La Ciudad cambia de opinión sobre el edificio de ‘La Manzana’

Tras la denuncia de Caballas en el último pleno, ha hecho llegar una propuesta a la coalición para firmar un convenio con el propietario, quien si lo vendiera, debería pagar plusvalía al Ayuntamiento.

El Gobierno de la Ciudad Autónoma está dispuesto a exigir plusvalía y que, por tanto revierta, al Ayuntamiento parte de la venta del edificio que aún está en manos privadas y cerrado en 'La Manzana del Revellín'.
El enfrentamiento que tuvieron Juan Vivas y Juan Luis Aróstegui en el pleno que tuvo lugar hace un mes ha forzado al Ejecutivo a plantear una nueva salida a esta asignatura pendiente que queda en 'La Manzana del Revellín' y por esta razón le ha hecho llegar a la coalición Caballas una primera propuesta, en el sentido de firmar un convenio con la empresa propietaria del edificio, de manera que si llegara a venderlo se cerrarían una serie de acuerdos que permitiría un ingreso de varios millones de euros en favor de las arcas de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Existe un antiguo informe que apuntaba a que el precio, en pleno centro, de este edificio que aún está cerrado debe estar entre los doce y los trece millones de euros. Una cifra que, según el diputado de Caballas, Juan Luis Aróstegui, le parece algo exagerado, pero tienen muy claro que, desde su punto de vista, la Ciudad debería al menos de ingresar el 50% del valor de la venta del mencionado bloque que forma parte del conjunto de La Manzana del Revellín.
Esa propuesta que durante estas últimas semanas ha hecho llegar el equipo de gobierno a la coalición Caballas no cubre, por supuesto, todas las exigencias que tiene esta coalición, porque, desde su punto de vista, está muy bien la idea de firmar un convenio con la empresa privada que es propietaria, pero que todo depende del contenido del citado acuerdo.
Por supuesto, el mismo Aróstegui certifica que "nosotros no estamos en contra del cambio de uso de ese edificio y que pase de uso cultural a uso comercial, de lo que estamos en contra es de la especulación y del pelotazo por parte de una empresa privada a costa del esfuerzo de todos los ceutíes".
Hay que recordar que Caballas hizo en su momento una alegación al Plan General de Ordenación Urbana, ante el cambio directo de uso del edificio, pasando de cultural a comercial, sin ninguna compensación para las arcas municipales, la cual está pendiente de ser contestada en el pleno que tendrá lugar en las próximas semanas.
Por supuesto "si las cosas se hacen bien tendrán nuestro beneplácito, pero si al final se intenta algo extraño, contarán con nuestra denuncia".

Un enfrentamiento que resultó áspero entre Vivas y Aróstegui en el pleno
Parecía un punto más del orden del día de la Asamblea, porque la única idea que, de entrada, todos pensaban que manejaba Juan Luis Aróstegui era, desde luego, preguntar por los encuentros que el presidente de la Ciudad Autónoma había mantenido con los directivos de una empresa que tiene pensado radicarse en nuestra ciudad. Pues bien, tanto el punto inicial de la interpelación de Caballas como de la contestación que se recibió por parte del Gobierno no hacía presagiar que se estaba a punto de producirse una tormenta en el salón del pleno del Palacio de la Asamblea.
Una tormenta de las más fuertes que se hayan podido ver durante los quince años de mandato de Juan Vivas al frente de los destinos de la Ciudad Autónoma.
En una segunda intervención, a la que tenía derecho Aróstegui, de pronto, abrió la caja de los truenos. Habló de que habían existido contactos por parte del propietario privado del edificio que permanece cerrado en 'La Manzana del Revellín' con un tercero, el cual estaba buscando un local en el centro de unos mil o mil quinientos metros cuadrados.
Y denunciaba que ello podía ser posible porque dentro del Plan General de Ordenación Urbana se había introducido una reforma en el cambio de uso de cultural a comercial, con lo cual se abría la puerta a la "especulación y al pelotazo", culpando de ello al Gobierno del Partido Popular y a su presidente a la cabeza.
Por supuesto, los improperios de Aróstegui hacia el presidente siguieron subiendo de tono y entonces fue cuando el jefe del Ejecutivo dijo, de una manera muy clara, que nadie podía poner en duda su honradez a todos los niveles y que no le iba a permitir a nadie que se dudara de su honorabilidad, dirigiéndose de manera directa a Aróstegui pregutándole si le estaba acusando de "querer dar un pelotazo", a lo que el diputado de Caballas contestó que esa frase la había dicho el presidente de la Ciudad y que no había salido de él.

