La Ciudad trasladará al Estado su preocupación por el precio del barco

El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, tiene previsto mantener contactos en la primera quincena  de septiembre con la Secretaría de Estado de Comercio, la Secretaría General de Transportes y la Comisión Nacional de la Competencia, organismos a los que pedirá “asesoramiento” para mejorar las condiciones en las que se presta el transporte marítimo entre Ceuta y la península,  especialmente en el ámbito de las tarifas, según ha confirmado en una entrevista con El Faro. “Es un asunto prioritario y nos va a ocupar y mucho en los próximos meses”, ha subrayado Vivas, quien  ha subrayado que el Gobierno local trabaja en varios ámbitos: actualizando la información que hace referencia al servicio marítimo,  solicitando informes a los servicios jurídicos de la Ciudad para saber hasta dónde puede ejercer la administración local competencias en el ámbito del transporte, y solicitando asesoramiento a los organismos estatales especializados “porque no solo afecta desde el punto de vista jurídico al ámbito competencial de la Ciudad, sino también a las normas que establecen las reglas de la libre competencia en la Unión Europea”.
Lo que pretende el Gobierno local es “con todo” hacer una puesta en común y plantear una estrategia “común”, que incluirá también a los grupos en la oposición. “Creo que hay que seguir planteando fórmulas para tratar de remediar la situación, y está claro que tienen que ser viables”, añade. Entre las fórmulas que la Ciudad baraja se encuentra hacer una búsqueda activa de licitadores que estén interesados en el futuro contrato de la línea de interés, y no, como hasta ahora, esperar a que las navieras presenten sus ofertas. “Esa puede ser una opción pero no la única”, añade el presidente. Otra  alternativa que se baraja es la de introducir una cláusula en la normativa que regula esta actividad como de servicio público para limitar y establecer una tarifa máxima, e incluso se plantea una opción, desechada hasta no hace mucho, que es la de constituir una empresa pública y que compita o una empresa con capital mixto. En cualquier caso tienen que ser alternativas que cumplan con dos requisitos fundamentales: viabilidad económica y legal, es decir, antes hay que saber con qué margen de maniobra cuenta la Ciudad Autónoma. Barcos vacíos
De los informes preliminares que ya obran en su poder, el presidente ceutí ya ha extraído algunas conclusiones, entre ellas que hay demasiadas rotaciones y que la ocupación media anual es bastante baja. “A nadie nos gusta esta situación en la que las reglas de la libre competencia y el mercado no se manifiestan eficaces para conseguir parámetros razonables y equilibrados en precios y ocupaciones”, afirma. Entiende, tal y como ha puesto de manifiesto en más de una ocasión cuando se le ha preguntado, que hay demasiadas rotaciones diarias entre los puertos de Ceuta y Algeciras, “y probablemente superan las necesidades de la demanda y por eso se genera una baja ocupación”.
Además, lamenta que las navieras no compitan más entre sí, algo que atribuye a la demanda cautiva que, alcanza el 50% y que está representada por los ceutíes, a los que el Estado financia la mitad del precio del billete. Los residentes están casi obligados a recurrir al transporte marítimo para llegar a la península y el Estado aporta al año 18 millones de euros para costear esos billetes y en el contrato de la línea de interés público. “Eso en la práctica hace que las compañías no estén especialmente motivadas ni interesadas en competir. A esa competencia, si se le puede llamar así, le falta mucha, pero que mucha intensidad”.
