La autopsia al inmigrante hallado con lesiones tras el 6-F descarta los daños con pelotas

El juzgado número 6, que instruye el caso abierto tras la tragedia del 6 de febrero en la que murieron 15 subsaharianos al pretender entrar a nado por el espigón del Tarajal,

ha recibido ya los resultados de las pruebas complementarias que se ordenó realizar a uno de los cadáveres hallados en el mar debido a que presentaba lesiones.
El varón, que es uno de los cinco que está enterrado en el cementerio de Santa Catalina después de que sus cuerpos fueran arrastrados al lado español, presentaba dos golpes en la cabeza. Uno en el lado derecho y otro en el izquierdo.
Pues bien, tras los análisis toxicológicos encargados por la magistrada titular del número 6 para complementar las conclusiones obtenidas en la autopsia que se practicó en Ceuta el 15 de febrero, se ha podido concluir que los golpes no fueron causados por el impacto de objeto alguno que se asemejara en su forma a una pelota de goma.
Es más, según los datos a los que ha tenido acceso El Faro por fuentes cercanas a la investigación, esas lesiones no comportaron riesgo para la vida. Es decir, el varón sin identificar que el mar devolvió a la zona española no falleció como consecuencia de dichas lesiones.
En las conclusiones facilitadas al juzgado se concluye que no puede confirmarse si se produjo un cuadro de aturdimiento o conmoción que impidiera a la víctima mantenerse a flote en el agua. La causa de la muerte sí que queda clara: fallecimiento por sumersión completa.
En el caso de las lesiones que fueron detectadas tanto en el lado derecho como en el izquierdo de la cabeza del subsahariano, se infiere que tuvo contacto con una “superficie irregular con morfología cuadrangular”. No se adecuan pues dichas lesiones al impacto de una pelota de goma en su cuerpo.
La conclusión derivada de estos informes que de manera extraordinaria fueron solicitados por el juzgado es que la etiología de la muerte fue accidental.
El cadáver para el que la juez del número 6 solicitó unas pruebas complementarias fue el encontrado en la mañana del 15 de febrero frente a la playa de la Ribera. Poco después se encontraría, ya en la Almadraba, el cuerpo de otro subsahariano más. Fueron cinco en total los que el mar arrojó a zona española, después de que habrían estado desde el día de la tragedia, el 6, en el fondo del mar marroquí, tal y como pudo comprobarse de las imágenes captadas por la Benemérita y los posteriores audios que pudieron escucharse en la comisión de Interior del pasado marzo.
Solo en uno de estos cuerpos se localizaron lesiones, por lo que, para evitar cualquier duda al respecto, se quiso confirmar desde el juzgado todos los extremos. El resto de subsaharianos no presentaba lesión alguna y todas las autopsias que se les practicaron confirmaron su muerte por sumersión.
Dentro del proceso judicial iniciado ya se ha visionado la ristra de grabaciones aportadas por la Benemérita, los audios y los manuales de actuación de los GRS. Además una comitiva judicial visitó el COS y el espigón para conocer la zona y se recibieron todos los informes elaborados por el Instituto Armado sobre los hechos.

¿Y las autopsias de Marruecos?

En la instrucción que se está llevando en torno a lo sucedido el pasado 6 de febrero se está siendo extremadamente detallista, dando pasos en firme y disponiendo -o al menos pretendiéndolo- de toda la información que sea clave. Así, el juzgado de instrucción número 6 solicitó a través de una comisión rogatoria a Marruecos los datos de las autopsias practicadas a los cadáveres que fueron recogidos al otro lado de la frontera. Judicialmente se necesita una respuesta oficial, ya que no vale el contenido de informes como los que han hecho públicos las oenegés. A fecha de hoy el país vecino no ha atendido dicha comisión por lo que solo se sabe la versión oficial que España ha trasladado según fuentes oficiales marroquíes. La misma apunta a muertes por sumersión.