El coche eléctrico está, según el Servicio de Industria y Energía de la Ciudad Autónoma, llamado a “formar parte de la movilidad sostenible en las ciudades debido a sus beneficios en materia de eficiencia energética y reducción de la dependencia de los productos petrolíferos, así como por la reducción de CO2 y de otras emisiones contaminantes y de efecto invernadero, ayudando por tanto a mejorar la calidad del aire a disminuir la contaminación acústica, favoreciendo además el consumo de energía de fuentes renovables”.
Ante ese panorama, casi todo ventajas, la Administración local quiere ser el motor de la llegada de ese tipo de automóviles a Ceuta. El próximo mes de mayo comenzarán a circular por las calles de la ciudad las tres furgonetas de carga y los dos vehículos ligeros cien por cien eléctricos que ha comprado la Ciudad.
Actualmente la flota de vehículos oficiales está formada por 240 unidades de las que 74 son del tipo furgoneta o ligero y 46 motocicletas (el resto son vehículos industriales pesados y especiales). De momento no había ninguna unidad con motorización eléctrica, pues todas disponen de motores térmicos de gasoil o gasolina.
Los técnicos municipales ya están trabajando en la instalación de puntos de carga en el aparcamiento que se encuentra bajo la Manzana del Revellín y en dependencias del Parque Móvil.
“Ceuta”, estima el Servicio de Industria, “presenta una serie de características que hacen que la movilidad eléctrica pueda convertirse verdaderamente en una alternativa sostenible, por lo que la Ciudad tiene como principal objetivo en materia de movilidad el impulso de la eléctrica”.
La inversión realizada para la compra de estos primeros cinco vehículos eléctricos se pretende, por tanto, “impulsar la movilidad eléctrica en la ciudad invirtiendo en este tipo de automóviles considerando que la Administración debe jugar un papel fundamental, realizando prácticas ejemplarizantes, en el impulso de este tipo de movilidad”.
Sus usuarios serán la patrulla ecológica de la Policía Local y las Brigadas Verdes, en el caso de los coches ligeros, mientras que las furgonetas se destinarán a “diferentes dependencias municipales con la idea d que puedan ser utilizadas por el mayor número posible de usuarios”. El desplazamiento medio diario de estos vehículos es de unos veinte kilómetros, de acuerdo con las estimaciones realizadas.
“Se pretende”, amplia el Servicio de Industria, “visibilizar este nuevo tipo de vehículo, prácticamente inexistente ahora en la ciudad, dando los primeros pasos en la transición de la flota pública hacia la movilidad eléctrica”.
Para la Administración autonómica las flotas de coches corporativos, tanto de instituciones como de empresas privadas, están llamadas a tener un “papel fundamental” en la consolidación de los vehículos eléctricos.
El siguiente paso será incentivar que los particulares también se suban al coche eléctrico. Para ello, la Ciudad Autónoma tiene una partida de 40.000 euros que piensa destinar a subvencionar la compra de este tipo de automóviles. Las bases todavía no están elaboradas para su adjudicación pero se calcula que se podrá ayudar a los diez o veinte primeros compradores.
En paralelo, el Servicio d Industria ya está trabajando también en la posible ubicación de puntos de carga para coches eléctricos particulares.
El Gobierno central prevé lanzar a corto plazo, se calcula que el próximo mes de abril, un nuevo Plan de Impulso a la Movilidad con Vehículos de Energías Alternativas (MOVEA) con incentivos económicos para animar la compra de vehículos eléctricos, actualmente todavía bastante más caros que sus equivalentes diésel o gasolina.