Las claves de una operación

El Plan General prevé el cambio de uso del edificio cerrado, con el paso de cultural a plenamente comercial
Han sido muchas las ocasiones en que se discutió en el pleno del Ayuntamiento las definiciones que debían tener los edificios privados que forman el complejo de 'La Manzana del Revellín'. Hubo quienes defendió su uso comercial desde el principio y quienes eran partidarios de un uso cultural, no en vano, con esa idea se construyó todo este complejo. Al final el uso cultural con una pequeña zona comercial fue la definición que conjugaba más con la interpretación que se hacía de las normas urbanísticas que están ahora mismo en vigor. Con la nueva puesta en marcha del Plan General de Ordenación Urbana, los técnicos que están al frente del mismo han cambiado el uso cultural a un uso comercial. Una idea que cuenta con el apoyo claro del equipo de gobierno tal y como el mismo presidente Vivas se refirió en el pleno de hace un mes cuando este asunto volvió a salir a colación. Por esa razón, Caballas presentó una alegación que debe estar contestada y que se conocerá en el pleno que aprobará las mencionadas alegaciones. En el caso que nos ocupa se ha producido una novedad con la propuesta del Gobierno de firmar un convenio con la empresa privada que permita una plusvalía cuando se venda el edificio para las arcas del Ayuntamiento.

Se entiende que el uso comercial es clave para que haya movimiento en el complejo
Desde que se inauguró el complejo cultural de 'La Manzana del Revellín una de las quejas en la que han coincidido todos los ceutíes ha sido, desde luego, que la Plaza que fue bautizada como Nelson Mandela, en homenaje al primer presidente democrático de Sudáfrica, no tiene vida y que se ha convertido en un lugar sin ningún tipo de atractivo en pleno centro de la ciudad. Por ello, quienes defienden el cambio de uso de cultural a comercial señalan que la instalación de un comercio grande y que luego existan bares y restaurantes permitirían, desde luego, una solución definitiva para recuperar para la ciudadanía una plaza que es un verdadero páramo en todos los sentidos, frente a otras plazas cercanas que sí tienen una gran vida por el número de personas que permanecen en ella a lo largo de toda la jornada, tanto en horario de mañana como de tarde.

"La plusvalía depende de las bases de dónde partamos"
Resulta que para Caballas y más concretamente para Juan Luis Aróstegui, esa plusvalía depende del cálculo previo que marquen los técnicos. Indica el diputado que los criterios de valoración influyen mucho sobre el precio final. Comenta que si se habla de un precio de compra entonces se estaría hablando del precio por metro cuadrado construído y entonces, la solución es fácil y dividir en función del tanto por ciento que la Ciudad haya firmado. Sin embargo, si se establece en función de la equivalencia de valores es una historia distinta en palabras del propio integrante de la coalición localista. Tienen muy claro que apoyarán la medida si ven que no se pretende beneficiar a la empresa propietaria.

Una construcción que estuvo salpicada de muchos conflictos
Desde que el arquitecto portugués Alvaro Siza puso sus pies en el solar del antiguo cuartel del Revellín en la segunda mitad de la década de los noventa, hasta que se inauguró el Auditorio del Revellín pasaron casi tres lustros. Una primera piedra que se colocó a los pocos meses de que Juan Vivas tomara posesión como presidente de la Ciudad, pero donde la negociación había sido muy complicada, debido a que la llegada del GIL llevó a una privatización de la construcción de la propia 'Manzana del Revellín'. Luego, la recuperación del proyecto original diseñado por Alvaro Siza llevó a que el 50% de la obra se llevara por parte de una empresa privada que es la propietaria hoy en día del edificio que aún permanece cerrado. Una negociación con anterioridad a la recuperación del proyecto original que tuvo mucho rumores que nunca se han aclarado y, luego, el coste de un proyecto que se disparó muy por encima de lo que, en un principio, se estableció.