La Cruz Roja registra desde julio más de 4.300 imprudencias de bañistas en las playas

Dos veces ha tenido que dar la voz de alarma la Cruz Roja en la última semana por la gran cantidad de imprudencias de los bañistas en las playas.

En ambos casos, el detonante ha sido el traslado hasta el hospital de dos jóvenes que se habían lanzado al agua desde rocas o escolleras de las playas del Chorrillo y Tarajal. “Lo que muchos parece que no saben es que de esas caídas se pueden derivar lesiones medulares”, explica Isabel Brasero, portavoz de Cruz Roja en Ceuta.
Desde que los socorristas de esta entidad comenzaron el servicio de vigilancia en el litoral se han contabilizado hasta 4.385 imprudencias, en la mayoría de los casos (3.852) se ha tratado de advertencias de los voluntarios porque los bañistas han saltado al agua desde las escolleras de los espigones en las playas artificiales o desde rocas próximas a la orilla con poca profundidad. “Cualquier que salte a un lugar donde no haya profundidad, aparte de la herida o golpe que pueda llevarse, está el riesgo de lesión medular. Tengamos en cuenta que se trata de saltos mucho más altos que la persona tiene en centímetros y hay un riesgo importante de ese tipo de lesiones. Todo esto no se suele tener en cuenta o lo que es peor, quien salta piensa que no le va a pasar, pero lo cierto es que tenemos muchas advertencias por este tipo de prácticas, es decir que pasan cosas”, explica Brasero.
Cruz Roja lanza de forma insistente el mismo mensaje en verano: esa diversión tan extendida entre los jóvenes de lanzarse al agua desde las escolleras puede tener consecuencias fatales. Un salto mal calculado puede saldarse con un impacto contra las rocas o el fondo del mar y, en el mejor de los casos, una herida más o menos grave. En el peor, lesiones medulares irreversibles y una tetraplejia de por vida, según advertía la organización en declaraciones a este periódico. “Estamos permanente advirtiendo de que hay que tener algunas precauciones a la hora del baño. Vemos como demasiadas veces hay bañistas que se lanzan desde las boyas, desde las escolleras, piedras o el Foso. Hasta un 70% de los avisos que lanzamos a diario son precisamente por este motivo, intentando que los usuarios no se tiren”, alerta para referir además  que es una práctica generalizada en todo el litoral.  “Tenemos muchas intervenciones heridas y traumatismos que son consecuencias de estas imprudencias”.
Los socorristas han avisado de 2.448 saltos desde las escolleras, 750 saltos de cabeza, 654 desde piedras cercanas a la orilla y 155 desde el foso, “una práctica que se ha vuelto a poner de moda este verano”, añade la portavoz de Cruz Roja.
Pero es que además se siguen re gistrando este verano, tal y como suele ocurrir desde que se instalaron por primera vez, casos de bañistas que “hunden” las redes antimedusas para balancearse y lanzarse al agua, un juego que sigue provocando un “serio perjuicio” al resto de usuarios de las playas, sobre todo en un verano en el que las picaduras de medusas se cuentan por cientos porque están introduciéndose en la zona balizada constantemente.

Daños en las mallas
Cruz Roja está izando esta semana la bandera a cuadros blancos y azules que indica la presencia de medusas en las playas para llamar la atención de los bañistas en Ribera y Chorrillo, donde presta su servicio diario. Este verano, los socorristas han contabilizado de momento 368 advertencias a usuarios, sobre todo muy jóvenes, para que no balanceen las mallas antimedusas. “Llegan nadando hasta la zona de boyas, se suben encima, además suelen ser bañistas que van en grupo, y con el peso de todo la red cede y baja, con lo cual tampoco cumple su función”. Los socorristas, además de advertir desde la orilla con silbatos o dar aviso por radio a las lanchas, también dan parte a la patrulla de la Policía Local, que toma nota y suele identificar a quienes se suben encima de las redes, colocadas en toda la bahía sur.

El salto desde el Foso de las Murallas, de moda

Saltar desde el Foso de las Murallas Reales es una de las prácticas más peligrosas de los bañistas y que ha vuelto a ponerse de moda este verano. Los socorristas han llamado la atención a jóvenes en 155 ocasiones en lo que va de verano por lanzarse o pretender hacerlo desde el foso, donde además de su escasa profundidad (apenas dos metros) tiene piedras en el fondo y hay que tener en cuenta que se trata de un canal de paso de embarcaciones. “El año pasado tuvimos muchos menos avisos y este año no sabemos por qué se ha vuelto a incrementar”.
Este año los saltos se están repitiendo con más frecuencia que años anteriores, razón por la cual en el último simulacro práctico de Cruz Roja, hace escasamente diez días, fue un lanzamiento desde el Foso uno de los supuestos prácticos. “Quisimos que los bañistas vieran con un simulacro como es que una persona sufra un traumatismo craneal tras tirarse desde mucha altura, pero parece que no se tuvo mucho en cuenta o que no se nos hizo mucho caso porque días después hemos tenido hasta 24 avisos por personas que han saltado al Foso. Son imprudencias bastante graves”.
Cruz Roja alerta de las consecuencias que puede traer este tipo de prácticas, incluso que pueden poner en riesgo la vida.