El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, solicitó en la tarde de ayer al secretario general de Cruz Roja, Leopoldo Pérez la necesidad de solucionar cuanto antes la situación en la que se encuentra el edificio del antiguo hospital, como consecuencia del litigio que tiene abierto la propia entidad humanitaria con el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria. En el encuentro estuvo también el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Guillermo Martínez.
El jefe del ejecutivo le expuso a uno de los máximos responsables de la entidad humanitaria que Ceuta necesita de ese edificio para dar salida a una serie de necesidades que tiene en estos momentos y cuya puesta en marcha se retrasan precisamente porque después de dos años desde que se produjo el cierre de la instalación hospitalaria todavía no ha sido posible poner de acuerdo al propietario, Cruz Roja, como quien detenta la utilización de las instalaciones, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria.
Hemos de recordar que hace ya casi tres años se creó una comisión tripartita entre la Ciudad Autónoma, Cruz Roja y el Ingesa con la intención de estudiar las distintas posibilidades que podía tener este edificio, a partir de que se cerrara de manera definitiva, que como hemos dicho anteriormente, va para los dos años.
En un principio, el equipo de gobierno presidido por Juan Vivas manejaba varias posibilidades a la hora de analizar la salidas para la ocupación del mencionado edificio. Se pensó que el mismo podría servir por un lado para el establecimiento de un centro que tuviera acogidos a los enfermos psíquicos ceutíes que ahora mismo están en un centro de la capital malacitana, a través de un convenio que mantiene de manera directa la Ciudad Autónoma de Ceuta y además un centro de día para personas mayores o bien otra salida pero de carácter eminentemente social.
Desde la propia Ciudad Autónoma se entiende que Ceuta no puede permitirse el lujo de tener cerrado un edificio de estas característica con la falta de infraestructuras que existen y más en unos momentos donde la posible inversión se ve frenada en muchas ocasiones por la propia crisis económica.
De todas maneras, el encuentro también sirvió para que tanto la Ciudad como Cruz Roja repasaran igualmente los distintos convenios que ambas instituciones tienen firmados desde hace años.
Un problema económico de fondo
La dificultad para entenderse por parte de Cruz Roja con el Ingesa parte, por un lado, porque el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria mantiene que durante los más de veinte años que ha sido el detentador de la gestión del edificio se han introducido una serie de mejoras que incluso hacen que el valor de las mismas sea superior al propio de la estructura que se encontraron. De ahí, que solicitaran a Cruz Roja algún tipo de compensación económica por esos gastos que han hecho y que lograría rentabilizar la institución humanitaria cuando volviera a disponer del solar. Ese ha sido el enquistamiento en las reuniones que han mantenido ambas partes.