La adjudicación de la vigilancia de playas discrimina a Tarajal y Almadraba

Una empresa radicada en Mallorca será la que, finalmente, preste el servicio de salvamento y socorrismo en las playas durante los próximos dos años, sustituyendo la labor que hasta la fecha había estado llevando a cabo Cruz Roja.

La Mesa de Contratación, reunida el pasado viernes, analizó la documentación administrativa y técnica presentada por las hasta ocho empresas que se habían presentado al concurso, sin contar la opción que también puso encima de la mesa la propia entidad humanitaria.
Tras la documentación aportada por las nueve licitadoras se ha tenido en cuenta el ofrecimiento de mejoras por parte de la ganadora, como el hecho de que haya incluido la vigilancia en las playas de la Almadraba y el Tarajal entre semana, aunque solo sea de tarde. Caballas ha cargado contra esto acusando al consejero de Medio Ambiente, Emilio Carreira, de "faltar a su compromiso", al incumplir su garantía de que ambas playas iban a ser controladas al igual que las del Chorrillo y Ribera, es decir, todos los días de la semana, mañana y tarde. "El Gobierno discrimina a las dos playas periféricas", denunciaba ayer en declaraciones a El Faro el localista Juan Luis Aróstegui.
La entrada de esta nueva empresa provocará que Cruz Roja se retire de una labor que ha llevado a cabo durante años en las playas de la ciudad, manteniendo socorristas en los distintos puntos de acuerdo con la periodicidad que se establecía en el convenio suscrito con la Ciudad Autónoma. En esta puja la entidad humanitaria no pudo ofertar mejoras, al igual que muchas empresas que querían llevarse este servicio y que no podían alcanzar la oferta final, cuyos datos no han sido todavía dados a conocer por fuentes oficiales.
El contrato incluye la prestación de servicios que sirvan para "garantizar la seguridad de la ciudadanía en la lámina de agua, los arenales y los accesos y zonas limítrofes" durante la temporada de baño.
Según el pliego publicado en la Plataforma de Contratación de la Ciudad, la adjudicataria solamente estaba obligada a trabajar todos los días durante las tres últimas semanas de junio (del 11 al 30) en La Ribera y El Chorrillo, mientras que tanto en julio como en agosto tendrá que hacerlo también en Beníte, en todos los casos de 12.00 a 20.00 horas. En las playas de La Almadraba y el Tarajal tenía que desempeñar el trabajo encomendado solamente durante sábados, domingos y festivos con el mismo horario señalado anteriormente. Es en este último punto donde la empresa ganadora ha incluido su mejora, aunque a juicio de Caballas el compromiso hecho público por la institución municipal no era otro que garantizar una igualdad de servicios en todas las playas.
El pliego de prescripciones técnicas exige que se cuente con personal (en total 27) para cubrir entre tres y seis puestos en cada una de las cinco playas mencionadas (un jefe de quipo en todas, entre dos y cuatro socorristas acuáticos por arenal y, en los del centro, un DUE en cada uno). Además habrá que mantener una ambulancia, tres embarcaciones y un vehículo todoterreno como unidades desplazables y servicios comunes.
El presupuesto del contrato asciende a 300.000 euros anuales, dos terceras partes destinadas al pago de los gastos de personal. Este punto ha sido precisamente el que más ha frenado a las empresas que se habían presentado al no poder igualar el gasto final.
Los criterios objetivos que servían de base para la adjudicación establecen que el 80% del peso se sitúa en el mejor precio ofertado por las licitadoras y que el 20% restante dependía de las "mejoras" que plantee cada una de ellas sobre lo exigido.
Caballas exigirá al Gobierno explicaciones ante la discriminación en la que se ha incurrido con las playas situadas en la periferia. Otro verano más.