Los clubes de buceo cumplieron ayer con la tradición y rindieron culto a la Reina de los Mares a más de diez metros de profundidad. Así, numerosas embarcaciones partieron por la mañana hacia la Piedra del Pineo, donde se dieron cita a las doce del mediodía para llevar a cabo esta ofrenda floral.
Ya a la altura de la Piedra del Pineo, frente a La Almadraba, un barrio con una intensa devoción a la Virgen del Carmen, los submarinistas se introdujeron en el mar y bajaron a una profundidad de más de diez metros para depositar las flores. Tras la inmersión, los devotos salieron emocionados y se oyeron vítores a la Reina de los Mares, poniendo todos de nuevo rumbo a tierra para seguir viviendo los actos programados por la tarde en honor a la Patrona de los marineros.