La Audiencia juzga a dos acusados de presunto blanqueo de capitales

La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta acoge desde ayer la celebración de un juicio en el que se intenta esclarecer si un matrimonio incurrió en un presunto delito de blanqueo de capitales, tal y como se desprende de la investigación que llevó a cabo Asuntos Internos de la Guardia Civil.

De aquella se derivó la detención en septiembre de 2011 de dos miembros de la Benemérita adscritos a la Compañía Fiscal, cuyos procedimientos han terminado separándose siguiendo caminos distinto, por lo que ayer comenzó el juicio solo para uno de ellos. Así que la primera de las tres sesiones previstas se sostuvo en dos claves: por un lado la testifical del agente imputado y su mujer; por otro, la de una joven que fue detenida por este agente con droga oculta en su vehículo y cuyas manifestaciones vía teléfono móvil fueron interceptadas por la Guardia Civil que ya estaba investigando a varios efectivos de la Compañía Fiscal de Ceuta, al recibir, por sus cauces internos, diversas informaciones. Los dos acusados negaron tener algo que ver con el delito de blanqueo que se les imputa. La declaración más extensa fue la que protagonizó en sesión de mañana y de tarde el agente de la Guardia Civil que, en el momento de su detención, prestaba servicio de mecánico en el puerto. Negó todas las veces que se lo preguntó el Ministerio Fiscal que tuviera relación alguna con un traficante de drogas de la ciudad y que cobrara dinero de éste por dejar pasar sus vehículos cargados deteniendo para ello a otros. “Nunca cobré, jamás, por dejar pasar vehículos con droga”, insistió ante un incisivo interrogatorio del Ministerio Fiscal. Dijo, de hecho, que ni conocía, más que de oídas, al narco en cuestión con el que se le vincula en la causa. “Jamás me he movido en ese campo ni me moveré”, insistió. El 21 de junio de 2010, estando de servicio, se detendría un vehículo con droga. Ese coche fue “detenido”, aclaró el agente, “por el guía de perros que estaba de servicio”, ya que, él, en su papel de mecánico, no tenía esa potestad de parar los coches, sólo de registrarlos. Por eso, insistió, difícilmente podía haber parado ese coche a sabiendas de que llevaba hachís para que, así, pudiera pasar otro vehículo con el cargamento de un narco para el que, repitió, “nunca trabajé” porque ni conocía. Así también negó que tuviera un apodo por el que se le conociera específicamente y que aparece en los pinchazos telefónicos recogidos en la causa. ¿Qué pasó ese día en el puerto?, ¿era posible que un narcotraficante se paseara por la zona de control benemérita como “el patrón de todos los guardias”, haciendo y deshaciendo a su antojo? El Ministerio Fiscal solicitó que se escucharan las grabaciones obtenidas tras pinchazos telefónicos a la mujer cuyo coche fue interceptado ese día. Esta vez los CD funcionaron, no como ocurrió en octubre de 2014 que debido a la inoperatividad de la NOJ el tribunal tuvo que suspender el juicio ya que no se escuchaban. Ayer sí. Y claramente. Así se pudo escuchar cómo la detenida se lamentaba en conversación con otra persona porque le habían hallado hachís en su coche, mentando a que detrás de esa intervención estaba un guardia civil que trabajaría para el narco que, ese día en cuestión, debía estar incluso por el puerto. Al agente lo señalaba con un apodo, no más. Ayer, la joven cuya voz se había escuchado en la Sala declaró ante el tribunal bajo la advertencia, repetida en tres ocasiones, de que tenía que decir la verdad. Según ella la dijo. Miró hacia el banquillo donde se sentaba el guardia imputado para decir que no lo conocía, aclarando que tampoco sabía quién era físicamente el supuesto agente que trabajaría a las órdenes de un narco al que tampoco supo ubicar exactamente en la zona de control y registro de la Compañía Fiscal. La declaración de la joven sufrió variaciones antes y después de escuchar la grabación con su voz, incurrió en varios ‘no me acuerdo’ y obligó a que el tribunal le advirtiera de cuáles eran sus obligaciones como testigo.

Varias cuentas y movimientos de dinero

Uno de los asuntos que fue motivo de debate ayer fue el número de cuentas en la que aparecía de titular o de cotitular el agente imputado, así como el hecho de que se llevaron a cabo ingresos de dinero y movimientos seguidos en el tiempo. El agente negó que tuviera varias cuentas para ocultar, así, la procedencia de supuestos cobros ilícitos, justificando los ingresos en una manera de organización doméstica que se tenía y atribuyéndolos, por ejemplo, a retribuciones por servicios dentro del Cuerpo. Fiscalía le preguntó sobre si detrás de esos movimientos no había un interés por confundir el origen del dinero, hecho que negó.

La clave, el informe de Asuntos Internos

C.E. ceuta El 15 de septiembre de 2011, agentes de la Guardia Civil de Asuntos Internos remataron la investigación patrimonial hecha a dos guardias civiles que terminaron siendo detenidos por efectivos de la Policía Judicial tras el registro de sus viviendas. En la sesión de hoy -la segunda de las tres previstas- se conocerá las testificales de los agentes que llevaron a cabo dicha investigación para saber, entre otros asuntos, en qué se sustentaron para vincular a los imputados con un delito de blanqueo de capitales. Ese informe será clave en un juicio sobre el que, ayer, el tribunal de la Sección VI decidió seguir adelante a pesar de la petición de nulidad cursadas por las Defensas. Denunciaban la indefensión al habérseles negado durante todo el procedimiento la realización de pruebas mientras a la otra parte, tanto Fiscalía como Asuntos Internos, se “les daba carta blanca”, denunciaron. “No hemos podido hacer nada”, apostillaron, en un procedimiento que más bien parecía un “partido de fútbol sin derecho a jugar”, lamentaron. Denunciaron que la Acusación se sostenía en un informe económico de Asuntos Internos y una “famosa llamada” en la que dos personas hablan de terceros, sin que se hubiera permitido, por ejemplo, identificar y llamar a declarar a todos los agentes que estaban de servicio ese día en el que se intervino el coche con la droga. La Sala decidió no suspender. La Fiscalía también se había opuesto al entender que todos los motivos alegados por la Defensa ya habían sido valorados en su día. De la investigación patrimonial que se conozca hoy se podrán avanzar más datos en un juicio en el que, como en muchos otros, también hubo espacio para las posibles justificaciones de todo este operativo. Y es que según el acusado, un enfrentamiento entre mandos de ambos Cuerpos (CNP y Guardia Civil) podría haber influido en la degeneración de una historia que terminó con él como imputado, después de que el procedimiento hubiera pasado por un inicial archivo. Sea como fuere, en el registro que se le practicó en su vivienda así como en dos cuartillos que él abrió de forma voluntaria, la Benemérita no halló nada más allá de 800 euros, cantidad en metálico que no era motivo de intervención. La investigación de Asuntos Internos se produjo después de recibir informaciones que apuntaban hacia la Compañía Fiscal pero que terminaron con dos arrestos. El acusado en cuestión defendió su trabajo en el Cuerpo, destacando además la hilera de felicitaciones recibidas por haber hallado grandes cantidades de droga en vehículos, habiendo entre ellos el de un coche que era conducido por uno de los empleados del narco con el que se le vincula, por parte de la Acusación, en este procedimiento.