La crisis y la competencia cada vez más feroz en todas las áreas de actividad han convencido a las empresas, ya sean grandes corporaciones o pymes minúsculas, de la necesidad de atar a sus clientes.
La técnica de la fidelización no es reciente, pero las nuevas tecnologías han ensanchado las posibilidades. Sobre la necesidad de premiar a los consumidores, acogiéndose a una de las principales comunidades de compras del planeta, versó la charla informativa que ayer acogió la Confederación de Empresarios de Ceuta.
Con 35.000 empresas asociadas en todo el planeta y más de 250.000 puntos de venta, la estrategia desgranada ayer en la sede patronal por César Collazos es tan simple como eficaz: los consumidores se dan de alta en una plataforma y obtienen incentivos por comprar productos en las empresas adheridas. Esos descuentos pueden ser, al mismo tiempo, aplicados a compras en grandes empresas, desde El Corte Inglés a Decathlon o Leroy Merlin. La única salvedad es que la entrada en el programa es por recomendación de otro cliente ya asociado.
“Lo que hace el sistema de fidelización es que negocia descuentos por volúmenes de clientes que podemos ofrecer. Negociamos descuentos con los comercios y la parte del descuento la trasladamos en comisiones para el cliente final”, detallaba ayer Collazos. Y en Ceuta, según aseguraba, el campo están aún por explotar. Los empresarios tomaron buena nota.