Todos los centros educativos de la ciudad autónoma secundaron ayer el minuto de silencio que, a mediodía, convocó la Junta de Personal Docente No Universitario para que la comunidad educativa caballa expresase su “inconsolable consternación por el golpe muy duro sufrido con el profesor Abel Martínez”, que en el ejercicio de su profesión docente resultó asesinado el pasado lunes en Barcelona por uno de sus alumnos “de manera absolutamente inexplicable”.
La convocatoria nació con el espíritu de no generar alarma alrededor de un hecho que parece vinculado con un brote psicótico del estudiante agresor y con la vocación de “no debemos quedarnos en el llanto cuando nuestra obligación como ciudadanos y especialmente como docentes es abundar en un compromiso activo para erradicar la violencia de nuestra sociedad”. El presidente del órgano de representación de maestros y profesores, Juan Luis Aróstegui, que compartió el minuto de silencio con los estudiantes de uno de los grupos del IES ‘Puertas del Campo’, que también dirige, destacó en declaraciones a este periódico que ante el suceso de Barcelona “lo primero debe ser solidarizarnos con la familia, los compañeros y los amigos de la víctima, así como proceder con prudencia para no extraer conclusiones ni sacar lecturas precipitadas del hecho luctuoso”. “El objetivo de esta movilización promovida por los sindicatos representativos”, recordó Aróstegui, “es decir un ‘no’ rotundo, docentes, personal de administración y servicios, estudiantes, familias y el resto de la sociedad, todos juntos, a la violencia en todas sus manifestaciones, modalidades e intensidades”. La Junta Docente espera que ese compromiso “sea una pauta de conducta general de personas e instituciones y no se convierta en una mera declaración de intenciones vacía de contenido”. El Ministerio de Educación ha propuesto constituir un grupo de trabajo con las Autonomías para “unificar protocolos y estrategias de detección y prevención de violencia en las aulas”. En Ceuta ya existe un Plan para la Promoción y Mejora de la Convivencia Escolar adscrito al Convenio entre la Administración estatal y la Ciudad.
Cada proyecto educativo, con un plan de convivencia
La legislación establece que el proyecto educativo de cada centro debe “tener en cuenta las características del entorno social y cultural del centro”, recoger “la forma de atención a la diversidad del alumnado y la acción tutorial” e incluir un “plan de convivencia” que recopile, entre otras cosas, “actividades para fomentar un buen clima de convivencia, la concreción de los derechos y deberes de los alumnos y alumnas, medidas correctoras aplicables, actuaciones para la resolución pacífica de conflictos y actuaciones de prevención de la violencia de género, igualdad y no discriminación”. La Educación es, de hecho, “prevención de conflictos y resolución pacífica de los mismos”.