Mohamed Mohamed, portavoz, advierte sobre los problemas en Ceuta y asegura que “falta voluntad” en los responsables.
Hace seis meses nació en el Príncipe Alfonso un movimiento asociativo de Parados que ya tiene más de 900 simpatizantes y que cuenta con un peso social importante. Ellos reclaman su derecho a trabajar, sobre todas las cosas, y durante meses han estado manifestándose junto a los sindicatos. Ahora, cuando la situación está más complicada que nunca, Mohamed Mohamed, portavoz del grupo, cree que es el momento de “buscar soluciones” y por ello está dispuesto a continuar con la asociación y a empezar de nuevo con sus reivindicaciones.
“Hace seis meses comenzamos con la asociación porque no encontrábamos trabajo y estábamos cansados. El problema es que sigue sin haber trabajo”, explicó Mohamed. Todo se inició de forma natural. “Nos pusimos en una puerta y en seguida comenzó a venir gente a apuntarse”, comenta el representante. Desde entonces, cada semana se reúnen un par de veces para tratar la problemática existente y proponer soluciones. “Uno de los mayores problemas aquí son los trabajadores que vienen desde fuera. Les ponen nóminas de 1.200 euros y en realidad les pagan 600 euros. La gente de Ceuta no puede competir con esas condiciones porque necesitamos un sueldo en condiciones para poder mantener a nuestras familias”, añade. Desde su punto de vista hay ciertos asuntos, como ese, en los que se está mirando para otro lado. A pesar de todo ellos confían en que haya solución. “Nos hemos reunido varias veces con Delegación del Gobierno y les hemos propuesto que se controlen más los contratos y a los trabajadores. El problema es que no se hace”, aclara Mohamed. “Hay mucha falta de voluntad por parte de los políticos y los responsables de generar empleo”, asegura.
Otra circunstancia que complica la situación de los parados es que “en Ceuta hay mucho sinvergüenza que se aprovecha”. Desde su punto de vista “hay gente que se escuda en que hay crisis cuando realmente esa crisis no ha llegado a la ciudad como al resto de España. Simplemente se aprovechan”, sentencia.
En cuanto a las manifestaciones diarias Mohamed comprende que los vecinos y comerciantes estén cansados, pero cree que debería existir un poco más de empatía con su situación. “Las cosas no nos importan hasta que nos tocan directamente a nosotros. La gente debería tener en cuenta que somos personas con mujeres, hijos y casas que mantener y que no tenemos dinero porque no nos contratan”, asegura. En este sentido también cree que “los responsables políticos se están tomando más molestias en acallar nuestras manifestaciones que en buscar una salida para todos los trabajadores en paro”.
A Mohamed le preocupa también en especial el futuro de los jóvenes que ahora están en paro. “En 15 ó 20 años no va a haber mano de obra ceutí porque se la están cargando”, comenta. Desde su punto de vista es “impensable” que haya una tasa de paro juvenil tan alto y cree que “se está perdiendo una generación porque son personas que no tienen oficio ni una formación adecuada. Esto va a terminar siendo un problema muy grave a largo plazo”. En relación con este asunto también cree que se debería hacer algo con el fracaso escolar, que también terminará afectando a los trabajadores del futuro.
Actualmente hay más de 10.500 parados en la ciudad. Para Mohamed este asunto debería ser “una prioridad absoluta” para todos los gobernantes y responsables.
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