Cada rincón de la
Protectora de Animales de Ceuta aguarda miles de historias y anécdotas, en muchas ocasiones difíciles de contar. Animales abandonados que necesitan el calor de una familia, que no pueden estar más tras esas rejas y que necesitan ser felices. Uno de esos ejemplos es Kiraz, una
perra que busca una nueva familia que le dé todo el amor que necesita. Es un pitbull que está cerca de cumplir 4 años, y que ha tenido una vida muy dura, ya que fue abandonada. “Kiraz apareció en la calle, estuvo 2 o 3 días deambulando por ahí hasta que pudimos rescatarla. Era de un particular que la utilizaba para la pelea, pero como es tan noble y tan buena no le servía y por eso la abandonó”, señala Sandra López Cantero, presidenta de la entidad. “El Servicio de Recogidas la cogió, pero se escapó y tras unos días desaparecida por fin apareció amarrada a una farola junto a otro perro”, explica.
Kiraz es una perra “equilibrada, noble y cariñosa”. “Tiene la mala suerte de que siempre que he estado en un patio con otros perros estos han sido
adoptados y ella se ha quedado sola. Se merece la oportunidad de encontrar una familia. Es una perra que nos sirve para enseñar a otros animales, ya que sabe convivir con macho, hembra e incluso con cachorros”, amplía. La mala suerte ha perseguido a Kiraz, que ahora tiene que lidiar con una enfermedad que le ha hecho bajar considerablemente su peso. “Pedimos ahora más que nunca una familia que se enamore de Kiraz porque recientemente se le ha diagnosticado
Leishmaniosis. Llevábamos 3 semanas que veíamos que estaba perdiendo mucho peso, que estaba triste, que no quería salir y decidimos hacerle la prueba. Salió positivo con niveles altos, no llega a tener dañados los riñones, pero sí a inicio de poder estar afectados”. “Está totalmente recuperada, con su tratamiento, y por eso necesitamos una casa que le dé todo el cariño que se merece. La Protectora por mucho empeño que ponga… no es lo mismo que estar en un hogar”, finaliza.