Esta rara virtud, la discreción, es una de las más valoradas en nuestro tiempo. Los profesionales de la abogacía o la medicina, los empresarios y desde luego los políticos deben extremar la discreción porque todos ellos manejan informaciones sensibles y, si alguno viola esta básica regla, pierde el respeto de los clientes o ciudadanos.
Una de las escasas actividades que en cierto modo están al margen de dicha virtud es la de periodista, ya que su misión es difundir todas las informaciones que conozcan por su profesión, salvo que tengan pactada la discreción con la otra parte, lo que se denomina en el argot, off the record.
Pero hay una figura en nuestros tiempos mediante la cual se remiten informaciones que merecen la más estricta prudencia para que aparezcan, sin citar la fuente, en los medios de comunicación. Son las denominadas filtraciones, por las que muchos ciudadanos conocen hechos sin contrastar, rumores interesados, simples mentiras o ataques a determinadas personas o instituciones. Esto, con diversas técnicas, es utilizado con profusión por algunos políticos de todo el mundo que no dan la cara y divulgan lo que les interesa a ellos o a su formación. Lo preocupante comienza cuando las filtraciones perjudican a terceros o a la comunidad en general
Recientemente se divulgó la noticia del desembarco en Ceuta de grandes empresas nacionales o internacionales. Si algunos periodistas consiguieron y comprobaron la información, hay que felicitarlos efusivamente. Pero si se trató de una de esas filtraciones, es preciso decir enseguida que la información citada genera alarma y preocupación, puede que innecesariamente, a pequeñas y medianas empresas ceutíes, además de que las compañías citadas lo primero que agradecen y valoran es esa rara avis a la que llamamos discreción.
Cuando los aprendices o no expertos se meten en estos negocios con grandes compañías de distribución, pueden conceder prebendas a valor muy por debajo del de mercado, que incluso fueron negadas a los empresarios locales; o divulgar informaciones que esas empresas gigantescas desean mantener en secreto, también para no dar pistas a su competencia. Pero si además las sociedades anunciadas no invierten al final o desisten por la ausencia de discreción u otra causa, se habrían causado importantes perjuicios a pymes ceutíes y a la propia ciudad en su conjunto.
La llegada de grandes compañías a un mercado fronterizo como Ceuta resulta positiva en general para el resumen de la economía pero, evidentemente hay algunos perjudicados concretos, por la importante y sana competencia que se genera. Si el promotor del desembarco empresarial es la propia Administración, las pymes locales se sentirán afectadas, sobre todo si se conceden espacios o condiciones a las que no accedieron o no pudieron optar por la crisis, las empresas con implantación local. Y si además, al final no llegan las sociedades mercantiles anunciadas a bombo y platillo, se habrían generado preocupaciones y puede que despidos, sin necesidad alguna.
El verdadero experto en estos negocios sabe que la discreción es básica y que el anuncio de la llegada de grandes empresas a una ciudad, debe hacerlo la compañía en cuestión y no mediante filtraciones o alguna indiscreción. Pero si informadores de cualquier lugar de España consiguieron la noticia y validaron sus fuentes, no habrá más que parabienes para dichos profesionales.
La IV Media Maratón BTT de Ceuta ha llegado a su fin este domingo por…
El Gobierno ha procedido al alquiler de cuatro sismómetros por más de 480.000 euros para…
La Facultad de Ciencias de la Salud en colaboración con la Unidad de Violencia de Género…
El príncipe heredero de Marruecos, Mulay el Hasán, se ha reunido este pasado jueves en…
La entidad pública Obimasa, adscrita a la Consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos,…
El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) va a proponer en la próxima…