Después de la tregua que el temporal ha dado a nuestra ciudad es hora de hacer balance y así lo ha hecho la Consejería de Medio Ambiente que ha concluido con que la red de abastecimiento ha respondido “bastante bien” a las fuertes precipitaciones que ha asolado nuestra ciudad desde el pasado sábado. “Las obras de mejora han tenido una incidencia positiva y se puede decir que han pasado las pruebas”. Así se refiere la consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel, a zonas que años anteriores se han visto seriamente afectadas por las inundaciones.
Aunque Bel es consciente de que es necesario “seguir trabajando” en la mejora de estas infraestructuras, recuerda que ya están en marcha proyectos para la mejora de las mismas, “la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir va a llevar a cabo reformas por 18 millones de euros en la red de abastecimiento, saneamiento y pluviales del Príncipe”.
En esta ocasión, el alcantarillado ha soportado las fuertes precipitaciones, y tan solo se han contabilizado el desplazamiento de varias arquetas en Enrique el Navegante y Reyes Católicos. Se da la circunstancia que ambos casos se produjeron a la misma hora, de lo que se deduce que la intensidad de la lluvia en ese momento concreto fue la que provocó este hecho. Simulacros La tromba de agua que ha caído en la ciudad en dos días, cien litros en una hora el sábado, y superando esta cifra el lunes, ha llevado a la consejería del área a no bajar la guardia para próximas precipitaciones, por lo que han decidido insistir en la realización de simulacros de cara a posibles eventualidades.
Sin embargo, y en general, las fuertes precipitaciones del sábado y del lunes no han dejado tras de sí incidentes graves, ya en su mayoría han estado relacionados con filtraciones de agua en viviendas de San José, Echegaray, Martín Cebollino, Patio Castillo, Francisco Ribalta, Machado o Benítez. Esta última zona se ha visto también afectada por desprendimientos, facilitados por la orografía del lugar, hay que tener en cuenta que la ladera llega hasta las viviendas bajas, y que, si bien el primer día de precipitaciones, no se registró ningún derrumbe, ya el lunes, pasadas las dos de la tarde, la tierra se desprendió hasta la zona baja.
Al margen del dispositivo puesto en marcha y la coordinación con Protección Civil, la Ciudad ha hecho especial hincapié en la labor de inspección y prevención en zonas especialmente problemáticas como los arroyos, que han sido objeto de actuación recientemente, Loma Colmenar o el Tarajal, punto negro también de las pasadas inundaciones.
Como consecuencia de estas lluvias, cinco familias (que en total suman ocho adultos y el mismo número de menores) tuvieron que ser desalojadas y han pasado ya a formar parte del programa de alojamiento alternativo.