Es una reflexión que se hará además coincidiendo con el fin del actual contrato de la línea de servicio público, que tiene adjudicada Balearia, y que está próximo a concluir. Recuerda el presidente que ese contrato, donde la Ciudad y el Ministerio de Fomento intentaron que se rebajaran los precios, quedó desierto en primera instancia y solo se pudo adjudicar cuando se incrementó el techo tarifario. “Ese contrato ha sido eficaz para dotar al servicio de un buque de calidad (Passió per Formentera) que satisface al usuario, pero no lo ha sido para abaratar precios”. El objetivo es conseguir que se rebajen los precios “y el hecho de que hasta ahora no se haya conseguido no va a reprimir la voluntad que tenemos de mejorar un servicio que es tan importante”. Subvención estatal
Fomento aporta cada año 18 millones de euros El presidente de la Ciudad ha querido resaltar sobre todo la “excepcional” aportación que realiza el Estado cada año para facilitar el desplazamiento de los ceutíes y que ronda los 18 millones de euros. La amplia mayoría de esa financiación se lo lleva la indemnización a las navieras por la subvención del 50% del precio del billete para los residentes y unos dos millones de euros se corresponden con el contrato de la línea de interés.  Entiende Vivas que si los precios por viajar entre Ceuta y Algeciras fueran “más razonables” y las rotaciones también “la aportación del Estado, que está siendo muy sensible a las necesidades de Ceuta, sería menor”, añade. 3 Líneas de trabajo 1 Actualizar la información. Lo primero es poner al día toda la información que hace referencia a este servicio que es un cordón umbilical para Ceuta. Lo que se ha hecho ha sido solicitar un informe a los servicios jurídicos de la Ciudad para determinar el margen de maniobra que en el ámbito del transporte marítimo tiene la administración local. De esa información previa ya se sabe que la ocupación media anual es bastante baja porque hay demasiadas rotaciones. Además, el hecho de que haya una alta demanda cautiva, es decir, los residentes que se ven obligados a usar el barco, y las subvenciones del Estado, hacen que la competencia en la práctica no exista, critica el presidente de la Ciudad. 2 Asesoramiento especializado. Se ha  establecido  contacto,  a través de la Delegación del Gobierno, con el secretario de Estado Comercio, la Secretaría General de Transportes y con la Comisión Nacional de la Competencia para exponer la situación  y tratar de buscar apoyo y asesoramiento  orientación, reuniones que se van desarrollar en la primera quincena de septiembre. 3 Alternativas. La administración local ya baraja varias opciones de actuación a medio plazo (naviera  de capital mixto, la imposición de techos tarifarios en la normativ o la búsqueda activa de licitadores para el próximo contrato de la línea público del Estrecho) La “proeza” de viajar por la autopista más cara del mundo Lo que el presidente de la Ciudad admite sin reservas es que las dificultades que encuentran quienes visitan Ceuta sin ser residentes, especialmente por los elevados precios, “está frenando el desarrollo económico y el potencial turístico de Ceuta”.
“Se convierte en una proeza y heroica viajar a Ceuta”, subraya Viva. “Por 36 euros ida, otros 36 vuelta, dos niños y si encima embarcas en coche seguramente te irás a cualquier otro lugar de Europa antes que a Ceuta porque costará más barato”, lamenta para exponer con un ejemplo el coste tremendo para viajar a la ciudad sin ser residentes
Los pasos que se están dando en el ámbito del transporte marítimo y también aéreo se están haciendo de manera coordinada con la Delegación del Gobierno “y en estrecho contacto” con su titular, Nicolás Fernández Cucurull con el que se trabaja además en otro frente, que es en el establecimiento del bono turista de 22 euros y para el que se ha elevado una consulta a la Dirección General de Marina Mercante. Se trata de cuestiones que están interrelacionadas. “Lo que queremos es que las decisiones que tomemos estén fundadas en el derecho, porque lo que no podemos es adoptar posicionamientos que luego no podamos cumplir porque la ley nos lo impida”, añade.
Precisamente en el establecimiento de ese bono turista, en el que estarían implicadas tanto las navieras como la Confederación de Empresarios, tiene depositadas el sector comercial de la ciudad buenas perspectivas, teniendo en cuenta que la demanda interior es limitada y que en muchos casos, la mitad de la clientela procede ya del único turismo que  consigue llegar a la ciudad, y  que tampoco exento de problemas en la frontera, como es el marroquí.