Punto y final definitivo a la rocambolesca historia que ha rodeado la quema premeditada del popular restaurante ‘La Huerta’, que terminó incidiendo en su cierre de por vida. La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha ratificado la sentencia que dictara el pasado año el juzgado de lo Penal número 1, en base al cual se absolvía a un agente de la Policía Local acusado del incendio pero se condenaba a su hermana por un delito de daños.
El letrado del agente policial, Abselam Abderrahaman, no recurrió el fallo inicial, pero sí lo hizo el letrado que defendía los intereses de la otra acusada. Ahora, el máximo órgano judicial de la ciudad ha venido a confirmar las tesis mantenidas que han servido para intentar dibujar lo que pasó la madrugada del 12 de mayo de 2010 para que el mítico restaurante fuera pasto de las llamas.
La investigación llevada a cabo por la Policía tras el informe de los Bomberos en el que se concluía que el incendio había sido provocado, llevó a la imputación de un agente de la Local y su hermana, para, después, terminar con solo sentencia condenatoria para ella.
Tal y como se concretó en la sentencia ahora confirmada, el policía local ni habría ideado ni ayudado en el incendio. Sí, por contra, su hermana, F.R.M., que ha sido condenada a dos años de prisión y al pago de 23.146,15 euros.
De acuerdo con las tesis judiciales, plasmadas ya en una sentencia firme, la mujer le prendió fuego, causando los daños posteriores en distintas zonas del restaurante. De acuerdo con los hechos probados contenidos en la sentencia, F.R.M. aprovechó “la oscuridad de las horas nocturnas, la escasa iluminación de la zona y lo aislado del lugar para evitar ser vista y realizar libremente su propósito”, indica.
Así, se concluye que acudió al restaurante del que era arrendataria junto con su hermano, y, “con ánimo de causar desperfectos, tras rociar con gasolina ropa, colchones y otros enseres que se hallaban en el interior del establecimiento, le prendió fuego con una cerilla, propagándose el fuego hasta resultar calcinados el local y el mobiliario y enseres que se encontraban en el interior del mismo”, se explica en la sentencia a la que ha tenido acceso El Faro.
En la condena se alude al carácter intencional y provocado del incendio, algo sobre lo que no existió género alguno de dudas después de las investigaciones policiales que se llevaron a cabo. De hecho, quedaron reconocidos la existencia de tres focos distintos y separados del incendio y “restos de sustancia acelerante, en concreto gasolina en un bulto de ropa de diferentes tejidos como un pañuelo, una camisa, un suéter y un pantalón, colocados encima de un armario volcado en el suelo en una estancia colindante con el salón principal”, se indicó en el fallo. Es decir, que resulta claramente probado que lo que ocurrió aquella madrugada fue un acto intencional y premeditado, sin posibilidad alguna de que ‘La Huerta’ prendiera por accidente.
Antes de aquel suceso existía un mal ambiente marcado por las pésimas relaciones con el propietario del restaurante y por la existencia de discrepancias económicas pudiendo existir como móvil el cobro de un seguro agenciado previamente que cubría los daños por incendio.
La desaparición de un restaurante clave en Ceuta El cierre del restaurante ‘La Huerta’ supuso el punto y final a uno de los centros míticos y claves en la ciudad. Por su ubicación, con un mirador al mar y en pleno Hacho, se convirtió en uno de los restaurantes más visitados y preferidos por los ceutíes. El incendio causado aquella madrugada terminó siendo la puntilla para su cierre definitivo. Nunca más se recuperó esa zona. De hecho hoy no se ha reactivado actividad económica alguna ni se ha sacado adelante proyectos que pudieran retomar lo que fue aquel restaurante. El incendio causado en el lugar fue de tal gravedad que quedó todo prácticamente calcinado.