El obstáculo que para el desarrollo de la ciudad supone el precio de las navieras así como la sensación de ‘atraco’ que tienen los ceutíes cada vez que realizan una travesía motivaron, de nuevo ayer, una reflexión por parte de la Ciudad.
Reflexión que nada aporta más allá de mostrar ante la ciudadanía que también desde el Gobierno local se considera que urge “incentivar” la competencia entre las compañías navieras para que, realmente, pueda existir una oferta variada de precios y, por tanto, mucho más económica.
El portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel, avanzó ayer que la Ciudad está haciendo un estudio sobre la situación marítima actual, contemplando tanto el tráfico existente, la carga que llevan los barcos o el coste del combustible. Un estudio de mercado que la institución municipal necesita para poner a disposición de cualquier compañía que contactara con ellos para conocer realmente a lo que se enfrente. La Ciudad no descarta incluso implicarse de alguna manera en una naviera con capital público-privado si eso supusiera una rebaja importante de los precios. Eso sí, lo que descartan absolutamente es apoyar la puesta en marcha de una naviera municipal, tal y como proponía el PSPC y ha seguido manteniendo Caballas.
“Nuestra percepción es que el coste está muy por encima de lo razonable”, aclaró Hachuel que sin poder acusar de la existencia de una connivencia entre las compañías sí que puntualizó que no existe una “competencia real” puesto que todas mantienen precios muy similares. Hachuel aclaró que en el momento en que la Ciudad vuelva a tener constancia de posibles manipulaciones, llevaría el asunto a los tribunales como así lo ha hecho en otras ocasiones, obteniendo la razón de los jueces.
La cara visible del Ejecutivo local insiste en que no se puede obtener más apoyo económico de un Estado que deja 18 millones en la viabilidad de la línea (dos por mantener las conexiones, cuyo concurso se llevó Balearia, y otros 16 en bonificaciones a residentes). “Estamos ante un problema”, el del coste, “que hay que solucionar, hay que encontrar una vía para solucionar este asunto que lleva décadas” existiendo, indicó a los periodistas al término del Consejo de Gobierno.
Insiste Hachuel en que la Ciudad seguirá estudiando actuaciones, estando abierta a todas las posibilidades para evitar situaciones como las registradas en las últimas semanas con incremento de precios que han repercutido en los residentes al haberse aplicado la intercambiabilidad.
La obsesión: la carestía del viaje
Una de las obsesiones no solo de la Ciudad sino de los partidos políticos en la oposición y las distintas asociaciones ha sido siempre el de la carestía del trayecto Ceuta-Algeciras. Se han presentado estudios en los que se compara el precio de estos enlaces con otros mucho más largos y siempre Ceuta sale mal parada. La clave está en conseguir esa rebaja que incluso la propia institución municipal llegó a cifrar en no más de 7 euros. De momento no se han adoptado soluciones que sirvan para enmendar lo que es un traba para el desarrollo local.