“La cultura necesita coherencia política”

Icono de la ‘Movida Madrileña’, ‘Nacha Pop’ regresa a Ceuta para actuar desde las 00:00 en el Auditorio de la Marina dentro de los actos por las Fiestas Patronales l El líder, habla con ‘El Faro’

Numerosos clásicos de los Ochenta sonarán en el Auditorio de La Marina, a partir de las 00:00, cuando comience el concierto de ‘Nacha Pop’, y con ellos, llegará el deleite de los espectadores. Nacho García Vega, alma máter de la banda desde los comienzos, entonces junto a su primo el gran Antonio Vega, atiende a ‘El Faro’ para tratar diversos asuntos.
–¿Qué le supone actuar en las Fiestas Patronales?
–Es un orgullo enorme. Sé que son fechas especiales, momentos señalados para muchos ceutíes. Por eso es una alegría extra regresar a la ciudad.
–¿Qué recuerdos tiene de la anterior visitar, que data de hace más de treinta años?
–Es verdad. Ha pasado mucho tiempo. Eran los años ochenta y nosotros sólo teníamos dos discos publicados. Pero pese al tiempo, recuerdo bien el viaje, la ciudad. Era distinta a lo que estábamos acostumbrados, a grandes ciudades repletas de edificios altos y enormes avenidas. Supongo que habrá cambiado mucho, ¿no?
–Desde luego. Sin que haya grandes avenidas ni edificios gigantes, la ciudad ha evolucionado mucho, para bien y para mal.
–¿Qué me recomiendas ver?
–Justo al lado de donde se celebra el concierto, se sitúa el Parque Marítimo del Mediterráneo, una obra arquitectónica atractiva e interesante.
–Perfecto, lo veré.
–Desde aquel concierto, ¿en qué ha evolucionado la banda, sobre todo cuando es sabido que la esencia es la misma?
–La esencia es la misma, sí, pero por desgracia ya no está entre nosotros Antonio, Antonio Vega. La personalidad del grupo es la misma, pero quizá hemos perdido un poco esa reflexión que otorgaba Antonio y hayamos aumentado la energía. Muchos de aquellos temas de los dos primeros temas siguen sonando en directo y luego hemos aumentado el repertorio con nuevas canciones.
–¿Cómo era Antonio en las giras?
–Un compañero especial. Además de ser mi primo, teníamos una relación increíble, casi mística. Con sólo mirarnos nos entendíamos. Era un gran tío. En las giras, hablábamos de la ciudad en la que íbamos a actuar, de si habíamos estado allí, de anécdotas que nos pudieran haber pasado. Con él, mantenía conversaciones íntimas y antes de los conciertos, técnicas. Luego, como hacen los futbolistas en el pasillo antes de saltar al césped, nos decíamos cosas antes del concierto, nos dábamos ánimos, nos abrazábamos.
–¿Siente nostalgia de la Movida?
–Fue una época increíble. Hablando últimamente con artistas de Francia, Croacia o Alemania he descubierto que en esos países, la década de los ochenta fue también apoteósica, tiempo de manifestaciones artísticas, de modo que no sólo el componente de libertad que se vivió en España tras la dictadura fue clave para la divulgación de muchos estilos y en distintas ramas. A nivel internacional, surgió un modo de hacer música muy puro y que aún demandan muchas personas. De todo aquello me acuerdo, claro, pero no hay que caer en estancarse.
–¿La movida en Madrid es hoy de otro tipo, como la política, no?
–(Risas) Sí, vaya movida. De todos modos, Madrid es siempre una ciudad en efervescencia, un lugar que al acoger a personas de todo el país y de otros lugares, se erige de cierta manera como referencia o estandarte en diversos ámbitos.
–Sin embargo, muchas de esas tendencias e ideas que puedan surgir en Madrid, no encuentran respaldo político e institucional, con el consiguiente ocaso de las mismas.
–Es así. Ese es un problema que tiene España, a diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre en Francia, donde da igual que gobierne la izquierda o la derecha porque siempre se mantiene un respeto y una coherencia en cuanto a la cultura. La cultura es básica y muy importante para la sociedad, de ahí que es muy importante que haya armonización y sentido común de la política respecto a todos los campos pero especialmente respecto a la cultura.
–De manera paralela a ese problema, ¿no nota que quizá haya ahora mismo un poco de parálisis cultural en España?
–Puede ser. Hay mucha gente conectada a internet y quizá menos enchufada a la guitarra o en el teatro como hasta hace poco. Esto puede ser un problema aunque hay que valorar que los conocimientos han crecido en otros sectores que son clave para crecer, como en la tecnología. Los hábitos cambian y hay que entender a las nuevas generaciones. Respecto al pop, yo soy optimista, veo que hay grupos buenísimos y a mí me gusta oírlos para aprender.
–¿Suma ‘Nacha Pop’ seguidores jóvenes o sus fan son aquellas personas que disfrutaron de su música en los ochenta?
–En los conciertos, viendo las dos o tres primeras filas, me veo reflejado cuando yo era joven. Yo escuchaba música de los 50 o 60 y ahora estos jóvenes escuchan música de los 80. Tenemos seguidores jóvenes que nos han escuchado gracias a sus padres, por la radio o por casualidad pero lo importante es que muchos te dicen luego ‘he disfrutado mogollón del concierto’ y eso te da mucha alegría.