La Audiencia condena a los dos pasadores de cuatro vietnamitas

El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta dictó ayer sentencia condenatoria in voce para los dos tangerinos Mohamed S. y Bachir H., detenidos en julio del pasado año después de colar a cuatro vietnamitas en una patera.

La vista, celebrada por conformidad de las partes, se desarrolló ante unas impresionantes medidas de seguridad, con presencia dentro y fuera de la Sala tanto de agentes de la UPR como de los GOES, grupo especialista de seguridad de la Policía Nacional. Todo, según fuentes policiales, porque existía la alerta de que ambos presos podrían intentar la fuga contando con ayuda externa. Algo que ya ha sucedido a las mismas puertas del Ceuta Center en el caso del apodado Tayena, relacionado con una causa violenta, que se fugó ayudado de un motorista.
Así que tanto los accesos a la Audiencia como el interior de la Sala y los exteriores terminaron perdiendo su imagen habitual para transformarse en espacios sitiados por las fuerzas de seguridad. Incluso los accesos en coche quedaron cortados, siendo imposible aproximarse hasta el Ceuta Center ante el temor de que se ayudara a los presos a escapar de los agentes.
Tanto Mohamed S. como Bachir H. confesaron su implicación criminal en un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, al haber agenciado el pase de cuatro vietnamitas. La patera en la que viajaban fue detectada por la Benemérita a la altura de la playa del Algarrobo, tras partir de Punta Leona. Aunque intentaron darse a la fuga, los agentes del Servicio Marítimo los interceptaron, detuvieron y trasladaron a puerto deportivo.
Mohamed S. ha sido condenado a 3 años de prisión, aplicándosele el agravante del ánimo de lucro ya que se ha podido comprobar que cobró una cantidad superior a los 18.000 dirhams para pasar a los vietnamitas. Contó con el apoyo de Bachir H., que resultó condenado a dos años de prisión, quedando en suspenso dicha pena ante la advertencia de que no podía cometer un nuevo delito durante este periodo. A petición de su abogada, se le concedió la libertad condicional ordenándose su expulsión a Marruecos, actuación que será llevada a cabo en el día de hoy. Bachir H. no podrá entrar en Ceuta durante los dos próximos años, en cumplimiento del periodo de suspensión de pena acordado. Los dos acusados admitieron su implicación en los hechos asumiendo la sentencia dictada in voce, ya firme, por el tribunal. Si entraron en Sala custodiados por los GOES, de igual forma salieron. Ni un movimiento descontrolado, un imposible que escaparan del lugar. Pasada la una de la tarde se procedió a bajar a los detenidos para su traslado en furgón de vuelta a Los Rosales. No se permitió el acercamiento de una sola persona a las proximidades del furgón de conducciones que esperaba a las mismas puertas del Ceuta Center. La alerta recibida sobre el posible riesgo de fuga con ayuda externa a estos dos delincuentes quedaba abortada. Esa alerta señalaba a ambos como pistoleros, algo que no cuadraba con la realidad. Los funcionarios desde el edificio y los ciudadanos desde la calle se quedaban sorprendidos por un despliegue en seguridad nunca visto en pleno centro. Sorpresa también entre abogados e incluso jueces. De película.

¿Y dónde están los vietnamitas?

Ninguno de los cuatro vietnamitas (tres hombres y una mujer) que llegaron a Ceuta el 21 de julio de 2013 de manera clandestina se encuentra ya en la ciudad. Ni están ellos ni tampoco los demás compatriotas que lo habían logrado días antes y que fueron encontrados por un policía fuera de servicio durmiendo en los bajos de la Marina. Todos han marchado de una u otra manera del CETI. Los hubo que lo consiguieron escondiéndose en bajos de camiones, en el caso de una de las chicas lo logró tras marchar a un centro médico de la península sin custodia policial y no regresar al centro del Jaral. Los últimos que quedaron pasaron tras ser acogidos por oenegés de la península, en concreto de Madrid. Para el juicio de ayer se contaba no obstante con las declaraciones que prestaron en fase de instrucción tras no haber sido localizados.