La demagogia del localismo

Hay grupos que conSin duda… los ciudadanos, según nuestra forma de pensar tenemos ideas diferentes de cómo realizar las actividades sociales, e incluso la forma de gobernarnos. Pero, todos tenemos la obligación de buscar formulas para que, sin exclusión alguna, los ciudadanos podamos disfrutar de todas las ventajas, beneficios y privilegios de nuestra ciudad y civilización democrática. Y con esta necesidad de convivencia desde el gobierno de la ciudad, en una total cohesión ciudadana, se realizan políticas sociales que mantienen y mejoran la prosperidad que nos corresponde. Y esto es lo que día a día, desde hace más de diez años, realiza el gobierno del Partido Popular, presidido por nuestro alcalde Juan Vivas Lara.
El tema de la crisis general no es nuevo, pero a pesar de las incertidumbres y vaguedades, todos compartimos la idea – más bien: el sentimiento – de que todo esta ligado de tal manera que es necesario, si se quiere que Ceuta, España y Europa florezcan en prosperidad y grandeza, que todos los idearios políticos pongan entre sus más sólidas metas la cohesión sin exclusividad como principio insoslayable de sus actos y palabras. Ya que la cohesión social, es una empresa de todos que esta ahí, y que existe realmente de tal manera en Ceuta que la tocamos todos los días. Los partidos nacionales lo hacen ¡Y en el Partido Popular se sabe y se cree en ella!.
Resulta por tanto absurdo que no todos comprendan o que no quieran comprender que es un error creer, que los intereses particulares de los localismos puedan nutrirse de sí mismos independientes de otros intereses nacionales e internacionales más generales. Por el contrario, hay localismos que, lejos de buscar soluciones sociales que amplíen el sentimiento de cohesión, tratan de presionar y separar a los ciudadanos, contribuyendo y predicando el aislamiento y el egoísmo. ¡En el fondo son congruentes, ya que localismo significa diferencia y separación! De esta manera, constituyéndose como únicos salvadores frente a todos los males (que ellos mismos arrojan contra los rivales políticos), lo único que intentan es perpetuar su existencia en la fragmentación. Son, a fin de cuentas los localismos, grandes criaderos de demagogia y meros críticos pasionales de cualquier gobierno que no sea el de su limitada calle. ¡En su pelea sin grandeza, que lejos dejan el pensamiento aristotélico que consideraba al ciudadano como aquel que es capaz de gobernar y de dejarse gobernar!
Estos localismos, incapaces de verdaderos proyectos políticos, suelen presentan propuestas (¿ó… sinrazones?), de mero terruño que, en la mayoría de los casos, son tan irrealizables, imposibles y utópicas, que bien se les podría decir aquello de: ¡No bajéis de la luna, que vuestro reino tampoco esta en esta ciudad! No nos engañemos, ahora que los medios de comunicación han conseguido que ninguna parte del mundo este aislada de las demás; es más, que tenemos un mundo que ya denominamos como aldea global, no es de recibo hablar de localismos, que ponen su propio ombligo y ambición de grupo como límite a la civilización occidental. ¡Y esto no es futuro ni progreso en unidad, tal como debe entenderse o al menos como lo entendemos en el Partido Popular!
Porque, antagónicos a esa idea aldeana de los localismos, en el Partido Popular creemos en Ceuta, España y Europa como ciudades y naciones que crecen en igualdad. Tenemos fe en nuestros objetivos, en la historia de cohesión de nuestra ciudad y en la madurez de los ceutíes. Por eso no creemos en los discursos insultantes ni de separación, sino que por el contrario, creemos en la constante transformación y progreso de nuestra ciudad juntos y, junto a nuestra nación en Europa. Consecuentemente, nadie en el Partido Popular formula ni ambiciona ningún propósito localista. La igualdad de todas las personas en el bienestar, por el mero hecho de serlo, es uno de sus más férreos principios constituyentes. Creemos en el futuro global. ¡Ahora y todos juntos!
Y por esta idea, entre otras muchas cosas, luchamos todos los días bajo la dirección de nuestro alcalde. Alguien, que camina normalmente como uno más de nosotros por nuestra casa: ¡Porque el Partido Popular se compromete con una Ceuta universal, bajo el buen gobierno de Juan Vivas Lara!.