Servicios Tributarios percibe seis millones, cuando el proceso global supera los dieciocho millones de euros.
La Ciudad Autónoma de Ceuta recauda en materia de agua un tercio del coste que abona todos los años. Estas fueron las palabras del consejero de Hacienda, Francisco Márquez de la Rubia, en el pleno del pasado jueves al dirigirse al portavoz de la UDCE, quien le volvió a acusar de un incremento notable en el precio del recibo.
Actualmente la Ciudad Autónoma recauda en concepto del recibo del agua algo más de seis millones de euros, cuando el coste global anual de todo el servicio supera los dieciocho millones de euros.
Debemos tener en cuenta que cuando hablamos de que el servicio tiene un coste de dieciocho millones de euros ahí se engloba el pago que se le realiza a la empresa que explota la desaladora, al igual que el mantenimiento de distintas instalaciones, incluídas por ejemplo los propios embalses o la Estación de Tratamiento de Agua Potable.
Una de las dificultades que supone el abastecimiento del agua en nuestra ciudad es su alto coste, debido, de primera mano, al proceso de desalinización. Por supuesto, que la producción de la desaladora ha mejorado el nivel de autoabastecimiento de nuestra ciudad, pero también lo ha encarecido y de alguna manera se debe tender al pago del servicio en todo lo que se pueda.
El precio que abona la Ciudad Autónoma a la empresa que explota la desaladora es a 0,75 euros el metro cúbicos, mientras que cualquier Ayuntamiento de la Península abona el agua desde un pantano entre 0,35 y 0,40 euros el metro cúbico. Es una diferencia importante.
A pesar de todas esas dificultades, el lado social del Gobierno presidido por Juan Vivas también aparece en las diferentes tarifas de precios.
Tal y como defendió el propio consejero de Hacienda, Francisco Márquez, en esa etapa de actualización de los distintos precios para hacerlos más armónicos se introdujeron el mayor número de bonificaciones que se conocen en la historia fiscal de nuestra ciudad.
Todos los grupos conocidos como vulnerables tienen a su disposición importantes bonificaciones en el precio del agua.
Hablamos de los mayores de sesenta y años, de las familias numerosas y de aquellos grupos familiares que no superan los nueve mil euros anuales de ingresos en su núcleo.
Para el equipo de gobierno es una muestra más de la prioridad que se le da al aspecto social, aunque sea incluso en un campo como el fiscal, como no podía ser de otra manera.