Habíamos sido invitados a un importante evento, Encuentro con valores, por parte de Triodos Bank. El lugar escogido fue el Hotel Darabenaz, situado en el corazón de la vega granadina. Desde la ventana de su torreón principal, el Alcaide de la Alhambra se comunicaba por signos con los moradores del palacio nazarí, que a tal efecto se situaban estratégicamente en la Torre de la Vela. En este lugar lleno de historia y rehabilitado
con un gusto exquisito, pretendía el joven equipo granadino de Triodos que los clientes del mismo conociéramos de primea mano uno de los proyectos culturales y de ocio sostenible que ha contado con su financiación.
Como se puede leer en las páginas del complejo, Darabenaz, también conocido como Casa de la Marquesa, es mucho más que un hotel. El espacio data del siglo XIII, cuando se produjeron los primeros asentamientos cristianos tras la rendición musulmana. Cuenta solo con 11 habitaciones. Hicimos un recorrido por las mismas. En todas se podían encontrar recuerdos y elementos artísticos de la época. Como su director, José Sánchez-Montes, nos dijo, su compromiso con la cultura y el patrimonio les ha llevado a compartir un espacio único y emblemático de Granada con viajeros y turistas de todo el mundo. Y en ese día tan especial querían hacerlo con clientes de uno de los bancos éticos y sostenibles más importantes de Europa y de España.
Pero, ¿qué es esto de la Banca Ética? ¿Significa que si una banca es ética, la otra no lo es? Es una pregunta que he debatido con algunos estudiantes en los cursos sobre Responsabilidad Social Corporativa que se han impartido en nuestro Campus de la Universidad de Granada en Ceuta. Para el profesor Carlos Ballesteros, el concepto de banca ética se contrapone al de banca convencional debido a que, aparentemente, éste último tipo de banca no funciona con criterios morales o éticos. Sin embargo, lo realmente importante para distinguir ambos tipos no está en lo ético o moral, sino en la selección del público que se hace en las alternativas de inversión que se ofrecen. Así, la banca ética suma a los criterios técnicos de manejo del dinero (mínimo riesgo y máximo rendimiento), los criterios sociales, pues los depositantes de esta banca esperan contar con información sobre el uso que se da a su dinero, pues están dispuestos a ganar menos dinero, a cambio de que el mismo cumpla una función social y solidaria. O lo que es lo mismo: “usar el dinero como instrumento para el cambio social”, poniendo el dinero al servicio de las personas y del medio ambiente, según nos dice Peter Blom, de Triodos Bank.
Pero también pudimos contar con la presencia de Gervasio Iglesias, otro de los socios de Darabenaz, de Sacromonte Films, productor de La Isla Mínima, ganadora de 10 premios Goya en 2014, que nos explicó de forma muy didáctica algunos de los entresijos de la grabación de la película. Su proyecto también fue financiado en su día por Triodos. Toda esta actividad fue acompañada de un pequeño cóctel ecológico en el jardín, y de un concierto de música jazz a cargo del grupo Trío de Tres.
El único pero, si es que se le puede llamar así, fue el terrible calor que nos acompañó, que ni siquiera pudo ser mitigado por el frescor de la vega granadina. También el espantoso contraste que existía entre la extrema belleza de este palacete rehabilitado y el penoso diseño de nueva vía de acceso a los pueblos de la zona. Una cosa parecida a la idea que rondó por las cabezas de algunos políticos de los primeros años de la transición, cuando quisieron construir una vía de circunvalación a los pies de la Alhambra.
Un encuentro muy productivo, que espero que se repita en fechas venideras. Por lo pronto, volveremos al lugar. Si no a hospedarnos, pues vivimos cerca de allí, sí a disfrutar de alguno de los variados eventos culturales que tienen programados y, por supuesto, a degustar alguno de los platos del reputado chef Juan Andrés Morillas, que allí regenta el Restaurante La Marquesa.