La mejor noticia de la Campaña 2010 de Vigilancia y Detección de Incendios Forestales ha sido la ausencia total de incendios.
Estas son las conclusiones efectuadas por el servicio que es cubierto por la Brigada Forestal de Obimasa.
Al propio margen de los avisos dados por multitud de columnas de humos se contabilizaron un total de cuatro conatos que no llegaron a más debido a la rápida intervención del Servicio de Extinción de Incendios tras el aviso pertinente por parte de la Brigada Forestal de la empresa municipal.
Los cuatro incendios más importantes que se han producido a lo largo de esta campaña fueron el cinco de mayo, miércoles, a las doce y cuarto de la mañana y que se situó en Loma Lastra, donde se quemaron doscientos metros cuadrados. El siete de junio, a las ocho y media de la noche, en las proximidades del CETI, donde también fueron otros doscientos metros cuadrados. Quince días después, el veintidós de junio una colilla en la cuneta provoca otra intervención en la Cuesta del Monte Hacho. Y el último ha sido el cuatro de septiembre, a las seis de la tarde, con unos doscientos metros cuadrados, por causas desconocidas.
Suma
La suma total de todos ellos es de ochocientos metros cuadrados. El hecho de que se hayan reseñado en los partes de la Brigada Forestal ha sido porque podrían haberse convertido en un incendio importante.
Según los expertos para que en Ceuta un incendio pueda calificarse como incendio forestal debe superar una superficie quemada de cinco mil metros cuadrados.-
Por ejemplo, en comparación con el año pasado, destacar que hubo dos incendios forestales y doce conatos importantes, que sumaron una superficie de unos cuarenta mil metros cuadrados.
Esos dos incendios forestales del año pasado ocurrieron el veinticinco de julio, a las tres de la tarde como consecuencia de una colilla y ocurrió en la zona del Monte Aranguren. Ardieron un total de quince mil metros cuadrados.
Y el segundo, el más importante, el nueve de noviembre, a las diez y media de la mañana, siendo la causa unas prácticas en el campo de tiro de la Tortuga. Se da la circunstancia que este segundo incendio forestal, con veinte mil metros cuadrados de superficie arrasada, sucede casi un mes y medio de que finalizara la campaña, por una circunstancia que suele ser totalmente ajena a las tradicionales de los incendios en el monte.
Haciendo una relación parecida sobre los últimos cinco años, nos encontramos que otro también donde hubo escasa superficie quemada fue en 2007 con solamente tres doscientos metros cuadrados y tres conatos.
Un año antes, en 2006 ardieron cincuenta mil metros cuadrados en un solo incendio, el más importante ocurrido en nuestra ciudad en este último apartado de la presente década y un conato con mil metros cuadrados.
Igualmente, en 2008, un solo incendio forestal con veinticinco mil metros cuadrados y dos conatos que sumaron mil metros en total.
Denuncias
Igualmente se realizaron dos denuncias ante la Guardia Civil por vertidos en zona forestal y existen constancia que alguna que otra persona que iba a realizar un vertido desistió del mismo al percatase de la presencia de los trabajadores de la Brigada Forestal.
Uno de los análisis que realizan los técnicos en esta materia es que durante la campaña de 2010 una de las características ha sido la disminución del número de avisos dados por la Brigada Forestal de Obimasa.
Reconocen que una de las razones es que la limpieza forestal que se realizó en el Puente del Quemadero, al igual que en la zona de Fuerte Mendizábal y el Príncipe como consecuencia del inicio de las obras de la nueva cárcel han eliminado dos de los considerados puntos calientes en cuanto a conatos de inicio de incendios.
Unos resultados que son muy satisfactorios y donde, por supuesto, la labor de todos los miembros de la Brigada Forestal de Obimasa es digna de elogio, como así se lo reconoce la propia consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel.
La vigilancia es desde la nueve de la mañana a las nueve de la noche
La campaña cada año de vigilancia y detección de incendios forestales se lleva entre los días uno de junio y uno de noviembre. Y la horquilla horaria que se cubre es de las nueve de la mañana a las nueve de la noche durante los siete días de la semana sin excepción.
El servicio es cubierto por la Brigada Forestal de Obimasa que está compuesta por diez agentes forestales, un coordinador, tres vehículos todoterreno y medios de comunicación permanentes con el Servicio de Extinción de Incendios y el 112.
Se han cumplido en estos días los cuatro meses de más riesgos para incendios forestales como son junio, julio, agosto y septiembre, porque normalmente en octubre bajan las posibilidades y suele ser menos peligrosos ya que es posible la presencia de lluvias.
Tal y como desarrollamos en la misma información el año pasado hubo un incendio importante ya entrados en noviembre, pero fueron por circunstancias especiales como unas prácticas de tiro por parte de las Fuerzas Armadas en la zona del Monte de la Tortuga.
Dos puntos fijos para controlar los posibles conatos de incendios en los montes
Ese papel que realizan los miembros de la Brigada Forestal es a través de un dispositivo que se instala en dos puntos fijos, buscando siempre las cotas más altas que permitan un control de todo el perímetro de la ciudad.
Por un lado, en el Monte de la Tortuga y otro en el Mirador de Isabel II, contando igualmente con una patrulla móvil, también denominada por ellos de “nomadeo” que tiene como misión principal los recorridos de inspección por todas las pistas forestales.
Objetivo
¿Cuál es el objetivo principal que se marcan? El aviso precoz a las fuerzas de extinción, así como la colaboración directa con ella si fuera necesario. De esa manera se consigue la intervención más rápida posible e impidiendo que un conato adquiera la categoría de incendio. Un aspecto muy importante, porque la rapidez en estas actuaciones provocan que muchas veces los males no vayan a mayores.
Igualmente, una vez definido el objeto de mayor entidad, hablamos de otros, que aunque menos importante también gozan de una gran responsabilidad.
Nos estamos refiriendo a la de asesorar y en su caso conminar al persona asiduo de zonas recreativas y montes en general sobre la observancia de la prohibición absoluta del uso del fuego.
Por ejemplo, en la jornada de más asistencia al campo, como es el de la Mochila, donde cada uno de noviembre son miles de personas las que acampan a lo largo de todos los montes de Ceuta, su papel es fundamental tanto en la prevención con las explicaciones como en el control de cualquier posible conato.
Vertidos
Igualmente, ejercen la labor de vigilancia y por tanto de disuasión de vertidos ilegales en zona forestal, informando a la Consejería de todo asunto que afectara al patrimonio natural de nuestra ciudad, circunstancia de máxima importancia.