La Ciudad derriba los módulos de ‘La Esperanza’

Sólo quedarán en pie el chalé y los muros del perímetro. Obimace ha sellado la puerta del inmueble para evitar ser ocupado La Ciudad derribó ayer los módulos del centro de menores ‘La Esperanza’ para evitar que este lugar sea ocupado hasta acordarse su destino final. Los trabajos estuvieron coordinados entre la Consejería de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y Barriadas, y la de Fomento. Concretamente la empresa municipal Obimace aportó el personal, Parque Móvil los vehículos y Fomento la parte técnica.
En la mañana de ayer los módulos en los que se alojaban los menores quedaron reducidos a chatarra, que será hoy enviada a la Planta de Tratamiento. Ayer se envió hasta este lugar el mobiliario que se encontraba dentro de estos módulos, como colchones, somieres, taquillas o estanterías.
Antes de que llegaran los camiones para cargar este material, los trabajadores de Obimace habían separado estos elementos, colocando por un lado los colchones y por otro el hierro.
Además de los módulos hay otra pequeña estructura que se demolerá, pero de esa ya se encargará una empresa.
Los trabajos se desarrollaron durante toda la mañana, a un buen ritmo ya que los operarios de Obimace y Parque Móvil se coordinaron para acabar con el trabajo cuanto antes.
El derribo de los módulos fue lo más rápido, ya que se hizo con un tractor con pala. En menos de una hora los módulos estaban reducidos a chatarra, que será hoy llevada hasta la Planta de Tratamiento.
El consejero de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda, se trasladó hasta el lugar de los trabajos para supervisar el desarrollo de los mismos. Desde allí coordinó a todo el personal e iba dando órdenes para llevarse el material a la Planta de Tratamiento.
El Parque Móvil utilizó un camión de carga y un porta-contenedores para trasladar el mobiliario hasta la Planta de Tratamiento. Para la demolición utilizó un tractor con pala, con el que se realizó el trabajo de manera rápida.
Una vez demolidos los módulos, sólo quedan el chalé, cuya puerta ha sido tapiada para evitar que sea ocupado, y el perímetro. El lugar en el que se encontraban los módulos quedará totalmente libre.
Cuando quede el patio libre los técnicos volverán a visitar las instalaciones para comprobar el estado de los muros del perímetro. Esta mañana los camiones se llevarán los hierros a la Planta de Tratamiento, se derribarán varios bacalitos que quedan y los trabajadores de Obimace taparán los boquetes de los saneamientos.
En la mañana de ayer la entrada estaba vigilada por personal de Amgevicesa y también por personal del Plan de Empleo de la Ciudad. Esta vigilancia permanece en el día de hoy.
El pasado sábado, una furgoneta con matrícula de Marruecos llegó a este centro buscando chatarra e intentando hacerse con algunos enseres para sacarle utilidad en el vecino país.

Traslado
El traslado de los MENA se produjo la semana pasada. Concretamente el jueves por la tarde se trasladó a un tercio de los residentes, y al día se llevó el resto. A las cuatro de la tarde ya estaban todos los menores en el nuevo albergue de Hadú.
Los menores permanecerán en estas dependencias hasta que esté construido el centro que se levantará en Calamocarro, en el que se reubicará de forma definitiva a este colectivo de menores previsiblemente a mitad del próximo ejercicio.
Este centro ha sido clausurado debido a una serie de deficiencias que habían sido denunciadas por la Fiscalía de Menores, el Defensor del Pueblo y los propios técnicos municipales.
El adjunto al Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, aplaudió durante su visita a Ceuta hace dos semanas, el traslado de los MENA al nuevo albergue de Hadú, una comparativa que resumió con la expresión ‘como la noche y el día’.
Fernández Marugán añadió que los menores deben valorar el esfuerzo que ha realizado la Ciudad para mejorar su situación y también ayudar al mantenimiento de estas instalaciones hasta que se acuerde el traslado definitivo al nuevo centro de Calamocarro.