El “cabreo inmenso” que ayer terminó por marcarle la agenda política a la presidenta interina del Consejo de Administración de Emvicesa, Susana Román, tiene un origen con nombre y apellidos: Antonio López, el que hasta hace unos días era gerente de la sociedad y uno de los hombres del equipo de Juan Vivas. Con López en la península (ayer mismo cogió el barco y abandonó la ciudad), Román se sometía a una comparecencia extraordinaria de prensa para intentar explicar cómo es posible que se haya dado difusión a una “lista fantasma” que ni es “formal ni oficial” con los nombres de los supuestos 317 adjudicatarios de las VPO más preciadas del momento: las de Loma Colmenar. ¿Y por qué supuestos?, porque esa relación de identidades no es la que terminará llevándose una de las casas, toda vez que faltan trámites que cumplirse en la selección y, sobre todo, no ha habido reunión de la comisión local de la vivienda para debatirla. “Hay muy poca vergüenza”, denunció Román, convertida en el particular muñeco de esgrima al que, desde primera hora, le habían asestado un buen golpe. La cuestión es saber quién es el que empuñó el arma. “Me encantaría saber quién me ha hecho la monería”, espetó. Y es que Román sí que pudo acusar a López de “desleal”, después de comprobar con los funcionarios de Emvicesa que éste les había ordenado que efectuaran llamadas a los hombres y mujeres que aparecen en la “lista filtrada” para indicarles que podían pasar ya por Emvicesa a por las llaves. Lo que, insistió, no tenía pruebas es de que el exviceconsejero hubiera sido el autor de esa filtración, causando la intranquilidad y el daño gratuito en muchas familias que ayer se concentraban en las puertas de la sociedad municipal, que tuvo que duplicar su número de vigilantes de seguridad, cerrar sus puertas (hoy también estarán cerradas) y recibir la visita de la Policía Local. “Antonio López recibió instrucciones mías de no dar nada”, explicó Román, que incluso el lunes, estando en la calle, escuchó comentarios de personas que le manifestaron que les estaban llamando para darles las llaves. “Advertí”, entonces, “a los trabajadores de Emvicesa que no efectuaran movimiento alguno”, insistió. Las palabras de Román fueron desautorizadas por el propio López que, según le manifestaron ayer los funcionarios a la propia Román, les instó a llamar a los figurantes en el listado para que pasaran por las oficinas a por las llaves de su nueva casa y a la firma de contrato. Ante esto, la Ciudad ha decidido presentar una denuncia en el juzgado. Algo que hará formalmente el próximo lunes después de celebrar la Junta de Portavoces para explicar a los grupos con representación todo lo que se va a hacer. Ayer el propio Vivas convocó una reunión extraordinaria de su Grupo para darles conocimiento de todo lo sucedido. Serán los jueces los que determinen si hay ilícito penal y si se abre un procedimiento al respecto. “Nosotros no somos origen ni causante de esto, que sea el juzgado el que decida qué hacer”, insistió. “Se han vulnerado todas las formas”, lamentó Román, que compareció apoyada por varios miembros de su equipo y recordó cómo quedan muchos flecos que definir antes de concretar la lista definitiva. En la última comisión de vivienda, celebrada en 2014, se habló de cupos que todavía tienen que ser definidos en número, habiéndose consensuado con todos los partidos que las viviendas no se iban a entregar hasta la próxima reunión de la comisión pasadas las elecciones, sin que ésta se haya celebrado todavía. De hecho el próximo 6 de julio será el pleno del Consejo de Administración para configurar esa comisión, la única de la que pueden salir los adjudicatarios definitivos. “Lo que menos nos esperábamos era esto. Quien ha filtrado ha contravenido unas órdenes claras”, manifestó Román, quien ayer evitó hablar ni por mensajes telefónicos con Antonio López, echando mano de sus conocimientos en el ámbito judicial que le hacen ser precavida ante cualquier comentario con quien, ayer, era señalado desde todos los ámbitos del Gobierno. “No he querido hablar con él”, dijo, “acabaremos viéndonos en un sitio... no debemos hablar... intuyo que quería excusarse”, sentenció, aparcando el “corazón y los sentimientos” ante un caso que quedará judicializado y que promete forzar un desfile de personas por el Palacio de Justicia para prestar declaración. “Esto no ha sido bueno para nadie”, lamentó, al cierre de una jornada marcada por el cierre de las oficinas de Emvicesa, la recopilación de documentos y la primera ‘crisis’ de calado nada más tomar posesión el nuevo equipo de Vivas. La ya famosa “lista fantasma” podría ser un “documento de base” sobre el que estaría trabajando la sociedad municipal, pero nunca la definitiva, insistió.
Rumores, patrimonio y la obligación de aclarar “qué ha pasado aquí” “Me toca aclarar qué ha pasado aquí”. Así cerraba ayer la rueda de prensa extraordinaria Susana Román, tras una jornada que comenzaba a las 6.30 horas con “la desagradable noticia” de desayunarse lo que no debía. La justicia dirá ahora qué pasos hay que seguir en una historia preñada de componentes extraños: una lista difundida como oficial que no lo es, una Emvicesa puesta en el punto de mira por cuanto la “responsabilidad piramidal” de mandos ha quedado cuestionada al no acatarse órdenes directas de Román, y constantes rumores en la calle de cobros por adjudicar casas a los que la propia Román no quiso dar “en absoluto credibilidad” como tampoco quiso referirse al patrimonio público y conocido del propio López.
“No se juega con nosotros” “Pero cómo sale que a esta persona le dan una casa... si está soltera y tiene trabajo, y yo vivo con mi madre y cuatro hijos y llevo años esperando que me atiendan”. Este testimonio es uno de tantos seleccionados en un ramillete de indignación que pudo escucharse en la mañana de ayer a las puertas de la clausurada oficina de Emvicesa. Dos vigilantes de seguridad trataban de explicar a las personas que se acercaban que lo publicado no era oficial, así hasta que se desplazaron agentes de la Policía Local para repetir las mismas frases a personas que no entendían qué estaba pasando. “No se puede jugar con nosotros... ¡esto qué es!”, lamentaba un indignado al no verse en la relación de datos difundidos. Y mayor indignación entre vecinos de las Escuelas Prácticas, a los que sí o sí les tienen que dar una casa en Loma Colmenar por una permuta legal y que ayer no estaban en esa lista no oficial. “Si a nosotros siempre se nos ha dicho que sí... a dónde vamos a ir si no”, lamentaba una mujer, que no podía creer la narración, idéntica en palabras y tiempos, que se veían obligados a hacer los vigilantes de seguridad, convertidos en calmantes de una situación que les superaba y con la que se toparon de imprevisto. Y entre la indignación también mucho sentimiento, el de madres afectadas por no verse en las listas o el de sagaces analizadores que ya habían vinculado algunas de las identidades de esa lista con un conocido político local. “¿Curioso no?”. El presidente de la Plataforma por la Vivienda Digna acudió a solidarizarse con los afectados, pegando a la puerta de la misma oficina en la que días atrás no quisieron recibirle. En declaraciones a este medio insistió en que se mantiene la concentración anunciada para la semana próxima y pidió que todo esto se aclare ante un proceso que debe ser transparente.