP y PSOE. Es una opinión más, como otra cualquiera, pero ahora mismo Felipe González, aun siendo un referente, no tiene ninguna responsabilidad ni cargo orgánico, ni es el que marca ni le toca marcar las prioridades y políticas del partido. Un pacto entre PP y PSOE para gobernar el país ahora mismo no lo veo. Cosa diferente sería que las circunstancias cambiaran y en temas puntuales, concretos, de Estado, se facilite. En ese sentido, el PP siempre ha tenido el apoyo de los socialistas. Pero ahora, con esta mayoría absoluta aplastante que ejerce el PP de forma tan arrogante, no se está llegando a acuerdos de ningún tipo.
–Tampoco contribuyen los recortes aplicados en Francia por el Gobierno socialista de Hollande...
–Lo que le pasa a Hollande, igual que le pasó a Zapatero en la segunda legislatura, es que las decisiones, la mayoría, la tiene la derecha europea y conservadora. Como sabemos, el 80 por ciento de las decisiones que nos afectan se toman en Europa, son fruto de la derecha. La Europa que queremos los socialistas está absolutamente secuestrada por esta derecha conservadora del austericidio. El señor Rajoy tendría margen de maniobra porque son sus compañeros de partido: Merkel, Barroso, Juncker, ahora candidato a presidir la Comisión Europea... Si fueran mis compañeros les diría “señores, vamos a redistribuir la riqueza”. Los socialistas no estamos en contra de la austeridad per se. Austeridad sí, pero junto a otras medidas de desarrollo y relanzamiento e inversión. No se puede cortar de raíz todo a las familias y subirles el agua, la luz, sin subsidios, sin trabajo, sin ayudas...
–Arias Cañete acaba de pedir disculpas por su desafortunado comentario, como reclamaba el PSOE desde hace días...
­–Pero han pasado seis días. Me sorprende que al día siguiente de las declaraciones, la candidata del PP por Ceuta y la senadora salieran a defenderle, diciendo que para nada fue machista y que se había sacado de contexto, cuando toda la sociedad se ha echado encima y él mismo pide disculpas. Como consecuencia de la reacción en cadena de estas declaraciones nefastas, incluso han anulado casi todas las entrevistas. Y en Ceuta lo mismo. A la señora Salcedo no la han dejado debatir, y no solo los socialistas sino todos los ciudadanos tenían derecho a oírnos, porque se les están imponiendo recortes y tienen derecho a escuchar las opciones.

Entre el “listón alto” de la familia y el esperado “relevo” de sus hijas

“Soy como mi madre, pero en versión 2.0”, bromea. Izaskun Bernal asume que debe su segundo apellido a una familia comprometida “con décadas de socialismo, democracia y republicanismo”. Un “listón alto” que hereda “con orgullo y responsabilidad”, pero que no le ha impedido labrarse “un espacio propio” lejos de quienes, en ocasiones, le han censurado que sus progenitores le “abriesen alguna puerta”. “Cuando empezaba quería ser yo misma, no quería que nadie supiera quién era mi madre”, reconoce al recordar a María del Carmen Cerdeira, referente de una etapa del socialismo local y nacional. De una generación a otra, confiesa que le agradaría que sus hijas ­–bilingües, residentes en Bruselas y emblemas de esa Europa plural por la que batalla– tomasen su testigo. “Pero que peleen por nuevos derechos. Eso sería síntoma de que aquellos por los que yo lucho ya están asentados”, subraya.