El presidente Vivas señala que esta nueva partida es la del “remate” en base a los informes técnicos emitidos. La apertura del Conservatorio, la plaza pública y el Auditorio están previstas para este año. El presidente del Ejecutivo local, Juan Vivas, confía en que el nuevo crédito que la Ciudad tiene previsto solicitar para la culminación de las obras de la Manzana del Revellín “sea el último”. Es la consideración que realizaba en base a los informes técnicos, “parece que éste es el crédito del remate, pero no me quiero adelantar porque podría surgir cualquier contingencia”, apunta.
Eran las declaraciones que el presidente efectuaba al hilo de las críticas lanzadas por el PSOE hace una semana, tras conocerse la solicitud de una ampliación de crédito por más de nueve millones de euros, y que se volvían a materializar en la sesión plenaria del pasado viernes, cuando los representantes de los dos grupos de la oposición interpelaban duramente al Gobierno.
Vivas defendía la actuación de la Ciudad, asegurando que, en todo momento, se ha actuado “de manera consecuente” a lo largo de todo el proceso de ejecución de la obra de Álvaro Siza. En este sentido, el presidente recordaba la “situación indefinida” de este proyecto incluso antes de la entrada del Gobierno de Vivas. “Desde el punto de vista físico era un terreno baldío y la ciudadanía había decidido que se caracterizara por el dominio público, el uso cultural y por una obra notable en el conjunto nacional que fuera la marca de un artista de reconocido prestigio internacional”. Tres objetivos que, a juicio de Vivas, se han cumplido ampliamente. “La obra tiene una finalidad eminentemente cultural, el dominio público es abrumadoramente mayoritario y la obra es de Siza, uno de los doce arquitectos más importantes del siglo XX”.
Una vez conseguida la finalidad cultural, ésta repercutirá ventajosamente en el apoyo a otros segmentos de actividad económica como el turístico ya que, según recuerda el presidente, “se podrá usar también para la celebración de congresos, además de aspirar a que sea un elemento más del rico patrimonio cultural que tiene la ciudad”.
No han quedado aquí las explicaciones del presidente que hacía hincapié en el “control exhaustivo” de la inversión realizada. “La obra está fiscalizada a través de siete firmas, desde el propio director facultativo, Siza, hasta el interventor o una empresa constructora especializada”.
“Hemos resuelto los problema de forma transparente, y se ha dado satisfacción a la aspiración mayoritaria de los ciudadanos. Esperemos que los ceutíes, tanto de ahora como de generaciones venideras, puedan disfrutar de este complejo que hoy está plenamente integrado en el centro histórico de la ciudad”, concluye.
No hay avances en el uso de la parte privada Vivas ha reconocido que la negociación con la parte privada del complejo cultural “no ha avanzado”, en cuanto los esfuerzos del Ejecutivo local han ido encaminados a la gestión de aspectos técnicos y financieros de la zona pública “la más importante”, añade.
Entre los objetivos a cubrir este año, el presidente de la Ciudad anunciaba la intención de inaugurar la plaza pública, el Conservatorio y el Auditorio. “En el el próximo ejercicio pretendemos que se rentabilice como un recurso al servicio del desarrollo cultural de Ceuta y pueda dar cobijo a manifestaciones culturales, además de ser un soporte de atracción para congresos”.