La Ciudad no demolerá la Estación de San Hipólito pese a la petición vecinal

• Fomento muestra su apoyo a Defensa en la ejecución de la consolidación de la edificación

La Estación Telemétrica de San Hipólito seguirá en pie y será restaurada dejando atrás la idea de su demolición. La Ciudad ha mostrado la intención de “colaboración total con el Ejército en el proyecto de consolidación de lo que se ha caído” y explica que no habrá demolición aunque se hayan aprobado dos órdenes de derribo ya que si el Ejército se compromete con la restauración no habrá peligro de derrumbe y el edificio dejará de estar en ruina.

El problema es que “se ha tapado el boquete que han dejado las lluvias y no se ha hecho nada más”, lamentan los vecinos que insisten en que necesitan una solución fiable que les confiera seguridad para vivir tranquilos sin miedo a que en cualquier momento pase algo grave.

Hace unos días manifestaban que iban a luchar por su demolición “sí o sí”, cansados de las idas y venidas de Ciudad y Defensa. Están recopilando información en Patrimonio Cultural y Fomento y recabando datos para atar cabos y conseguir lo que a su juicio es justo y lo que debe ejecutarse pues dos órdenes de la Ciudad así lo mandaban.

Por su parte, desde el Gobierno de la Ciudad han explicado que el área de Fomento se encuentra en la actualidad revisando los expedientes que afectan a dichas viviendas, ya que son antiguos y tiene intención de actualizarlos y poner todo el papeleo.

En ningún caso la petición de los vecinos de demoler la Estación de San Hipólito está en los planes de la Ciudad y de Defensa. De hecho, técnicos municipales seguirán visitando el lugar para colaborar con el Ministerio de Defensa en su conservación.

Septem Nostra pide que Vivas y Gobierno central colaboren en el cuidado

Los más de noventa elementos declarados BICs a finales de los años 90 fueron integrados en varios conjuntos históricos. Tal consideración, según establece la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español, obliga a los ayuntamientos a redactar, para estos conjuntos, un plan especial de protección. Pues bien, de los cuatro conjuntos históricos declarados en el año 1997 tan sólo se ha redactado y aprobado hasta la fecha el plan especial de protección del conjunto histórico de las Murallas de la Almina. No fue una iniciativa de la Ciudad motivada por el interés en la conservación de patrimonio cultural, sino por la necesidad de contar con este documento administrativo si querían desbloquear la construcción del palacio de justicia previsto en la parcela del cine África.

“Una simple alegación presentada por nuestra asociación a la aprobación inicial del expediente de modificación puntual del PGOU para la mencionada parcela obligó a la administración central a darnos la razón sobre la obligatoriedad de contar con el plan especial de protección del conjunto histórico de la Almina antes de proceder a la pretendida modificación urbanística. De este modo, la Ciudad, más obligada que queriéndolo, encargó la redacción del plan especial y lo aprobó en el año 2008”. La entidad recuerda que desde entonces no han hecho nada de lo previsto en el plan especial de protección de la Almina.

Aclaran además que del plan especial de la Almina “nadie se ha acordado en diez años, hasta hace unos días”. El derrumbe de parte de uno de los muros de la Estación Telemétrica San Hipólito sobre las viviendas adyacentes “ha hecho recordar a las autoridades que existía un plan especial de protección cogiendo polvo en alguna estantería de la Ciudad”.

Septem Nostra recuerda a la Ciudad que “puede y debe colaborar con el Estado Central en la tutela de los bienes culturales que siguen siendo de su exclusiva competencia, pero no debería permitir que el Ministerio de Educación y Cultura se ponga siempre de lado y no haga nada o casi nada por elementos patrimoniales de los que son los únicos responsables”.

Y pide a Juan Vivas directamente que solicite una reunión con los responsables de los Ministerios de Defensa y Cultura para hablar sobre la situación del patrimonio cultural de Ceuta. Es indudable que la Ciudad no puede ella sola asumir el mantenimiento de unos bienes culturales naturales de gran importancia tanto desde el punto cuantitativo como cualitativo.

“Sin el apoyo del gobierno central no seremos capaces de mantener en pie todos los inmuebles protegidos que hoy en día se encuentran abandonados o en muy mal estado de conservación. Nosotros llevamos años diciendo que se debería buscar una fórmula similar a la que encontraron en ciudades patrimoniales como Mérida”. Allí se acordó en el año 1996 la creación de un consorcio en el que participan el ayuntamiento de esa ciudad, la Junta de Extremadura y el Ministerio de Educación y Cultura.  Este último Ministerio contribuye todos los años con un porcentaje en el presupuesto del consorcio.