La dudosa gestión de los arribazones de algas en las playas

• Análisis. Esta asociación hace un análisis pormenorizado de la situación que viven las playas de la Bahía Norte con la llegada por segundo año consecutivo de la plaga de algas

La Asociación Medioambiental de Ceuta está estudiando las posibles repercusiones ambientales provocadas por la gestión de arribazones de algas que llegan a las playas de la bahía norte de la Ciudad.

Por segundo año consecutivo,la cara norte del litoral Ceutí se encuentra afectada por la ingente presencia de restos de algas, todo parece indicar que la responsable es el alga parda Dictyotapinnaftifida, especie ampliamente extendida en el mar caribe y el atlántico central, que en su llegada a las costas Ceutíes actúa como alga invasora que estaría desplazando a otras especies endémicas, generando graves problemas ecológicos,medioambientales y económicos a ambos lados del estrecho.

Aunque las repercusiones ecológicas bajo agua están aún por determinar, la realidad es que la gestión que está llevando a cabo la Ciudad de Ceuta de estos arribazones merece especial atención, ya que se podrían estar incurriendo en posibles incumplimientos legales y afecciones a otros entornos naturales de la Ciudad.

Según expone esta asociación medioambiental, en condiciones normales las algas que llegan a las costas en forma de arribazones tienen una importante función ecológica, ya que constituyen un mecanismo de defensa natural del litoral frente a la erosión marina, así como una fuente de nutrientes y refugio para numerosos invertebrados que constituyen la base de la cadena trófica de muchas aves litorales.

No obstante, el problema actual de nuestro litoral es bien diferente, ya que la magnitud de los depósitos aconsejan su retirada para recuperar la función estética-recreativa de estas playas y limitar la proliferación de posibles vectores en la zona.

Sin embargo, es la retirada y gestión de los depósitos de algas la que trae de cabeza a los servicios de la Ciudad. Según datos consultados,durante el año 2016 se retiraron más de 5.000 toneladas de estas algas, sin que podamos tener información acerca del destino y el tipo de gestión que se ha llevado a cabo.

En 2017 desconocemos las toneladas retiradas hasta el momento, pero sí hemos podido observar que las algas retiradas de las playas, y que en un primer momento se depositaron en la zona de la explanada de Benítez, han terminado siendo depositadas en una zona de monte ubicada en las inmediaciones de la zona de Calamocarro, sin que estos restos hayan sufrido algún tipo de proceso de compostaje, bioestabilización o se hayan lavado para reducir la salinidad que presentan, lo que en definitiva puede suponer un gran impacto por salinización del suelo sobre el que se depositan los restos.

Es preciso saber que esta zona de acopio se ubica en el Lugar de interés Comunitario – Zona de Especial Protección para Aves, Calamocarro –Benzú (ES6310001)y, por tanto, son espacios protegidos por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, de Patrimonio Natural y biodiversidad.

Actualmente esta zona de depósito incontrolado afecta a una superficie de unos 1.500 metros2 con montañas de restos de algas que llegan hasta los 5 metros de altura, y que según se ha podido evidenciar, están lixiviando restos líquidos con elevadas concentraciones de sales y que están comenzando a descomponerse. Desde esta Asociación Medioambiental, entendemos que estas masas de algasson “biorresiduos” y, por tanto, estos restos están sujetos a un marco jurídico concreto de aplicación para su gestión, que, en ningún caso, podría consistir en el depósito incontrolado de biorresiduos con una elevada concentración de sales, en un emplazamiento protegido e integrado dentro de la Red Natura 2000, que carece de autorización administrativa para el almacenamiento de estos restos.

Este es un nuevo ejemplo del grado de improvisación e inoperancia del Gobierno de Ceuta a un problema al que los técnicos y políticos deben encontrar una solución definitiva.