El portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, ha confirmado en su comparecencia posterior al
Consejo de Gobierno que la apertura al tráfico rodado de la Gran Vía no ser hará este sábado, 15 de diciembre,
tal y como esta previsto. Indicó que tras analizar la posibilidad, finalmente se ha decidido que el asfaltado sea lo último que se haga, por lo tanto, la Gran Vía no abrirá su tránsito hasta la culminación de la obra. Explicó que esta decisión se ha tomado considerando que los vehículos pesados que se están usando en la ejecución de los trabajos deben seguir pasando para culminar con los elementos que faltan, algo que podría deteriorar el asfaltado que se tiene que hacer. Hachuel comentó que se había planteado la posibilidad de asfaltar la vía por partes, pero se vio que no era una opción “positiva”, así que los técnicos coincidieron en que el asfaltado fuese lo último. “Lo más importante es que se pueda abrir”, indicó el portavoz del Gobierno, por lo que no quieren correr el riesgo de que la avenida se deteriore antes de tiempo por querer apresurar su apertura. Hachuel defendió que pese a que no se ha abierto al tráfico como se tenía previsto, no quiso entrar en plazos, pero sí recordó que se han abierto partes para que ya puedan ser operativas por los ciudadanos. También matizó el tráfico que absorberá, desde su apertura, la
Gran Vía, pues en función a éste se continuarán con los trabajos contemplados en el resto del proyecto, como son la cale Jáudenes y la Plaza de África. En este sentido, Hachuel recordó que por la Gran Vía sólo podrán circular los vehículos de servicio público, emergencias, carga y descarga, así como los autobuses turísticos, Una vez que quede abierta, se analizará cómo afecta a la Ciudad el paso de estos vehículos por dicha vía y si hace falta hacer alguna modificación en vías colindantes en cuestión del tráfico de vehículos.