La Ciudad termina acordando con Pérez la apertura de la Hípica

“El problema de los caballos”, como ayer lo definió el portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel, tiene su punto y final. Un broche con sorpresa incluida porque cuando se pensaba que la Escuela Hípica, que dirigía hasta hace unos meses Javier Pérez, se iba a adjudicar por concurso, ahora se ha optado por firmar un convenio a toda prisa con el propio

Pérez para que, así, pueda estar abierta al público cuanto antes. De la otra forma, la anunciada hasta la saciedad por el Ejecutivo hasta que ha dado este cambio, se podría estar hasta febrero o marzo sin dicha Escuela.
El portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel, y el consejero de Deportes, Fernando Ramos, defendieron la sorprendente salida dada como “la más transparente” de todas. “Sacar a licitación sigue siendo el objetivo”, advirtieron, basando su decisión en la “operatividad” de atender a los casi 900 alumnos que practican iniciación, perfeccionamiento o tecnificación hípica. Así que el concurso anunciado se pospone hasta el año próximo.
El convenio, que tendrá una duración desde el 1 de noviembre hasta el 30 de junio, supone el pago de 114.355 euros; dinero con el que se abonarán las nóminas correspondientes a once puestos de trabajo entre monitores, coordinadores o la propia dirección técnica, es decir, el sueldo de Javier Pérez.
La cifra acordada sale rentable puesto que hay una segunda parte en toda esta historia. Al convenio de algo más de 114.000 euros se suma un contrato que se firmó el 15 de septiembre pero que nunca había sido informado por la Ciudad, a pesar de que en la práctica totalidad de los Consejos de Gobierno los medios de comunicación preguntan sobre las novedades en torno a la Hípica. Nunca se habló del contrato reconocido ayer en base al cual, Pérez ha cedido hasta el 30 de junio y de manera gratuita sus cerca de 118 caballos a la Ciudad para que sea ésta la que asuma su mantenimiento y alimentación. Éste es el coste que se ahorra Pérez porque ahora, al cedérselos a la Ciudad, es la institución la que debe pagar los alrededor de 200 euros al mes que cuesta cada equino.
En la Hípica hay además unos 17 caballos de particulares que abonan su tasa y unos 12 que son de Arantxa Márquez. El resto, propiedad de Pérez, pasarán a ser gestionados por la Ciudad, evitando ese gasto extra que le supondría a Pérez hacerlo.
¿Y todo este tiempo que ha durado la ‘crisis de la Hípica’ en el que los caballos han estado cuidados y alimentados por la Ciudad?, ¿se le cobrará a Pérez? Eso es lo que decía en su día el Gobierno, pero ahora maquilla su versión al destacar que cuando los caballos fueron abandonados en el Centro existían reservas de comida comprada por Pérez, así que en ese ‘ajuste de cuentas’ los resultados no van a ser tan escandalosos como se pensaba. Según defendieron Hachuel y Ramos, dentro de las opciones barajadas “lo más barato” era que “los cedieran”.
Para los ‘hombres del Gobierno’ lo anunciado constituye una “feliz noticia” ya que se pone un punto y final a una polémica que ha generado tiras y aflojas, que ha llevado a la recopilación de firmas en favor de Pérez y ha causado incluso protestas a las puertas del Palacio de la Asamblea.
No se cuenta en todo esto, es decir en el convenio de 114.000 euros y el alimento a cargo de las arcas municipales de los equinos, los contratos que ya fueron adjudicados a la empresa JP por valor de 15.000 euros para el servicio de mozos.
La Ciudad además ha anunciado que entre sus planteamientos está el de realizar obras en la Escuela Hípica ya que son municipales. Pérez rechazó en su día la firma de un convenio por el que iba a recibir 452.000 euros. Estaba incluido, de hecho, en el orden del día del pleno de septiembre, pero su negativa a firmar hizo que el Gobierno lo retirara. Caballas ya había anunciado que el gasto en equinos iba a ser superior al de comedores escolares.