La joven ceutí de solo 18 años que fue detenida en Turquía antes de partir a Siria se arrepintió del destino que le habían preparado sus captadores y se puso en contacto con su familia en Ceuta para pedirles ayuda.
Sin pasaporte, ya que los integrantes de estas captaciones se lo habían retirado, se encontraba sola en Turquía con la firme decisión de no cruzar a Siria.
Tal y como ha podido saber El Faro, fue entonces la propia familia la que se puso en contacto con la Guardia Civil para informarle de lo que estaba ocurriendo y fue desde el propio Instituto Armado como se pusieron en contacto con la Policía turca para alertarles de lo sucedido.
La joven fue aconsejada que acudiera a una embajada o consulado español para solicitar ayuda, pero fue localizada antes por agentes de la Policía turca en la calle, procediendo así a su detención.
Fue el arrepentimiento mostrado por la joven, a la que habían manipulado hasta pretender radicalizarla, el que favoreció que no terminara por cruzar a Siria, una etapa que hubiera sido el final de su vida, como la de otras chicas que ya han partido desde Ceuta o varones que han muerto. Al parecer ya en Casablanca había mostrado cierto rechazo a volar hasta Turquía, pero finalmente llevó a cabo el traslado retirándosele su documentación por parte de la red captadora, posiblemente asentada en Marruecos.
Ahora se tendrá que solicitar su extradición después de ser vinculada con un intento de integración en banda armada.
La denuncia interpuesta por la familia en la Guardia Civil ha sido clave en esta resolución.